CRÍTICA DE:
'La casa del recuerdo y del olvido', de Filip David: a veces es mejor olvidar
Narrativa
El escritor serbio judío aborda la historia de cuatro hombres que de niños sobrevivieron al Holocausto en Yugoslavia y se reúnen años después en Nueva York
Otras críticas de la autora
![El escritor serbio judío Filip David (Kragujevac, 1940)](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/cultura/2024/05/13/filip-RKDMnxhuUMCicHAw05CFC6L-1200x840@diario_abc.jpg)
El destino ha querido, como se narra en la novela 'La casa del recuerdo y el olvido' del escritor serbio judío Filip David (Kragujevac, 1940), que cuatro hombres que de niños sobrevivieron al Holocausto en Yugoslavia se reúnan años después en Nueva York en ... un congreso organizado por judíos estadounidenses.
Un Holocausto que se cebó con especial fiereza en Serbia, como nos recuerda la traductora Patricia Pizarroso en su excelente prólogo, donde fue asesinada el 85 por ciento de la población judía.
NOVELA
'La casa del recuerdo y del olvido'
![Imagen - 'La casa del recuerdo y del olvido'](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/cultura/2024/05/13/1617portamercedes-U62541116338UhA-224x330@diario_abc.jpg)
- Autor Filip David
- Editorial Automática
- Año 2024
- Páginas 172
- Precio 19 euros
Los testimonios en ese triste congreso de la memoria se suceden: a una mujer de Polonia su madre la arrojó al Vistula cuando los nazis los llevaban al campo de concentración y unas «personas buenas» la sacaron del río y la criaron; otro antiguo niño no dejará de buscar toda su vida al hermano pequeño perdido cuando sus padres los lograron sacar del tren que los llevaba a todos al exterminio.
«Nuestra vida —escribirá en su diario el principal narrador, Albert Weiss— está conectada con todas las demás vidas, incluso cuando no queremos. El mundo entero es un libro, formado por muchas palabras, y estas palabras están mezcladas. Aquel que es capaz de leerlo podrá conjeturar el horror de lo que está por venir. Freud llamó a esta condición 'la aterradora normalidad del mal'».
'Alter ego' del propio Filip David, Albert Weiss es hijo de padre askenazi, con un abuelo rabino de Lviv. Sin embargo, rompiendo con la tradición familiar, su padre pertenecía a la corriente de judíos ilustrados y, como muchos jóvenes de aquellos días, renegaba de la tradición de sus antepasados. Hablaban ruso, polaco y alemán, y se avergonzaban del yidis «que veían como la lengua de los judíos centroeuropeos pobres». En un viaje a Serbia conocería a la madre de Albert, una judía sefardí, «de aquellos judíos expulsados de España, cuyo idioma era el ladino, una mezcla del español antiguo y palabras eslavas».
Pequeña obra maestra, con tentáculos cabalísticos y fantásticos, avanza como un estremecedor y maravilloso caleidoscopio entrelazado
Pequeña obra maestra, magnífica, con tentáculos cabalísticos y fantásticos, la historia a varias voces de Filip David, a la manera de ciertos libros como 'Una tumba para Boris Davidovich', del también gran escritor Danilo Kis, el otro autor más importante de raíz serbia y a la vez judía junto a David Albahari, avanza fragmentariamente, como un estremecedor y maravilloso caleidoscopio entrelazado. En él se concentra en cada página, de forma sobrecogedora, ese «misterio inmaterial, no humano», y a la vez surgido de la mano directa del hombre, del origen del mal.
Pero, sobre todo, ese desafío escalofriante, insoportable, de tener que enfrentarse al olvido para lograr sobrevivir. ¿Es la memoria más terrible que cualquier olvido, se preguntará un sobreviviente de Auschwitz, antiguo miembro de los Sonderkommando, de aquellos judíos encargados de recoger cadáveres de las cámaras de gas?
El mal solo existe «cuando adquiere un rostro concreto». Los SS del campo, los verdugos y torturadores, los colaboradores necesarios. Un mal que, al convertirse en costumbre, acaba paralizando y «quita las fuerzas». Salvo una: la de sobrevivir, que se convierte en la única y enajenada realidad.
El origen del mal
Muchas preguntas (¿cuál es el verdadero origen del mal y de los crímenes masivos? ¿cómo seguir viviendo entre la necesidad de acordarse y el deseo intenso de olvidar?) se plantearán los cuatro protagonistas, antiguos niños perdidos y abandonados a su suerte. Albert Weiss, Uriel Cohen, Misa Wolf y Solomon Levi comparten un punto en común, haber sido fruto cada uno de 'un milagro'. Algo que los une, junto a sus pesadillas recurrentes, las dudas que les obsesionan y una cierta impotencia para dar con las respuestas correctas. También representan algo mucho más importante y simbólico: ser la última generación de sobrevivientes.
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