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Seis siglos del mejor retrato real en España se dan cita en Palacio

«La Familia de Juan Carlos I», de Antonio López, que ha tardado 20 años en ver la luz, estrella de la exposición «El retrato en las Colecciones Reales»

Seis siglos del mejor retrato real en España se dan cita en Palacio ERNESTO AGUDO

NATIVIDAD PULIDO

Día grande en el Palacio Real de Madrid . A mediodía, en la Plaza de la Armería, relevo solemne de la Guardia Real, que conmemora el 20 aniversario de la reanudación de esta tradición. Desfilan lanceros, alabarderos... Una hora antes era desvelado, esta vez dentro de Palacio, el secreto mejor guardado de la Corona: el retrato de la Familia de Juan Carlos I que Antonio López ha realizado en los últimos 20 años . Había tanta expectación por verlo que la prensa empezó el recorrido por el final. Por la sala XII, donde cuelgan solo dos cuadros: el de Antonio López, que acaparó todas las miradas , comentarios –a favor y en contra, que de todo hubo– y flashes, y «El Príncipe de Ensueño», de Dalí .

Pero en las once salas anteriores hay otras 112 obras, lo mejor de lo mejor de Patrimonio Nacional . La exposición, patrocinada por la Fundación Banco Santander y que estará abierta hasta el 19 de abril de 2015, supone un recorrido por seis siglos del mejor retrato en las colecciones reales españolas. Reyes, Reyes y más Reyes, mires donde mires. Una cumbre real de altura. Los hay con corona y manto de armiño, pero también retratos íntimos y familiares; los hay soberbios y enfermizos, agraciados y difíciles de mirar, con uniformes y hábitos religiosos... Los hay de frente, pero también de espaldas. Juan Bauzil tuvo la osadía, y la originalidad, de pintar a un Monarca, Carlos IV, de espaldas.

Variedad y riqueza

La espléndida selección de piezas da una idea de la variedad y riqueza del género del retrato en España. Y no solo en pintura (48 obras). También hay esculturas, dibujos, grabados, tapices, porcelanas... Isabel la Católica, tan de moda gracias a la serie de Televisión Española , da la bienvenida al visitante. Es una de las joyas de la exposición. Juan de Flandes pintó el excepcional retrato de una Reina madura, el más fidedigno de cuantos se conocen. Las cuatro primeras salas están dedicadas a los Trastámara y los Austrias. De ellas se ha ocupado la comisaria Carmen García-Frías. Muy cerca, otro icono: Felipe II retratado por Antonio Moro . Es una imagen que se fijó como prototipo del Monarca. Los Reyes de la Casa de Austria fueron inmortalizados por Martínez del Mazo, Carreño de Miranda, Claudio Coello...

Una de las sorpresas es el «Don Juan José de Austria a caballo», única pintura ecuestre de Ribera. Sufrió daños muy severos en el incendio del Alcázar de Madrid. Se hallaba en un estado deplorable. Gracias a la restauración, no solo ha aparecido el fondo del cuadro, sino también la firma de su autor. A su lado, una exquisitez: una miniatura de Velázquez . Es el retrato del Conde Duque de Olivares, realizado en óleo sobre papel. Una sala a modo de capilla está dedicada a la devoción de los Austrias: Felipe IV y Mariana de Austria orantes, junto a infantas vestidas de monjas y santas. Costumbre de la época.

La Casa de Borbón

Felipe V sube al trono español en 1700. Es el primer Monarca de la Casa de Borbón, a la que se dedican las ocho salas restantes. De esta parte se ocupa el otro comisario, Javier Jordán deUrríes. Cambia la dinastía, cambia la época y también las modas. El retrato español se afrancesa. Llegan a la Corte pintores como Michel-Ange Houasse, Hyacinthe Rigaud... Carlos III es el único Monarca que ocupa dos salas monográficas en la exposición, lo que da una idea de lo mucho que utilizó el retrato como propaganda de su reinado. Aparece inmortalizado por Maella en un espléndido retrato; en otro genial por Mengs. Con Carlos IV aterriza Goya en la Corte. Y con él, la magia. En una pared lucen los soberbios retratos de Carlos IV cazador y su esposa, María Teresa de Parma, de mantilla.

Seguimos recorriendo la Historia de España, y la historia del retrato en nuestro país. La sala dedicada al siglo XIX es soberbia. Alfonso XIII, pintado por Ramón Casas y Sorolla . Este último lo retrata con uniforme de húsar en el Retiro. Es uno de los seis cuadros prestados para la exposición que son bienes privados de Don Juan Carlos. Junto a él, dos estupendos retratos de la Reina Victoria Eugenia y del Infante Don Juan de Borbón, ambos del genial húngaro Philip Alexius de László; «El Príncipe de Ensueño», de Dalí, y dos retratos recientes de Don Juan Carlos y Doña Sofía, pintados por Hernán Cortés Moreno, que cuelgan en una sala introductoria de la muestra, como homenaje a los Monarcas. Juan Carlos I y Doña Sofía abren y cierran esta gran exposición.

Como explicaban tanto los comisarios como el presidente de Patrimonio Nacional, José Rodríguez-Spiteri, detrás de la muestra hay un gran proyecto de investigación y restauración (se han intervenido 67 obras). En la selección de las piezas solo ha primado un criterio: la excelencia. José Luis Díez, director de Colecciones Reales, advierte que están presentes en la muestra todos los grandes retratistas de Corte en España y todas las tipologías de este género, representadas con obras maestras. Como colofón, el esperado retrato de Antonio López. Decía a ABC el artista que es «un cuadro poderoso, tiene dignidad» . El tiempo, y la crítica, se encargarán de juzgarlo. Eso sí, pone un broche de oro a la mejor tradición retratística española. Dos Reyes más (Don Juan Carlos y Doña Sofía) se sumaron por la tarde, durante la inauguración de la muestra, a esta cumbre tan real como histórica.

Seis siglos del mejor retrato real en España se dan cita en Palacio

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