'Avión de papel. Poemas escogidos 1989-2024', de Simon Armitage: la arritmia de los corazones solitarios

Armitage ha cantado siempre las periferias con un lenguaje de periferia, una periferia que no es solo su región natal de Yorkshire sino las del humor, las de la ironía y las de la oralidad de la triste vida común.

POESÍA

'Avión de papel. Poemas escogidos 1989-2014'

• Autor Simon Armitage
• Editorial Impedimenta
• Año 2024
• Páginas 416
• Precio 24,95 euros

En sus poemas nos encontramos tanto la densidad de lo coloquial, como esa apertura a lo pop, a lo urbano, a una naturaleza donde los pájaros y los árboles, los paisajes forman parte de una realidad industrial. Desmitifica todo, pero desde una melancolía que se hace asombro, desde una crítica que puede ser política en tanto fija su mirada en los extraños comportamientos de los seres en una sociedad en ruinas, en las ruinas de un estado del bienestar cada vez se hace más improbable.

En sus grandes poemas, en aquellos poemas que nos gusta recordar de él, Armitage convierte la vida en una marcianada, es decir, en una extrañeza. Son poemas tan simples que hacen daño, tan complejos a la vez que muestran con total frialdad aquello que se derrumba: ilusiones, sueños, las salidas al pub de la esquina, las desventuras domésticas, la infancia, los amores casi clandestinos, los viajes.

En ellos nos coloca ante un retablo de hombres y mujeres a los que se les ha ido la cabeza y que nos enseñan la arritmia de sus corazones solitarios. Lo lírico en él es narrativo, o viceversa, porque en muchos aspectos su poesía guarda relación con lo que era este arte, por ejemplo, para un poeta medieval.

No es extraño por eso que intente seducir al público con sus historias aparentemente tan reales, que dramatice la voz y ponga ese cierto aliento como de épica de lo cotidiano, que con frecuencia recurra a la estructura de la canción para hacerse más próximo y más íntimo, él que ha puesto su palabra en relación con bandas de música como The Smiths  y que ha formado sus propios grupos musicales, que nació con el punk y ha llegado al rap como quien llega a una fuente de la melancolía de nuestra época.

Hablando de él hace ya algunos años con uno de esos críticos de poesía, me comentaba que había que recordar con interés la novedad de sus primeros libros y lamentar que después se hubiera convertido en un poeta irregular. Era cierto, me decía, que había tratado de ampliar su poética a nuevos territorios, pero que no siempre había logrado mantener el encanto que tanto sedujo a sus lectores.

No quiero imaginarme lo que habrá pensado al leer el poema que le dedicó, como Poeta Laureado, a la reina Isabel II tras su muerte. Más allá de esto, me gusta pensar en Simon Armitage como alguien que nos ha dado un puñado largo de poemas memorables, que ha hablado de los fantasmas de este tiempo sin intentar justificar, entender o interpretar, solo mostrar y hacerlo perturbadoramente. Esta antología que él ha realizado, con traducción muy ajustada de Jordi Doce, no me dejará mentir.