El candado de oro romano de 1.600 años que desconcierta a los arqueólogos
El hallazgo, más pequeño que una moneda de euro, ha sido calificado como único en Europa
Fraude arqueológico en Alemania, descubren que la datación de hallazgos ha sido manipulada
«Un hallazgo de este tipo puede ocurrir una vez por década, si es que ocurre. Así que realmente es un gran descubrimiento arqueológico», afirmó Ulrich Lehmann. El miembro de la Asociación Landschaftsverband Westfalen-Lippe (LWL), en Westfalia se refería con esas palabras al ... candado de oro y hierro en miniatura, muy delicadamente elaborado, que encontraron en un suelo cubierto de barro y estiércol cerca de la localidad alemana de Petershagen.
La pieza, que mide aproximadamente un centímetro y cuyo orificio para la llave no supera los 12 milímetros, data del siglo III o IV d.C. «Se puede datar por su forma cilíndrica y, por supuesto, también por la decoración», explicó la jefa de cultura de LWL, Barbara Rüschoff-Parzinger, arqueóloga de formación. Se trata además de un hallazgo único en Europa: «Su valor científico es enorme. Desafortunadamente, no conocemos su contexto, de lo contrario podríamos decir más al respecto».
Michael Rind, director de la sección arqueológica, sospecha que la pieza debió de ser considerada un objeto excepcionalmente raro y valioso en su época, independientemente de si mantenía su funcionalidad original. No han aparecido la llave ni la cadena de la que originalmente debió colgar, a pesar de que el yacimiento ha sido explorado por el equipo. Como objeto histórico, ofrece pistas valiosas sobre las interacciones comerciales y culturales entre las élites locales y la influencia romana.
El hallazgo se produjo en 2023 y, desde entonces, ha estado sometido a diferentes estudios. Los arqueólogos suponen que, en el Imperio Romano, probablemente servía como cerradura para un joyero o un cofre. Cómo y quién la usó o la hizo llegar a la región solo se puede especular. Tal vez fue comercio o propiedad saqueada, tal vez un regalo para un miembro del ejército después de su retiro del servicio militar romano.
Las radiografías tradicionales no arrojaron resultados útiles, debido a la densidad del oro, así que, para conocer a fondo esta extraordinaria pieza, el equipo de arqueólogos de LWL se ha servido de una instalación de tomografía computarizada en Suiza, en la que el objeto ha sido bombardeado con neutrones. Esto ha permitido constatar que la mecánica se conserva intacta por completo, también en su mecanismo interior, que incluye un marco con resorte, un pestillo y una placa base. No hay respuesta definitiva, por tanto, al hecho de que el candado no funcione en la actualidad. La conclusión preliminar es que, en algún momento de los últimos 1.600 años, alguien intentó manipularlo o forzarlo.
«Será evaluado y examinado todavía más a fondo. Y luego será expuesto en el museo», avanzó Barbara Rüschoff-Parzinger, que añadió también que los restauradores del museo han realizado una reproducción funcional a escala cuatro veces mayor para que el público pueda observar a simple vista muchos más detalles.
Muchas preguntas científicas siguen abiertas. No está claro cómo se podría haber producido esta pieza extremadamente pequeña sin las herramientas que se usan comúnmente hoy en día, como la luz artificial o las lupas. No se han encontrado miniaturas preciosas similares en esa época y no queda claro si hay una línea de producción o se trata de un objeto muy excepcional en su tiempo. En todo caso, «el hallazgo de Petershagen muestra el alto nivel de artesanía del oficio de herrero y cerrajería romano provincial«, según Rüschoff-Parzinger.
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