La barbitúrica de la semana
El ojo de la tribu
El fotógrafo Jeosm publica el libro ‘El barrio: resistir en pandemia’, un ensayo fotográfico de la compasión y la solidaridad

A finales de los años noventa, José Clemente —de ahora en adelante Jeosm, el hombre que mira en blanco y negro—, comenzó colaborar con asociaciones de Villaverde, el barrio en el que vive, el territorio que lo habita. Entonces, Jeosm llevaba a chicos a campamentos. ... Procuraba ofrecerles «un ocio saludable», un intento de educar en la calle, la escuela en la que este fotógrafo y escritor de grafitis aprendió a forjar su propia visión del mundo.
Pasó el tiempo. Jeosm halló trabajo como electricista, operario en una imprenta, camarero... Y en el trascurso de esos años, consiguió vivir de lo que sabe: fotografiar. Lo hace con la rapidez y la precisión de los escritores de grafiti, guerreros acostumbrados a hacer lo suyo a toda velocidad. Por eso Jeosm mira como mira: veloz, preciso. El francotirador que retrata el mundo en cada disparo. Dar en la diana de una sonrisa o un gesto roto.
Cuando llegó la pandemia a llevárselo todo por delante, Jeosm vio a sus vecinos ayudarse, asistirse en el elemental acto de sobrevivir, abrirse paso como buenamente se pueda: con el esfuerzo, el trabajo, las ganas de que el mundo no se vaya al carajo. Sobrevivir. Amparada en la sombrilla de esa palabra, Jeosm identificó un retrato de conjunto. Una foto de familia. Y con ella ha hecho un libro hermoso. Sincero como un puñetazo y cercano como un abrazo. Se trata de ‘El barrio: resistir en pandemia’.
Si de más joven, Jeosm impartió el magisterio de lo que conocía, la calle, ahora nos enseña al resto lo que hace su gente, su tribu, para ayudarse.. Decidió fotografiar, uno a uno, a los que trabaja y se quieren, aunque todo sea un desastre: desde ese operario con su casco hasta la pareja de anciano: él sufre de Alzheimer, pero achucha a su mujer como si recordara. AL fondo, sus nietos miran a cámara. Los cuatro resisten.
«Este libro surgió, como la mayoría de los proyectos creativos, en una terraza de bar con dos tercios de Mahou», escribe Jeosm en las páginas que introducen este libro: retratos acompañados de los testimonios de quienes se muestran en ellos y que llegan a nuestras manos por una iniciativa sin fines de lucro. Si en ‘Guerreros urbanos’ Jeosm fotografió a los grafiteros y en ‘Mujer’ creó una galería de lo que para él era la feminidad, en este libro habla de los suyos, de su tribu, de su barrio. Y lo hace bellamente.
Noticias relacionadas
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete