Suscríbete
Pásate a Premium

Los secretos rescatados de la fragata Mercedes

Un recorrido por los llamativos hallazgos al investigar el barco expoliado por Odyssey

Los secretos rescatados de la fragata Mercedes abc

jesús garcía calero

Recuperar la historia olvidada. Romper el sello de los secretos que guardaba la fragata Mercedes, para que no se desvanezcan en el tiempo. Impedir que el expolio de Odyssey Marine Exploration acabara disolviendo los detalles de esta historia en el mercado para siempre. Son secretos que el mar guardó 203 años y hoy están a salvo gracias a todos los que buscaron pruebas durante el juicio contra los cazatesoros -algunos no son funcionarios- y a los que han participado en la preparación de la exposición del Museo Naval y del Museo Arqueológico Nacional, organizada por AC/E.

Los documentos

1) Estado de Fuerza y Vida. Nada hacía presagiar tanta muerte a bordo: se perdieron 249 vidas, otras tantas historias. Este documento es el último papel oficial emitido el 7 de agosto de 1804 por el capitán de la fragata, dos días antes de partir y tiene los últimos cambios de oficialidad y de gente embarcada en aquel viaje con terrible final. Apareció hace pocos meses en el archivo familiar de los Alvear, en Montilla (Córdoba) y resulta estremecedor. Hay que recordar que Diego de Alvear viajaba con su numerosa familia pero, por la enfermedad del segundo comandante de la escuadra, tuvo que reemplazarle en Montevideo, justo antes de partir hacia Cádiz. Por ello, cambió de barco y se trasladó a la Medea, junto con su hijo mayor de 14 años. Debió llevar este papel y por eso ha llegado a nosotros. En la Mercedes quedaron su esposa, sus 7 hijos, su sobrino, 5 criados y un amigo de la familia. Todos perecieron en la explosión que él, como su muchacho, contemplaron impotentes desde la Medea.

Pero este documento dice mucho más. Aparte de una revisión final completa de las armas, carga y pertrechos de la nave, tiene en el reverso una información sabrosa: consigna que embarcan con permiso, también, cinco particulares más, aunque sin indicar su nombre, así como a la esposa e hija del primer piloto (Ignacio Pano) y la esposa del segundo cirujano (Joaquín Cortadella). Un total de 23 pasajeros que se suman, hasta completar las 323 personas embarcadas, con su comandante, 17 oficiales, 282 de dotación. Hay otro documento, del 2 de agosto con el nombre y empleo de los 17 oficiales. De ellos, solo se salvó un oficial de guerra y un oficial mayor, el teniente de navío Pedro Afán de Rivera y del segundo cirujano Gerónimo Agustino.

2) ¡A la rapiña! Prueba de la decisión del Gobierno inglés de rapiñar la plata del imperio español, de cuya neutralidad en la guerra contra Napoleón desconfiaba, es la octavilla de la fragata Flying Pallas que promete, en nombre de lord Cochrane, parte del botín de los barcos españoles.

Pero había tres hermanos Cochrane. Ese mismo 1804, el primer lord del Almirantazgo que organizó el ataque contra las fragatas españolas había prometido un barco al capitán de fragata Cochrane. Era su respuesta a la petición de un hermano, el brigadier general Cochrane, que además había solicitado para sí mismo un gobierno en América. Lord Melville no olvidó premiar al tercer Cochrane, el contralmirante, al que ofreció un destino «muy lucrativo» y unas diez mil libras procedentes de las fragatas apresadas. ¿Por qué? Porque él era quien había avisado de movimientos militares en Ferrol que convencieron a Londres de que debía apresar los barcos con tesoro. El chivatazo provocó aquel ataque preventivo que acabó con la Mercedes, un Pearl Harbor español de 1804.

3) Los dibujos perdidos de Alvear. El relato más detallado que existe de la batalla está en las anotaciones a los siete dibujos que han aparecido en la casa madrileña de los Alvear. Alcalá Galiano los manejó en su célebre libro pero se desconocía dónde estaban los originales. El relato directo de Alvear está en ellos reflejado, aunque los dibujos deben ser de un hijo suyo marino.

4) La prueba oculta en Gibraltar. Entre los objetos que Odyssey guardaba secretamente en un almacén de Gibraltar y no quiso devolver hasta el verano de 2012 destaca un puñado de monedas retorcidas. ¿Por qué la precaución de separarlas del resto? Porque eran la prueba evidente de una explosión, la que voló por los aires la Mercedes. Su estado nos habla de la potencia de aquella deflagración.

5) Amenaza misteriosa. «Moriras. Oy o esta noche te mataran o te robaran, Albear». Esa es, literalmente, la amenaza que Diego de Alvear recibió. ¿Por qué la guardó, por qué ha llegado hasta nosotros, si su equipaje iba en la Mercedes? Porque cuando cambió de barco se llevó algunos objetos personales, entre ellos un hatillo de libros bien curioso, la guía turística del Buenos Aires de 1803 y libritos de efemérides astronómicas. No sabemos a qué respondía el anónimo, y nunca lo sabremos.

6) Relato de Bustamante y de Tomás de Iriarte. Otros relatos de la batalla han sobrevivido. Bustamante lo escribe en Plymouth, enfermo, dos días después de llegar detenido con la Medea. Iriarte era un niño de 10 años en 1804 que relata lo sucedido en sus memorias cuando tiene 70 años. Juntando todos, alcanzamos a imaginar, humanamente, lo que aquello fue.

Los secretos rescatados de la fragata Mercedes

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación