Aprueban obras de emergencia en la Biblioteca Nacional
El presupuesto para realizar estos trabajos es de 1.914.950 euros y el plazo de ejecución previsto es de once meses
El Consejo de Ministros aprobó este martes la ejecución de obras de emergencia en la Biblioteca Nacional de España (BNE). El objetivo de los trabajos es reparar la impermeabilización de las cubiertas y otros elementos constructivos de las sedes de Madrid y Alcalá de Henares, ya que en ambos edificios se han detectado varias humedades y goteras, según ha podido saber ABC. El presupuesto, que sale del Ministerio de Cultura, es de 1,9 millones de euros, y el plazo de ejecución previsto es de once meses. En principio, estas reparaciones no afectarán a los usuarios, ya que las salas de lectura y consulta no se han visto dañadas. Pero la última palabra la tienen los arquitectos, que tendrán que valorar el alcance de los daños.
Aunque desde el Ministerio de Cultura insisten en que «los daños a las infraestructuras de la BNE fueron provocados por la DANA que tuvo lugar los días 3 y 4 de noviembre en la Comunidad de Madrid», fuentes de la BNE aseguran que las goteras son anteriores a aquellas lluvias torrenciales, y que el edificio, que es Bien de Interés Cultural (BIC), necesita una reforma desde hace años. Lo que ha ocurrido, explican, es que los daños se han evidenciado todavía más con los últimos fenómenos meteorológicos.
En la sede central de la BNE se realizarán «diversas intervenciones para abarcar el grueso del espacio afectado por las humedades detectadas en la cubierta», tal y como afirma la nota ministerial. También se intervendrá sobre los lucernarios de los patios y se revisarán todas las bajantes. Del mismo modo, se prevé abordar las principales humedades detectadas en la sede de Alcalá de Henares. Desde Cultura se han negado a precisar el nada más: «No hay más información que la disponible».
Estas obras precederán a la gran reforma de la sede central de la Biblioteca Nacional, que está previsto que se inicie en enero de 2025 y que supondrá un gran cambio para la institución. Los arquitectos ya están redactando el anteproyecto, que tiene sus complejidades por la condición de BIC del edificio.
Estas obras, de mayor envergadura, sí afectarán al público, por lo que 2025 será un año complicado en ese sentido. El propósito de la reforma, que se financiará con fondos europeos, es cambiar la percepción de la BNE y acercarla al público, tal y como contó a ABC Ana Santos, directora de la institución. «Vamos a poner una cafetería exterior, los coches van a desaparecer de la entrada. Queremos crear un jardín. La idea es que la BNE se abra al visitante desde la arquitectura».
La reforma cambiará también la circulación de los visitantes en el interior, además de los patios. El plan es que todo esté listo antes de diciembre de 2026.
De momento, la institución sigue pendiente de la sucesión de Santos, que anunció hace meses su intención de jubilarse.
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