Suscríbete a
ABC Cultural

El gran engaño de la pintura

El Museo Thyssen revisa siete siglos de trampantojo en la Historia del Arte con una exposición que reivindica lo complejo y sofisticado de este género

'Bodegón en trampantojo', de Samuel van Hoogstraten KARLSRUHE, STAATLICHE KUNSTHALLE

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Plinio el Viejo narraba en su 'Historia natural' el caso de dos pintores, Zeuxis y Parrasio , que decidieron medirse en un concurso pictórico para comprobar quién era el más virtuoso. El primero pintó unas uvas tan reales que hasta los pájaros ... se acercaron a ellas para picotearlas. El segundo optó por unas cortinas. Zeuxis le pidió que las descorriera para ver su trabajo. Cayó en la trampa de Parrasio: la cortina era la pintura. Resultó claro vencedor. Zeuxis había logrado engañar a unos pájaros; Parrasio, a un pintor. El trampantojo (palabra que procede del francés 'trompe l'oeil' y que significa engañar al ojo) ya estaba presente en la Antigüedad clásica. El propio Platón escribe en 'La República': « Todo lo que engaña seduce ».

Artículo solo para suscriptores

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación