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Andrés Trapiello: «La ficción no suplanta la historia, le da más sentido»
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El escritor presenta su más reciente novela 'Me piden que regrese' (Destino), que está ambientada en el Madrid de los años cuarenta
Andrés Trapiello: «Jamás he ajustado cuentas en los diarios»
![Andrés Trapiello ambienta su nueva novela en el Madrid de los espías.](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/cultura/2024/10/09/TRAPIELLO_TANIA-RQIC4OAYRaBnKWqtZQ8QbiP-1200x840@diario_abc.jpg)
Madrid, año 1945. La segunda guerra mundial está a punto de terminar, Alemania va camino de ser derrotada y sus aliados buscan recolocarse cuando un joven español identificado como Benjamin Smith llega desde Lisboa con una misión del servicio secreto estadounidense: deshacerse de un jerarca ... del franquismo. En esa ciudad en la que conviven las fiestas del Palace y los trajes de Balenciaga con los presos conducidos a pie por la Gran Vía, la miseria y el estraperlo, este espía conocerá a Sol Neville, una elegante, hermosa e inteligente aristócrata.
Esta es la novela de amor, espionaje y aventura que lleva treinta años escribiéndose en la cabeza de Andrés Trapiello. Se trata de 'Me piden que regrese' (Destino), un volumen que acaba de llegar esta semana a las librerías y que el autor ha presentado en Lhardy, refugio de aquel remoto Madrid de agentes secretos, calabozos y delatores. En estas páginas Trapiello se vale de la «ficción pura», para atajar las verdades humanas. «Para escribir esta novela, era necesario escribir todos los libros anteriores, incluidos sus diarios y ensayos», asegura el director editorial de Destino Emili Rosales al momento de explicar cuál es la importancia de esta novela en su catálogo y en la obra de Trapiello.
Barojiana
El sustrato de 'Me piden que regrese' se pierde en el tiempo hasta llegar a 'La noche de los Cuatro Caminos' (2001), una novela que Andrés Trapiello dedicó a los maquis en Madrid. Fue justo en ese tiempo cuando el escritor encontró muchos de los catalizadores que lo trajeron hasta aquí. «Hace treinta años, en uno de mis diarios, hablaba de la novela que me gustaría escribir. Pues es ésta, una novela de las dos Españas donde está integrado aquello que en los libros de historia aparece reflejado por separado en bandos. No sé si escribiré más novelas, una o ninguna quizá, pero sí puedo decir que es con la que estoy más conforme», explica.
Esta historia está hecha de la decantación de sus pesquisas por el Rastro, su radiografía de la España de 'Las armas y las letras' e incluso por los pasos perdidos de sus dietarios, libretas y anotaciones. «La historia es una vasija rota a la que le falta el sentido siempre y es ahí donde entra la ficción, porque da sentido a lo que no lo tiene. El lector necesita y busca un sentido, introducción nudo desenlace y de esa búsqueda sale algo: conocernos mejor, saber adónde queremos ir. La lectura de las novelas nos hace mejores que la lectura de la historia. Acudimos más a Galdós que a los libros de historia o a las hemerotecas de la época», asegura Andrés Trapiello, para quien este libro se trata de una «historia barojiana», de amor y aventura
No sólo Guerra Civil
«Esta no es una novela de la Guerra Civil, ni siquiera es una novela de la posguerra española», advierte Trapiello. «Aquí la guerra es un paisaje, un decorado que ayuda a entender la trama verdadera, de personajes metidos en la ciudad, personas libres que pertenecen a bandos distintos, a clases sociales distintas y en una sociedad estamental muy rígida, intentará cada uno hacer lo que cree. Aquí ni se blanquea ni se ennegrece, aparece todo con los brillos adecuados, por eso necesitaba dos personajes representativos del drama de España».
En un momento en el que la memoria histórica está, según Trapiello, «en manos de comisarios políticos» que intentan rescribir la historia, la ficción permite acceder al universal humano. «La ficción no suplanta la historia, le da más sentido. La vida no acaba de ser para nosotros algo firme y la ficción es lo único que tenemos como un ancla. Es una paradoja, ese punto de irrealidad de la ficción s lo único que tenemos cierto y lo único consolador», zanjó Andrés Trapiello.
Ficción
Su novela más reciente salió hace diez años: 'El final de Sancho Panza y otras suertes'. Entre medias, el escritor publicó los libros 'Madrid', 'El Rastro' y 'Madrid 1945', en cuyas páginas retomó las investigaciones que en 2001 lo llevaron a escribir 'La noche de los cuatro caminos'. Además de su traducción del Quijote al castellano contemporáneo, Trapiello se ha dedicado a la escritura de la serie 'El salón de los pasos perdidos', esos dietarios a los que se refiere como una «novela en marcha» y de los que Alianza publicó hace poco 'Fractal', una antología que reúne alrededor de mil quinientas de las más de quince mil páginas que conforman este ciclópeo proyecto literario.
En los 25 libros de esa colección está encuadernada la vida cultural de España, con todas sus grescas. En esas páginas está la magdalena de Trapiello. «Quise que mis diarios se pudiesen leer como novelas sin dejar de ser diarios», aseguraba el autor y premio Mariano de Cavia 2022. Andrés Trapiello se retrató a sí mismo y al tiempo al que pertenece usando para ello muchos géneros literarios: la novela, el ensayo o la poesía hasta la crónica de actualidad, la intimidad de los amigos y la ficción, que ahora retoma en 'Me piden que regrese' (Destino). Y lo hace, además, con la que es prácticamente su musa: Madrid, ciudad en la que vive desde 1975. «Es mi casa paterna y materna donde me he hecho como persona y como escritor».
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