'Astro', la odisea que convirtió a Manuel Marsol en una de las figuras de la ilustración en nuestro país
El autor, el primer español en ganar el premio internacional de ilustración de la Feria de Bolonia, rescata al fin su primera obra, el revulsivo por el que abandonó la publicidad
Manuel Marsol: «Persigo recuperar la fascinación que de niño me provocaban los lugares encantados»
![Una de las ilustraciones que componen 'Astro', de Manuel Marsol](https://s1.abcstatics.com/abc/www/multimedia/cultura/2023/10/11/marsol-1-kZKB-RFyMeNa9VMqq4pVOHALNx7J-1200x840@abc.jpg)
En 2014, Manuel Marsol (Madrid, 1984) consumó su salto al vacío. Quería más libertad, expandir sus horizontes creativos más allá de su trabajo en publicidad. Fue entonces, tras cursar un posgrado, cuando comenzó a esbozar 'Astro', la personalísima historia de un astronauta ... descubriendo un planeta lejano. Decidió presentar esos primeros dibujos al concurso internacional de ilustración infantil y juvenil de la Feria de Bolonia y fue seleccionado entre cientos de candidatos. Tres años después consiguió convertirse en el primer español en ganar el prestigioso certamen.
No obstante, tras ese primer impulso, es primer proyecto de álbum quedó varado. «No conseguía rematarlo. También era un trabajo poco habitual, por fondo y por forma. Las ilustraciones gustaban mucho, pero a nivel comercial, era arriesgado», explica a ABC. Marsol necesitó el empuje de César Sánchez, editor de Fulgencio Pimentel, donde ya había publicado otros trabajos, para rescatarlo del cajón casi diez años después. Terminar de fraguar esta deliciosa fábula con aires de 'El Principito' y 'Solaris' fue otro cantar.
'Somos polvo de estrellas reflexionando sobre estrellas', decía Carl Sagan. El ilustrador quería atrapar esa esencia en 'Astro', junto a las reflexiones y emociones que le suscita mirar al cielo. Para ello, en sus alegóricos dibujos enhebró las preguntas metafísicas («¿Por qué hay algo en lugar de nada?» «¿De qué sirve estar vivos?» «¿Qué hay al final de todas las cosas») con los sentimientos que despertaron en él la pérdida de su padre cuando era niño.
![Imagen principal - 'Astro', la odisea que convirtió a Manuel Marsol en una de las figuras de la ilustración en nuestro país](https://s3.abcstatics.com/abc/www/multimedia/cultura/2023/10/11/marsol-2-kMBG-U11022522702oJc-758x470@abc.jpg)
![Imagen secundaria 1 - 'Astro', la odisea que convirtió a Manuel Marsol en una de las figuras de la ilustración en nuestro país](https://s1.abcstatics.com/abc/www/multimedia/cultura/2023/10/11/marsol-4-kMBG-U36030142154CHn-464x329@abc.jpg)
![Imagen secundaria 2 - 'Astro', la odisea que convirtió a Manuel Marsol en una de las figuras de la ilustración en nuestro país](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/cultura/2023/12/23/marsol-3.jpg)
«Pensaba que no iba a haber forma de meterle mano. Normalmente creo mis obras de manera muy acumulativa, y para esta tenía demasiado. Era bastante difícil manejar todo. En la pandemia hubo un nuevo estancamiento, pero lo dejé reposar y después fui más consciente de sus fortalezas, de sus sorpresas. Y, nada, en una semana, junto a César Sánchez supimos darle ese toque. Fue el momento en el que estuvimos los dos convencidos de que es la obra que yo quería hacer y que él creía que yo podía hacer».
Fiel a su voz creativa, Marsol no se conforma en 'Astro' con contar una historia, sino que inventa una manera única de contarla. Una corriente opuesta a la de «aquellos compradores, por ejemplo los padres, que están tomando el álbum como un medio que sirva de algo para sus hijos, que tenga una utilidad práctica. Libros para aprender tal o cual cosa, para tolerar, para reciclar, etcétera. Se sobrepublica en este sentido». A su juicio, el peligro de esta tendencia es conseguir el efecto contrario al que se persigue: desincentivar la lectura.
«Uno no se encanta con un panfleto ni con un manual, eso no deja huella. Uno se encanta mirando a las estrellas, con un bosque oscuro y la niebla al amanecer, con dos tortugas que quieren el mismo sombrero, con tres erizos que roban manzanas de un huerto», señala. Por ello, el ilustrador piensa que «el gran valor del álbum ilustrado está en el deleite artístico, estético y literario. Nada más y nada menos».
Esa es la razón por la que este álbum ilustrado, a pesar de venir «del más allá de la memoria infantil, de donde vienen los tesoros de la infancia», no está destinado solo a los niños, si no más bien a lectores con cierta sensibilidad, dispuestos a ir hacia atrás y hacia delante, a rellenar los huecos con su imaginación. La verdad encerrada en el proyecto, su fuerte simbolismo, ha hecho que Marsol deje los primeros dibujos, a pesar de que, a ojos expertos, se pueda romper la unidad estética. «Puede que no sea redondo, pero tampoco sabía cómo copiar al que fui hace 10 años y no me interesaba», confiesa.
Además de compilar su evolución estética, 'Astro' recoge los temas que han marcado su trayectoria en la ilustración: «Veo este trabajo y pienso que de ahí sale un poco todo lo demás. Hay un interés por la creación de un mundo, la idea de la miniatura (lo asocio mucho a cuando, de niño, jugaba con un juguete y lo movía por un paisaje), los videojuegos (el personaje va avanzando hacia la derecha), el interés por el paso del tiempo y cómo lo percibimos... Tiene un valor simbólico muy fuerte para mí. También veo todas esas dudas, todas esas frustraciones y toda esa voluntad de que al final exista».
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