¿De qué artista comprarían obra, si pudieran, los críticos de ABC Cultural?

María Peña Lombao: Este año regalaría sin dudarlo alguno de los 'collage' sobre lienzo de Regina Giménez (Barcelona, 1966). La marca de agua de la artista catalana proviene de su personal manera de reformular el espacio gráfico, reorganizando en el contexto formas elementales y fragmentos monocromos que derivan en composiciones limpias, sinceras y magnéticas.

Fredy Massad: Elegiría el Sillón BKF, diseñado en 1938 por los arquitectos Bonet, Kurchan y Ferrari Hardoy. Este sillón –también conocido como 'Butterfly'– de hierro redondo macizo y cuero de vaca sigue siendo una de las obras más potentes de la modernidad. Inquebrantablemente joven a sus casi 90 años. Una deseadísima pieza doméstica, perfecta y genial.

Javier Rubio Nomblot: Sin la menor duda, el regalo más exquisito disponible ahora en galería madrileña es una geometría del silencio de Santiago Serrano (Villacañas, 1942). Este veterano artista, mucho más que un destacado representante de la abstracción geométrica de los setenta, lleva unos años dedicado a la creación de estas piezas triangulares de hierro y tela de pequeño y gran formato y estudiadas armonías inspiradas en flores o mariposas.

Víctor Zarza: Siempre me ha sorprendido la elegancia, el rigor y la extraordinaria calidad de la obra de uno de nuestros artistas más relevantes, como es Daniel Verbis. Qué mejor manera de enriquecer una colección o el entorno doméstico -y con ello la existencia misma- que hacerlo con una de sus magníficas piezas.

Iván de la Torre Amerighi: Me pediría regalarme uno de esos rostros enormes, desnaturalizados, deshumanizados a brochazos, de Santiago Ydáñez. Rostros que una vez representaron a santos, vírgenes o héroes y que ya han sido alcanzados por la memoria del olvido. Rostros por los que no sentimos aversión ni miedo, sólo la íntima empatía hacia aquello con lo que nos sentimos identificados.

Nerea Ubieto: Cuando llegan Navidades o cumpleaños, siempre pienso en India Toctli para hacer un regalo especial. Esta artista madrileña tiene un imaginario único y personal. Sus obras son amables, estéticas y coloristas a la par que profundas y críticas. Los lienzos grandes exigen más presupuesto, pero los dibujos están (no por mucho tiempo) al alcance de todos los bolsillos.

Fernando Castro Flórez: Me encantaría tener un cuadro de Ángeles Agrela, uno de esos retratos alucinantes de jóvenes mujeres con pelos multicolores y ojos de Gorgona. Tal vez me ayudarían a profundizar en mi reflejo monstruoso o, en sentido contrario, a disfrutar de una belleza contemporánea y excesiva. Cada detalle de esos semblantes acaricia mi imaginación.

Miguel Cereceda: Después de su maravillosa exposición titulada 'El resto de los días' en el Museo Nacional de Artes Decorativas, la escultora Concha García se nos presenta no solo como una autora intimista y delicada, sino dotada también de una especial sensibilidad con los objetos. Dibujos sobre seda, fotografías y porcelanas. Son muchas cosas estupendas para regalar.

Juan Francisco Rueda: Aún conservo la profunda impresión que generó en mí la reciente exposición de Nacho Martín Silva (galería Max Estrella): la confirmación de hallarme ante un pintor extraordinario, singular en su cuestionamiento del medio pictórico. Sus monumentales obras abruman y el eco romántico de los pequeños paisajes te atrapa. Siguen resonando.

Carlos Delgado Mayordomo: Las expresivas pinturas de José María Ciria, donde gesto y orden se entrelazan con maestría, constituyen un feliz contrapunto a nuestra era de pulcritud digital. Tanto en sus series clásicas como en sus creaciones más recientes, el artista logra capturar y desestabilizar la mirada. Imágenes idóneas para convivir, pues siempre ofrecen nuevos interrogantes.

Isabel Lázaro: Las esculturas de Vanesa Muñoz transforman nuestra percepción del mundo. Con formas abstractas y materiales inesperados, desdibujan la línea entre lo real y lo imaginado, creando un universo en perpetua transformación. Su obra, profundamente evocadora, invita a reflexiones constantes, ofreciendo una experiencia visual y filosófica que nunca deja de sorprender.

Francisco Carpio: Quizás por mi faceta de escritor, quizás debido a mi pasión por Borges, o quizás por la alta valoración que tengo de Joan Fontcuberta como fotógrafo y teórico, o quizás por todo ello, siempre quise tener una obra de su serie 'Semiópolis' (1999), en concreto 'El Aleph', dedicada al maravilloso Homero argentino. ¿Será bueno conmigo Papá Noel y me la traerá?

Óscar Alonso Molina: Susanne Themlitz. Su fantástica exposición en el MARCO de Vigo nos ha recordado la capacidad plástica de esta artista luso-alemana. En los márgenes del absurdo, lo grotesco y el sueño, ni el Surrealismo ni el Expresionismo la definen. Sus puntos fuertes: organizar narraciones que superan el orden del relato; dominio magistral de materiales, técnicas y disciplinas; la potencia de sus montajes. Una de las imprescindibles de su generación.

Noemí Méndez: Una obra de Minch, que pueden adquirir en la galería Juan Silió. Porque apoyar el arte joven pero concienzudo es una buena apuesta para pedir a los Reyes Magos. Con materiales precarios o de deshecho construyen narrativas bellas y profundas que nos hacen pensar en los límites de las disciplinas, así como los que existen actualmente, tanto personales como colectivos, en una sociedad tan compleja y pesimista como la actual.

José María Herrera: ¿Una obra de arte para comprar o regalar que iluminara una habitación, sea una vivienda modesta o un lujoso palacio? Yo elegiría algo de Paula Rego, una pieza llena de sentido, pero sin pretensiones. 'Litle Miss Muffet', por ejemplo, aguafuerte y aguatinta sobre papel de 1989.

Natividad Pulido: Soñar es gratis. ¿Por qué no pedir a los Reyes Magos un Caravaggio? Una vida tan repleta de luces y sombras como sus obras. Pura sensualidad y erotismo, sus originales composiciones apelan a nuestros sentidos. Ante sus cuadros, uno solo puede rendirse sin condiciones. Un pintor maldito, siempre fascinante.

Javier Díaz-Guardiola: Sin dudarlo, de Julia Llerena. Me fascina el trabajo de esta artista desde que la descubrí hace ya muchos años. Es maravillosa su capacidad para encontrar poesía en lo nimio, posibilidades en el desecho. Fue una gran noticia saber que la fichara recientemente Sabrina Amrani. Su última muestra este verano en la galería revolucionaba en silencio el concepto de pintura, el de abstracción, el de 'preciosidad'. Bueno es saber dónde se puede acudir en caso de que nos toque la lotería.

Marisol Salanova: Esta Navidad regalaría obra de Gemma Alpuente, artista de Algemesí a quien ha perjudicado mucho los efectos de la DANA pero que pudo, en plena riada, salvar algunas piezas de su innovador trabajo. Porque es una creadora en alza cuya carrera no debería verse paralizada precisamente ahora, hay que apostar por ella.