‘La gran belleza’ de Miró confirma el momento del arte español en Reino Unido
Comisariada por Javier Molins, la muestra recoge cuarenta obras de 1931 a 1981 y ha sido trabajada mano a mano con Joan Punyet Miró

Es posible que los franceses, extasiados como Manet en su descubrimiento del Prado, fueran los primeros en revelar al mundo la grandeza de la pintura española. La Gran Bretaña de hoy, sin embargo, parece querer igualar ese fervor primero. Ciertamente, siempre ha habido en Inglaterra ... un culto secreto a Murillo , por ejemplo, y en Apsley House, la casa de los duques de Wellington en el número uno de Piccadilly, siguen colgados los tres Velázquez del llamado «regalo español» de Fernando VII al vencedor de la batalla de Vitoria. Y, por supuesto, entre Goyas y Zurbaranes, la National Gallery de Londres , ahora bajo el mando del hispanófilo Gabriele Finaldi, luce una obra mayor de nuestra historia pictórica: la velazqueña Venus del espejo. Pero ha habido un déficit histórico de presencia, así como un amplio desconocimiento de periodos del arte español: nuestra pintura antigua, la decimonónica o la de posguerra, por citar algunos.

Como confirma, sin embargo, la recientemente inaugurada muestra 'La gran belleza' de Joan Miró en la Newlands House de Petworth, hay una curiosidad y una frecuencia de arte español que antes no había en Gran Bretaña. Solo en los últimos años, instituciones de importancia global como la National Gallery o la Wallace Collection han dedicado exposiciones individuales a Sorolla -la propia National Gallery adquirió uno-, Goya o Bartolomé Bermejo. La Royal Academy triunfó con su Picasso antes de la pandemia y prevé nuevas exposiciones de tema español para años venideros. La asociación ARTES y el nuevo centro de investigación Zurbarán Centre, de la Universidad de Durham, han lanzado este año la mayor serie de seminarios sobre arte español que se recuerda en Reino Unido. Y antes de 2022 estará terminado un museo, también en el condado de Durham, íntegramente dedicado a pintura española, la Spanish Gallery impulsada por el coleccionista y mecenas Jonathan Ruffer.
Entorno clásico
El comisario de 'La gran belleza', Javier Molins , señala el valor que tiene, por fin, inaugurar una exposición una vez algunas de las restricciones de la pandemia se han suavizado. «Nos ha demostrado que estar frente a frente con una obra de arte es insustituible», apunta, al tiempo que subraya lo oportuno del artista y del momento: la retrospectiva mironiana «es un antídoto de optimismo tras el reciente confinamiento (…) tras vivir crisis como la de la Gripe española o la Guerra Civil , su arte no dejó de expresar un anhelo de paz y de optimismo». La muestra, que recoge cuarenta obras de 1931 a 1981, ha sido trabajada mano a mano con Joan Punyet Miró , descendiente del artista, quien ha ofrecido un encuentro en línea con el público británico, ahondando en las muchas disciplinas que trabajó Miró, del grabado al dibujo, presentes en Newlands House.

Si hace diez años, la Tate Modern dedicó una amplia exposición al pintor catalán, en esta ocasión, uno de los atractivos de la muestra -abierta hasta mediados de julio- es, según Molins, «la intimidad que evoca». Y, también, el diálogo entre las esculturas mironianas y el propio espacio museístico: Newlands House , una mansión georgiana al sur de Londres, en el corazón de la campiña inglesa. Arquitectura clásica británica para un visionario de la vanguardia pictórica española, en un museo fundado en 2020 que ha decidido dedicar una de sus primeras muestras al pintor de los pájaros, las estrellas y las lunas.
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