Ai Weiwei arremete contra el Gobierno chino

El artista acusa a las autoridades de negar a los ciudadanos sus derechos básicos en un artículo publicado en «Newsweek»

Ai Weiwei arremete contra el Gobierno chino REUTERS

REUTERS/EP

El artista y disidente chino Ai Weiwei ha criticado por primera vez al Gobierno chino desde su puesta en libertad a finales de junio, acusando a las autoridades de negar a los ciudadanos sus derechos básicos. En un artículo publicado el domingo por la noche en la web del semanario «Newsweek» , cuya detención generó una ola de críticas a nivel internacional, afirma que Pekín es una «ciudad de violencia» .

Asimismo, critica al Gobierno por la creciente corrupción, el sistema judicial y su política de trabajadores inmigrantes, cuestiones todas ellas que han generado tensión social en China . El comentario de Ai Weiwei pone de manifiesto su creciente impaciencia por los estrictos términos de su puesta en libertad en junio tras 81 días de detención.

El artículo supone, además, un reto a Pekín sobre cómo gestionar al disidente más conocido del país. «Cada año millones de personas vienen a Pekín para construir sus puentes, carreteras y casas (...) son los esclavos de Pekín», escribe Weiwei. «Viven de ocupas en estructuras ilegales, que Pekín destruye mientras sigue expandiéndose. ¿Quién es propietario de las casas? Estas pertenecen al gobierno, a los jefes del carbón, a los jefes de las grandes empresas. Vienen a Peín para dar regalos y los restaurantes, karaokes y saunas son muy ricos como consecuencia de ello», agrega.

Las consecuencias del artículo

Contactado por Reuters este lunes, Ai Weiwei ha confirmado que ha escrito el artículo publicado en «Newsweek» y ha explicado que se basa en sus impresiones de cómo es la vida en Pekín. En este sentido, ha dicho que desconoce las consecuencias que pueda tener. En el artículo, Ai Weiwei, de 54 años, también hace alusión a su periodos de detención en secreto, afirmando que «lo peor de Pekín es que uno nunca puede confiar en el sistema judicial».

«Mi terrible experiencia me hizo entender que en esta fábrica, hay muchos lugares ocultos donde ponen a personas sin identidad», señala. «Solo tu familia llora por tu desaparición, pero uno no puede conseguir respuestas de las autoridades o incluso a los más altos niveles, el tribunal o la Policía o el jefe de la nación», añade. «Mi mujer ha estado escribiendo este tipo de peticiones cada día, haciendo llamadas telefónicas a la comisaría cada día. ¿Dónde está mi marido? Decidme dónde está mi marido. No hay ningún documento, ninguna información», lamenta.

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