ARTE
CerARTmic 2024: El arte 'nos baja al barro' de la creación con una feria
madrid
Primera edición en Madrid de esta feria especializada en cerámica como disciplina contemporánea promovida por Sara Zaldivar y Alejandra Arias. El Palacio de Santa Bárbara acoge a 15 galerías de propuestas que no desentonan
Lea otros textos de este autor
Ahora que tanto se habla en política de máquinas de fango, y nuestros representantes públicos se acusan mutuamente de meter las manos en el lodo, en Madrid, una pequeña feria se dedica a dignificar este material desde el arte. Se trata de CerARTmic Madrid 2024, ... el nuevo proyecto de Sara Zaldivar, fundadora de 'Huntress of Art' y art advisor, junto con Alejandra Arias, gestora de proyectos artísticos y culturales.
Expresa la primera que la cerámica, junto al textil, viven ahora un momento dulce en el ámbito artístico. La misma Delcy Morelos la diginifica ahora en su esencia en el CAAC. Y no siempre fue así: lo recordaba Luis Valverde, responsable de Espacio Mínimo, una de las quince galerías ahora convocadas en el Palacio de Santa Bárbara: en ARCO, no hace muchos años, se les prohibía expresamente a los galeristas la inclusión de estas técnicas en sus propuestas para el salón. Así se escribe la Historia...
«Sin embargo, son técnicas usadas desde siempre, vinculadas a lo artesanal que posiblemente desde el covid han experimientado un redescubrimiento por lo que supone de regreso a lo natural, a lo hecho con las manos, por su apuesta por tiempos de ejecución más lentos y la atención a los cuidados», explica Zaldivar.
Un coleccionismo que crece
Ella y su socia creen firmemente en la existencia de un nuevo mercado para una disciplina como la de la cerámica, «que interesa a los artistas como técnica y a los galeristas como producto, lo que ha dado pie a un coleccionismo que crece». Ambas sabían de una cita comercial similar en Bruselas, junto con otra en Londres, no tanto gestionada por espacios galerísticos privados cuanto por los propios artistas y artesanos: «Es hora de que por una vez Madrid se ponga a la cabeza y demuestre que una disciplina tan antigua como el propio arte tiene una vertiente contemporánea que necesita de un escenario en el que mostrarse».
De esta manera, un comité conformado por Alicia Ventura, Daniel Silvo y la propia Zaldivar se ha encargado de seleccionar a las 15 firmas que conforman esta primera edición y que distribuyen el trabajo de hasta 45 artistas en las estancias palaciegas del Palacio de Santa Bárbara hasta este domingo. Se apuesta además por un formato boutique que abre un brecha en el calencario comercial del arte en la capital, «tan saturado en febrero en la Semana del Arte y en septiembre con Apertura, pero que queda algo más huérfano en esta época del año», apuntan sus responsables.
Y una cosa les puedo decir desde el comienzo: nada desentona en la selección. Quizás nos encontremos por primera vez en la Historia ante la primera feria en la que ningún artista o contenido chirría. Distintas son las formas de aproximarse a la disciplina, más apegadas a lo artesanal o más en un deseo de romper con todo esto, con una vertiente más figurativa o más abstracta, inspirándose, dicen las directoras, «en cinco valores esenciales: Tradición, innovación, sostenibilidad, calidad y cercanía».
Quizás el único pero que pueda ponérsele al conjunto es el montaje empleado para delimitar los espacios de las galerías, que parapetan las vistas de las estancias del palacio (que ya fue sede en épocas anteriores de proyectos similares como Drawing Room o Casa Leibniz). De nuevo Luis Valverde, perro viejo, prescinde de ellos para 'enmarcar' en una antigua chimena las propuestas de Miguel Ángel Gagüeca. En su (no) 'estand', dialoga este con obras de Elena Blasco o Nono Bandera que buscan trasgredir lo decorativo.
Dicho lo cual, apagada la máquina de fango de la crítica descalificativa y negativa, puede el visitante (quizás no tan familiarizado con el arte contemporáneo pero con un deseo por aprender y su maravillosa falta de pudor para preguntar), pasear por las dos plantas del palacio sin miedo al sobresalto. Pronto descubrirán cómo hay firmas que han apostado por estands que son solo projects de un único artista. Como Fernando Pradilla con el venezolano Óscar Abraham Pabón, que reasigna un material tan común como el ladrillo, al que contrapone con las grandes utopías de la arquitectura; Jonathan Hammer y sus lecturas del fondo marino en F2, o el color y las formas de Ana Rod en Modus Operandi.
Son las convencidas para participar en esta edición novata galerías de formato medio donde sobresale por el peso de sus autores Carlier Gebauer. No en vano, un busto de Thomas Schutte preside la escalera, un autor que pronto contará con retrospectiva en el MoMA: «No se verá nada de él como esto en Basel. Hay que buscarlo en Madrid», nos dicen con aplomo los galeristas. A su lado, propuestas de Leonor Serrano Rivas, Laure Prouvost o la colaboración de Luis Gordillo con Catalina d'Anglade.
Acento propio
El acento de origen lo ponen Alarcón Criado, con una propuesta netamente andaluza. Ellos son sevillanos: Cristina Megías, Alegría y Piñeiro, o los MP/MP Rosado (de los que el CAAC está recuperando su pieza que durante muchos años estuvo en el exterior de la Cartuja). En otros casos, se prefiere un diálogo de artistas bajo una premisa más o menos comisarial: como la inspiración en el verano de Ramiro González Luna y Cesc Abad en Gärna Studio Gallery, o el bosque en Alzueta (Klas Ernflo y Luis Vidal).
Imposible no fotografiar la instalación de Verónica Moar y sus reflexiones sobre el mar en Ponce+Robles (donde la crítica al consumismo lo pone Pati Camet con su recuperación de los blisters que desechamos); o la pieza zoomórfica de Héctor Zamora que ya ocupó el centro del estand de Albarrán Bourdais en ARCO y que ahora escapa por un balcón, antes de que monten a sus lomos las esculturas de Clauda Comte. Son nombres también reseñables los de Marina González Guerreiro en Rosa Santos, Javier Bravo de Rueda en Jorge López, Lusesita y Sergio Mora en Cerquone y Mar Ramón Soriano en Nordés. En el hueco de la escalinata de acceso, espacio para una firma digital, la joven AR Contemporary. Allí Paloma de la Cruz convierte este espacio neutro en un cuerpo habitable, en diálogo con la acidez del colectivo Ana/Betania.
CerARTmic Madrid 2024
Palacio de Santa Bárbara. Madrid. C/ Hortaleza, 87. Directoras :Sala Zaldivar y Alejandra Arias
La feria no se cierra en lo eminentemente comercial y dedica un espacio al comisariado de Tomás Alía sobre la riqueza de lo artesanal aplicado a lo contemporáneo en Castilla la Mancha (Fernando Garcés, María Camisón, Jacinto de Manuel y Gregorio Peño); a las mesas redondas, los talleres, los premios y los patrocinadores, y hasta excede sus propios límites con rutas por la ciudad para conocer las aportaciones cerámicas de Daniel Zuloaga.
«No ha costado convencer nada a los profesionales que hoy nos acompañan y la respuesta ha sido muy positiva. Lo complicado, pues va a ser crecer», confiesa Zaldivar, que ya tiene en mente incluso replicar la feria en otros destinos. En Madrid, estos días se desarrolla en un entorno «precioso, céntrico y en que la disciplina convive muy bien». Deseos de una segunda edición con los pies en la tierra.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete