LIBROS
Ali Smith, una escritora ideal para cualquier estación
El «cuarteto estacional» de la autora británica arranca con «Otoño», ejemplo de novela política feroz pero, en absoluto, panfletaria
![La escritora británica Ali Smith](https://s3.abcstatics.com/media/cultura/2020/11/13/ali-k02C--1248x698@abc.jpg)
«Estoy cansada», dice una madre. «Son solo tres kilómetros», la alienta su hija. «No me refiero a eso. Estoy cansada de las noticias. Estoy cansada de que conviertan en espectaculares cosas que no lo son y traten de forma tan simplista lo que es ... realmente espantoso. Estoy cansada de la mordacidad. Estoy cansada de la rabia. Estoy cansada de la mezquindad. Estoy cansada del egoísmo. Estoy cansada de que no hagamos nada para frenarlo . Estoy cansada de que lo alentemos. Estoy cansada de la violencia que existe y de la violencia que vendrá, la que todavía no ha ocurrido. Estoy cansada de los mentirosos. Estoy cansada de los mentirosos glorificados. Estoy cansada de que esos mentirosos hayan dejado que lleguemos a este punto. Estoy cansada de tener que preguntarme si lo han hecho a propósito o por simple estupidez. Estoy cansada de que los Gobiernos mientan . Estoy cansada de que a la gente ya no le importe que le mientan...», insiste y enumera la madre. «No creo que pusilaminidad sea una palabra correcta. Creo que no se dice así», dice la hija. «Estoy cansada de no saber decir las cosas», dice su madre.
«Otoño» se ocupa de las turbulencias y grietas del referéndum por el Brexit
Pero sí sabe decirlas. Y dice lo que Ali Smith le dice que diga. Y está bien que así sea. Lo que no lo está es el misterio de que Smith (Inverness, 1958; más de una vez definida como «Nobel de Literatura escocesa en lista de espera» y permanente finalista para un Booker que se le resiste) no termine de cuajar en nuestro idioma luego de haber paseado lo suyo por varias editoriales. Hay en ella -con un lenguaje engañosamente simple para su complejidad y maestría técnica en la estructura- ecos de los meta-experimentos mixtos de Juan José Millás, Antonio Orejudo y Enrique Vila-Matas (comprobarlo en las «conferencias narrativas» de Artful o en la articuladamente desarticulada psicodelia-renacentista de How to Be Both ); pero sin privarse de ese costumbrismo delicadamente surreal ahí están ese hito de la disfuncionalidad familiar que es The Accidenta l o la farsa/condena doméstica sobre la celebridad tonta e instantánea en There But for The ) de Anne Tyler, Lorrie Moore, Amy Hempel, Deborah Eisenberg, Rachel Cusk o de su compatriota y también merecedora de mejor recepción entre nosotros A. L. Kennedy.
Primera escala
Ojalá que este otoño con Otoño ... Porque más que se lo merece. Primera escala en un «Cuarteto Estacional» recién concluido en inglés (la buena noticia es que Nórdica se propone publicarlo al completo) y lanzadera para un ciclo de atípicas novelas «políticas» feroces pero nada panfletarias. Y escritas por Smith a toda velocidad para capturar así, casi en el acto, el figurativo signo de los tiempos a la vez que la inasible y abstracta condición de El Tiempo.
Ali Smith ha sido definida más de una vez como «Nobel de Literatura escocesa en lista de espera»
Así, sucesivamente, Otoño, Invierno, Primavera y Verano (donde se cierra el ciclo y coinciden los diferentes protagonistas de los cuatro libros) fueron pasando con los pesados telones de fondo de Donald Trump, incendios en Australia , persecución y detención de inmigrantes y, sí, el Covid-19 . Otoño se ocupa de las turbulencias y grietas del referéndum por el Brexit pero, también, de las idas y vueltas de dos personajes en principio irreconciliables -la joven Elisabeth Demand de regreso en la casa de su madre y el centenario y en trance/limbo/coma songwriter Daniel Gluck sintiéndose atrapado dentro de un árbol- pero inseparables desde que el segundo influyó en la infancia de la primera en vocación y temperamento artístico (y por ahí cuelgan también los cuadros de la talentosa y verídica y a redescubrir pintora pop Pauline Boty : bella y muerta prematura en el Londres de los Swinging Sixties ).
Nunca cansa
Unidos para siempre y desde siempre (cosa que nunca le causó demasiada gracia a la madre de Elizabeth, quien siempre desconfió de Daniel) mientras el Reino Unido se desune, los trámites burocráticos para la obtención de un pasaporte parecen algo digno de sketch de Little Britain , sólo quedan las consoladoras citas a La tempestad, Historia de dos ciudades o Un mundo feliz, y -entre tanta incertidumbre- no se marchita la certeza de que «a los amigos de toda la vida, a veces nos pasamos toda la vida esperándolos».
La lectura de Otoño será, para muchos, la demorada pero por fin bienvenida llegada de esa amiga para siempre. Y para quienes ya la adoran, la confirmación de que Ali Smith es una de esas escritoras ideales para cualquier estación, todo el año, todos los años. Y de que lo suyo -lo de alguien que sí sabe decir todas las cosas- nunca cansa.
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