Krishnamurti: el antigurú que renunció a ser el mesías
TIERRA TRÁGAME
Las vidas ejemplares no aparecen solo en los santorales. Un niño al que se tenía por lelo se convirtió en un orador rompedor y complejo
Carlos Franganillo: el salto ¿adelante? de un todoterreno de la información
![Jiddu Krishnamurti](https://s3.abcstatics.com/abc/www/multimedia/cultura/2024/01/02/ImagenJiddu_Krishnamurti_01-RlvnEmu4BJzsciKlUcJqm7L-1200x840@abc.jpg)
Mientras los Reyes Magos se encaminan en camello ecológico hacia el portal de Belén sirviéndose de una estrella por 'guÍA', no es mal momento para recordar una historia extraordinaria de libertad en 'capital letters' protagonizada por Jiddu Krishnamurti, el Bob Dylan del autoconocimiento ... en gira interminable durante medio siglo, se pateó el globo dando charlas para que al menos una persona cambiara su manera de pensar. Duda si lo consiguió.
Cuanta Mary Lutyens, en su trilogía biográfica sobre el antigurú, que C. W. Leadbeater, gerifalte de la Teosofía, una movimiento fundado por Madame Blavatsky en el siglo XIX que mezclaba varias religiones (cristianismo, budismo e hinduismo) y ciencia, con su pata esotérica, fue un día de 1909 a bañarse a la playa de Adyar (la India) y descubrió un niño con «el aura más hermosa que jamás había visto, sin una partícula de egocentrismo».
El pequeño Krishna, de 14 años, difícilmente pudo impresionarle por su apariencia física: desnutrido, sucio, las costillas traslucían hasta el hueso, tos crónica, dientes torcidos, destacaba, es un decir, «por su expresión vaga, tenía el aspecto de un retardado mental». Visto, quizá, como un cerebro fértil para adoctrinarle en las corrientes teosóficas, se le designó, y no es broma, como el vehículo humano de Dios, el nuevo instructor del mundo, el nuevo Jesucristo, el nuevo Buda, el nuevo Maitreya, en esos términos lo determinaban; el que debía marcar una nueva era.
Y rápido se le envió a Inglaterra para formarse, con las mayores atenciones y dispendios a su alrededor, se fundó la Orden de la Estrella de Oriente, una gran organización internacional con miembros en cada país divididos por Logias, en una sociedad teosófica que contaba con 16.000 miembros en todo el orbe, y que vivió su cisma con este peliagudo asunto místico (Rudolph Steiner rompió con la Sociedad en 1913 y fundó la Sociedad Antroposófica. Sin embargo, la Sociedad Teosófica se recobró del golpe y en 1928 llegó a los 45.000 miembros).
Entre los teósofos se descontaba que 'el incondicionado' iba a perturbar su manera de ver el mundo, tal cual hiciera Jesucristo, y tenían que ser abiertos y flexibles a sus enseñanzas. Lo que no esperaban era que tanto. En 1929, Krishnamurti llegó al campamento de Ommen (Holanda) ante 3.000 miembros de la Estrella y renunció a su futuro cargo de mesías. ¿Por qué? Porque «la Verdad es una tierra sin caminos y no es posible acercarse a ella por ningún sendero, ninguna religión».
Y siguió: «Por 18 años han estado esperado a alguien que transformara por completo sus vidas y las elevara a un nuevo plano y vean ahora lo que está sucediendo. Se han acostumbrado a que se les diga cuánto han avanzado, cuál es el grado espiritual que poseen. ¡Qué niñería! Solo estoy interesado en una cosa esencial: hacer que el hombre sea libre, deseo liberarlo de todas las jaulas». La cara de su descubridor debió ser un cuadro. Quizá, incluso, de satisfacción.
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