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ABC Cultural

El viaje a ninguna parte de Álex de la Iglesia

Portazo del cineasta en vísperas de los Goya por su desacuerdo con una ley antidescargas que antaño defendía

El viaje a ninguna parte de Álex de la Iglesia JOSÉ ALFONSO

INÉS MARTÍN RODRIGO

Como si de un personaje de sus películas se tratase, Álex de la Iglesia ha dejado boquiabierto al mundo de la cultura en general y del cine en particular al anunciar ayer su dimisión como presidente de la Academia de Cine . Sin luz ni taquígrafos, el cineasta decidió poner punto y final a su mandato por la puerta de atrás que le ofreció un medio de comunicación. ¿La causa? Su desacuerdo personal con la ley Sinde, resucitada hasta su aprobación con el acuerdo de PSOE, PP y CIU después de que dicha norma fuera rechazada en el Congreso el pasado 21 de diciembre.

Fue curiosamente ese día cuando comenzó el peculiar idilio de Álex de la Iglesia con la blogosfera, al erigirse como único creador que se atrevía a manifestar su opinión en internet. Una opinión que, en un principio, se mostraba tan favorable a la ley que incluso llegó a publicar una Tercera en este periódico titulada «El barco de los piratas» . Pero el argumento del cómico Álex comenzó a virar el día que decidió reunirse con «representantes» de la Web en la Academia de Cine (que hoy aún preside) para «acercar posturas».

Tanto se acercaron las posturas que el coqueteo mutó en romance y el ya hiperactivo «tuitero» @AlexdelaIglesia se convirtió en uno de los personajes más aclamados de la Red. Pasaron las Navidades y, con el cuerpo de la ley Sinde esperando en la sala de reanimación política, se dieron a conocer las candidaturas a los Goya. «Balada triste de trompeta» , la película del presidente De la Iglesia, recibió 15 nominaciones y la polémica empezó a cocerse a fuego lento.

El propio cineasta se encargó de avivar dicho fuego al manifestar que se planteó retirar la cinta de competición... y hasta dimitir . Primera llamada de auxilio de un presidente sin apenas tiempo para rodar y encorsetado en «un cargo no remunerado que genera disgustos y tensiones, no es un cargo fácil, que ocuparía por sí solo las 24 horas del día», según sus palabras.

De la Iglesia habría participado en la elaboración de una alternativa a la ley Sinde

Álex de la Iglesia habría participado en la elaboración de una alternativaEstas palabras suponen una pieza que parece encajar a la perfección en el complejo puzzle que es su salida como presidente de la Academia. Aunque tal vez la clave tenga bastante que ver con la sempiterna ley Sinde, ya que Álex de la Iglesia habría participado en la elaboración de una alternativa a dicha norma que se fraguó el pasado fin de semana. Dicha redacción alternativa, también auspiciada por el abogado David Maeztu, fue presentada a PP y PSOE, según ha podido confirmar ABC, y ambos partidos la rechazaron frontalmente. Rechazo que no habría gustado nada al cineasta, hasta el punto de acusar al PSOE en Twitter de «no dialogar en la Red» y al PP de «enfangar la situación».

Si bien la decisión de Álex de la Iglesia le ha convertido en un héroe en la Red y hasta hay internautas que le quieren como ministro de Cultura , no deja de soprender en la industria del cine. Hay quien considera que el error del cineasta fue reunirse con la blogosfera, pues era un papel que no le correspondía (no tenía ningún tipo de vinculación política) y hasta creen que ha recibido presiones desde determinados sectores de la Web y de ahí su cambio radical de opinión. En la propia Academia no terminan de dar crédito a una historia que «hace un flaco favor al cine español» en un año tan importante como este, en el que se celebra el 25 aniversario de la institución. No se entiende cómo Álex decide dar un portazo sin dar ninguna explicación oficial (se enteraron como todos, en los medios), pudiendo haber esperado a la gala de los Goya. El año pasado fue vitoreado por sus colegas, tanto por su discurso (sin tintes políticos pero directo al grano del asunto, la creación) como por haber logrado lo imposible: el retorno a los Goya del hijo pródigo, Pedro Almodóvar.

Eclipse total del cine

Notas de color de un mandato tan positivo como productivo (al menos hasta ahora) que comenzó el 21 de junio de 2009 y que, según parece, acabará el próximo 14 de febrero, aunque debería haber durado tres años. Lo cierto es que, al cierre de esta edición, la Academia que aún preside no había tenido noticias suyas y se mostraba decepcionada y sorprendida.

Con su particular rabieta Álex de la Iglesia ha logrado eclipsar la conmemoración de los 25 años de la Academia de Cine (está claro que hasta los Goya no se va a hablar de otra cosa), la decepción de Icíar Bollaín (quien deberá recoger su testigo como vicepresidenta, según los estatutos) con «También la lluvia» y hasta la nominación al Oscar de Javier Bardem. Algo que no lograría ningún estreno cinematográfico mundial.

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