El socialismo clásico y la economía
-¿Cuánto ha influido Popper en que usted no se sienta más socialista?
-El socialismo me interesó sobre todo a través de la influencia de Russell y su filosofía de la ciencia. Él defendía el socialismo no marxista, el democrático, y me atrajo. Luego fui aprendiendo más economía y me di cuenta de que Russell no sabía gran cosa de esta disciplina, pese a haber leído a los grandes clásicos como Ricardo y Smith. Y esto es una advertencia: cuidado con los intelectuales que son destacados en un campo porque pueden estar equivocados en otros en los que no han vivido. El socialismo tradicional tenía toda una serie de atractivos morales, como su indignación por la miseria, y además, en su forma democrática, durante gran parte del siglo XX fue uno de los poco antídotos contra el fascismo (por eso Popper, pese a estar ya bastante separado del socialismo a fines de los 20 y principios de los 30, no combatió el socialismo revolucionario hasta los años 40). Mi experiencia y análisis me han hecho creer que la mayor parte de la teoría económica del socialismo clásico, teoría esencial, está equivocada. Y que tenía también bastantes peligros de derivaciones no democráticas, como ocurrió en bastantes casos, por sus concepciones globalistas y sus deseos de reforma total. -¿Hay una analogía entre la creencia de Popper en la imposibilidad de unificación final de las fuerzas físicas y la de averiguar las leyes de la sociedad?
-Que él no creyera que se llegaría a una teoría definitiva de todo lo fisico, e incluso que si se llegaba no lo pudiéramos reconocer, es porque él tenía una tendencia a lo que llamaba falibilismo, como si hubiese en el mundo físico una búsqueda permanente y no se llegara nunca a una teoría final. Eso no está justificado, es posible que lleguemos a una teoría final del universo que conocemos. Las leyes físicas se conocen bastante bien hasta las primeras fracciones de segundo del Big Bang. Las zonas de incertidumbre no son más que unas fracciones de segundo para un universo que parece tener unos 14.000 millones de años. Eso es sorprendente. Por eso no tiene justificación que él creyera que no se llegaría nunca. En cambio, en la sociedad es distinto, allí no hay leyes de evolución general.
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