ARTE
Imaginando al ser humano
Desde CaixaFórum (’La imagen humana’) y WhiteLab (Abel Azcona), Madrid afronta una lectura de lo corporal en el arte
Rostros de la exposición 'La imagen humana'
‘La imagen humana’ es un atractivo y bien armado proyecto expositivo articulado en torno a las diferentes formas en que culturas y épocas muy distintas y distantes, de la Antigüedad hasta nuestros días, han tratado de representar al que sin duda es ... el auténtico gran protagonista del arte figurativo a través de la Historia: el ser humano.
Realizada en colaboración con el British Museum , engloba un total de 155 obras entre pinturas, dibujos, esculturas, películas, monedas, fotos, videos y objetos. De ellas, 145 pertenecen a los fondos del British, siete son obras contemporáneas de la colección de la Fundación “la Caixa”, un cuadro al óleo es del Museo del Prado , una instalación procede del MACBA , y una instalación interactiva de Rafael Lozano-Hemmer , es cedida por el propio creador y por la galería Max Estrella.
Algunas sugerencias
Se opera así un interesante y fructífero diálogo entre obras significativas de antiguas civilizaciones que interactúan con otras de artistas de la talla de Durero, Van Dyck, Goya, Manet, Madrazo, Matisse, Tàpies, Hockney, Wesselmann, Esther Ferrer o Vanessa Beecroft , y que establecen curiosas y sugerentes comparaciones transculturales a lo largo del tiempo, desde la pieza más antigua, un cráneo humano modelado procedente de Jericó, de casi 10.000 años de antigüedad, hasta una serigrafía de 2016 del iraní Parviz Tanavoli , si bien debo decir que la calidad y potencia de las obras del pasado supera ampliamente las del presente, casi siempre piezas menores.
Figura de las Cícladas, alrededor de 2700-2500 a. C.
Resulta curioso y sorprendente el hecho de que pese a la gran variedad de estilos, formas y lecturas se aprecia una sinergia y una afinidad conceptual común entre las distintas representaciones que han producido sociedades, pueblos y civilizaciones aparentemente tan dispares . Lo que sí puede observarse con bastante claridad es que todas estas representaciones obedecen y se alinean en torno a dos grandes vectores de percepción y de recepción. Algunas son imágenes cargadas de una elevada temperatura simbólica , mientras que otras se conciben y se perciben como descripciones más realistas y figurativas .
El proyecto se ha dividido en cinco áreas temáticas más allá de compartimentaciones puramente cronológicas. ‘Belleza ideal’ recoge distintas formulaciones en busca de una idealización estética, que oscilan entre la estatuaria clásica romana y una odalisca de Matisse. ‘Retratos’ hace referencia a uno de los géneros más transitados por el arte. Aquí se ofrecen ejemplos de pintores como Van Dyck, Manet o Hockney.
Dioses y santos
‘El cuerpo divino’ reflexiona sobre la representación de dioses, santos y seres sobrenaturales, como Visnú, Buda, Amón-Ra o una magnífica madonna contemporánea de Beecroft . ‘El cuerpo político’ remite a formulaciones de poder y autoridad encarnadas en la imagen de gobernantes, líderes y monarcas, desde faraones y emperadores romanos hasta la efigie de Napoleón o la de Obama.
Finalmente, ‘La transformación corporal’ incide en otra de las grandes potencias de la representación humana como es su capacidad de transformación y alteridad, aspecto que abarca factores mágicos y duales, entre ellos, la máscara. Se dan cita pues tanto obras de chamanes como la efigie del camaleónico Bowie o una interesante pieza digital interactiva de Lozano-Hemmer.
En paralelo, una mirada drásticamente diferente al cuerpo es la que propone Abel Azcona con ‘Un hombre y un cuerpo’ ( WhiteLab ), en la que el polémico y controvertido artista se interna en territorios tan complejos y llenos de claroscuros como el abuso infantil, la prostitución, la diversidad, la falta de libertad o la violencia social.