La Biblioteca Nacional mantiene restricciones de la pandemia por falta de personal

La institución espera recuperar después del verano los servicios que ha dejado de ofrecer, con nuevos trabajadores: «Eliminaremos la cita previa obligatoria y volveremos a abrir los sábados»

Dos investigadores trabajan en la BNE en junio de 2020, tras el cierre por la pandemia Ignacio Gil

Casi un año después de que se eliminaran las restricciones de aforo por el Covid, la Biblioteca Nacional de España (BNE) sigue manteniendo protocolos que se impusieron con la pandemia del Covid, como la obligación de pedir cita previa para entrar en sus salas ... o reservar por anticipado los documentos que se quieren consultar. La razón, igual que en otros órganos que dependen del Ministerio de Cultura, es que no hay personal suficiente para recuperar los servicios que se ofrecían al público hace dos años.

Desde octubre de 2021, cuando se dejó atrás la fase más dura de la pandemia y la BNE se dispuso a recuperar la normalidad, los investigadores se están encontrando con trabas que antes no tenían. El libre acceso a las salas ha cambiado por un sistema de cita previa y en la consulta de archivos ha desaparecido el sistema de fichas por el que los visitantes recibían, con un máximo de tres por cada petición y en un plazo que no superaba la media hora, los libros solicitados.

Algunos investigadores han relatado a ABC que este sistema no solo es más engorroso porque les obliga a hacer más trámites, sino que no pueden aprovechar el tiempo como desearían. La obligación de reservar por adelantado los libros a consultar, con un máximo diario de diez títulos, les impide acceder a más obras en la misma jornada; si les surgen nuevas consultas, tienen que esperar al día siguiente y siempre que reserven antes de las 14.00 horas. La Memoria 2021 de la BNE explica que «se ha mantenido la cuarentena de 24 horas para todos los documentos consultados».

«Cuando vamos, queremos aprovechar mañana y tarde. En otras condiciones, habría podido ver más libros», explica una investigadora

Entre quienes llegan de fuera de Madrid, estas trabas se traducen en un mayor coste económico cuando tienen que alargar sus estancias, como señala una profesora que recientemente viajó desde Andalucía. Aunque la BNE dice que «siempre se ha tratado de flexibilizar estas medidas para poder atender solicitudes puntuales», esta investigadora apunta que ella no pudo adelantar la consulta de los documentos que había pedido para el día siguiente: «Cuando vamos, queremos aprovechar mañana y tarde. En otras condiciones, habría podido ver más libros».

«Déficit pasmoso» de trabajadores

Lo que hay detrás de esta situación, denuncian los sindicatos, es la falta de personal. UGT y CC.OO. advierten de un «déficit pasmoso» provocado por la falta de empleo público que estos años ha dejado en cuadro a buena parte de las instituciones culturales del país. Fuentes de la BNE, a preguntas de este diario, admiten que «el número de personas dedicadas a esta tarea es escaso» y el sistema de cita previa les permite gestionar los préstamos en sala con los recursos que tienen: «Cuando se producen bajas o ausencias, podemos continuar prestando este servicio esencial para nuestros investigadores».

La Memoria de la BNE pone cifras a estas carencias: de los 511 puestos de trabajo necesarios para el funcionamiento diario de la institución, solo están ocupados 353. El déficit alcanza casi el 31 por ciento. La plantilla de la BNE se ha ido reduciendo paulatinamente desde 2017, cuando había un total de 424 trabajadores, pero la caída ha sido especialmente acusada en los dos últimos ejercicios: de los 401 efectivos de 2019 se ha pasado a los 353 actuales. La sección que se dedica a la atención al público tiene 78 plazas vacantes de un total de 337.

31 por ciento

Es el déficit de personal que tiene la BNE, según la Memoria 2021. De los 511 puestos necesarios, solo están ocupados 353

El Ministerio de Cultura ya se ha enfrentado a problemas de falta de personal en su gestión de los museos estatales, que desde hace un año y medio vienen sufriendo cierres porque no tiene vigilantes ni taquilleros suficientes, y en el Inaem, que a punto ha estado de echar a perder el reparto de fondos europeos al ser incapaces de cumplir con los plazos de la convocatoria. Ahora se suma la BNE, que no arreglará esta crisis hasta después del verano, si se cumplen las mejores previsiones.

«Esto va a cambiar en el momento en que se incorporen los auxiliares procedentes de la última oposición –indican desde la BNE–. La incorporación de estas 27 personas se va a producir después del verano y esto nos va a permitir una serie de medidas encaminadas a ampliar y facilitar la consulta en las salas. Se va a eliminar la cita previa obligatoria, las salas se van a volver a abrir los sábados por la mañana y se podrá entrar en las salas con libros propios, entre otras medidas ya aprobadas en la comisión permanente del Real Patronato».

La solución, después del verano

«Se va a eliminar la cita previa obligatoria, las salas se van a volver a abrir los sábados por la mañana y se podrá entrar en las salas con libros propios», dice la BNE

Durante estos meses de verano, en cambio, los investigadores que quieran acercarse a las dependencias de la BNE seguirán teniendo que trabajar con limitaciones. «No hay personal suficiente, y más ahora que estamos en periodo vacacional y no se cubren las vacaciones», señala Jesús Rodríguez, de UGT. Hasta el año 2020, se buscaban sustitutos a las bajas de vacaciones, pero tras la entrada en vigor del IV Convenio Colectivo Único se entiende que ese personal es 'funcionarizable' y por ello la Administración no contratará suplencias.

A la escasez de efectivos ya característica de las instituciones culturales, los sindicatos añaden otro problema: una política de externalización que comenzó con Rosa Regás, hace casi dos décadas. «Otros organismos están aumentando su número de plazas porque han consolidado plazas estructurales. La BNE está abocada a seguir con este déficit de personal a corto y medio plazo porque no tiene cubiertas las vacantes con interinos», señala UGT. Las 47 plazas ofertadas a primeros de junio siguen siendo insuficientes.

Digitalización y catalogación son otros dos departamentos infradotados y que periódicamente van cubriendo sus necesidades mediante la contratación de empresas externas, según los sindicatos. La última queja tiene que ver con la gestión del pago de nóminas, que desde este mes de julio se hace a través de una empresa externa porque la figura del funcionario habilitado no está cubierta. «Es evidente que no se presta un servicio al público acorde con la institución», resume Emilio Murcia, de CC.OO.

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