Ayuso abandera el nuevo premio Nacional de Tauromaquia: «La libertad es también una tarde en la plaza de toros»

Con el permiso de Pedro Rollán, presidente del Senado, la presidenta regional fue la figura política más significativa de un acto al que acudieron representantes del resto de comunidades implicadas: el consejero andaluz Antonio Sanz, el extremeño Ignacio Higuero y otros cargos de Cantabria, Murcia, Comunidad Valenciana, Aragón, Castilla y León y Castilla-La Mancha, la única región gobernada por el PSOE que se ha adherido a este nuevo premio. Asistieron también Victorino Martín, presidente de la Fundación Toro de Lidia, y una nutrida representación del sector de la tauromaquia, con toreros como Miguel Abellán, Olga Casado, El Fundi y El Juli, último premio Nacional antes de que Urtasun anunciara su supresión.

El Juli fue precisamente el que se llevó los aplausos más generosos cuando tomó la palabra para agradecer el «coraje» de rebelarse «contra la injusticia que un ministro pretendía cometer suprimiendo el premio Nacional de Tauromaquia». El torero, recientemente retirado de los ruedos, reivindicó que la cultura no pertenece a ningún partido político, ni a ningún político. «La cultura es del pueblo y pertenece al pueblo, y cualquier político en ese cargo está en la obligación de gestionar, promover y difundir la cultura de nuestro país. Basta ya de la politización de la tauromaquia. El toreo no es de derechas, no es de izquierdas. El toreo, como la cultura, pertenece al pueblo y a la gente que quiere sentir y disfrutar la tauromaquia como un espectáculo y como un arte universal», dijo. El Juli subrayó que la cultura no se censura. «Abogo por una sociedad en la que se nos permita lo más importante que puede tener un ser humano: la libertad».

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El nombre de su sucesor, el primero en ganar en este nuevo formato en el que según Victorino Martín la libertad se impondrá al «intento de censura», se conocerá el próximo 11 de febrero, en la sede del Gobierno de Castilla-La Mancha, y la entrega tendrá lugar posteriormente en el Senado. La dotación económica será la misma que cuando lo otorgaba el Ministerio de Cultura: 30.000 euros.

«Hay que celebrar este día en el que unas instituciones comprometidas con la libertad y con todo lo que supone la tauromaquia como patrimonio cultural decidieron hacer lo correcto», dijo el presidente de la Fundación Toro de Lidia. «Hay quien se empeña en tener un país oscuro y dividido donde el poder pueda imponer a sus ciudadanos de manera totalitaria lo que es la cultura y lo que no lo es, lo que los ciudadanos pueden ver y lo que no pueden ver», añadió Victorino Martín. «Frente a esta tristeza censora que algunos pretenden imponer, hoy aquí celebramos que la cultura en libertad se impone».

Al mundo del toro le abrió las puertas del patio de la Real Casa de Correos Isabel Díaz Ayuso, abanderada de un «arte popular y milenario que inspira no pocas de las mejores obras de nuestra cultura, música, pintura, filosofía, novela, poesía, cine, moda, cocina y la propia lengua que hablamos». Quienes pretenden censurar la tauromaquia, señaló la presidenta madrileña, no dudarían en cancelar a Picasso y a Goya, a Manolete y a Belmonte, a Lorca y Hemingway, a Orson Welles y Joaquín Sabina. «Esto a través de una memoria y una amnesia selectivas e impuestas por ley, profundamente totalitarias. Y mientras hostigan a todos cuanto aman la verdad de un arte que es esencial de nosotros mismos, guste o no. La ofensiva contra la tauromaquia es un ataque ideológico a la libertad, al arte y la Fiesta en España e Hispanoamérica».

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Ayuso calificó de «unilateral y sectaria» la decisión de Urtasun de eliminar el premio Nacional que el ministerio venía concediendo desde 2013. «Quienes quieren arrebatar la libertad y la prosperidad siempre coinciden en atentar contra lo profundamente español y sus raíces, como la tauromaquia, algo que también ha sucedido en algunas regiones españolas. Empezaron cerrando la plaza de toros en Barcelona, y no ha habido más libertad por ello, todo lo contrario. Y no digamos en otras regiones. Ojalá hoy estuvieran aquí también el País Vasco o Navarra, que digo yo que son profundamente taurinas; así se ve en la Semana Grande de Bilbao y no digamos en los Sanfermines». Los gobiernos, añadió Ayuso, no tienen derecho a «transformar ideológicamente a la sociedad», y reivindicó que la Comunidad de Madrid está por la labor de proteger el legado cultural de los toros: «Cuanto más intenten prohibirlo más proliferará y mucho más entre los jóvenes, porque hay una línea directa entre la juventud, la rebeldía y la libertad».

Hubo también un mensaje dirigido al ministro Urtasun, un agradecimiento por parte de Pedro Rollán, presidente del Senado: «Gracias a la prohibición del ministro Urtasun la tauromaquia está teniendo un rejuvenecimiento y refortalecimiento que hacía tiempo que no tenía lugar. Ministro, muchísimas gracias».