Un informe para romper clichés sobre los mayores de 55 años: activos, emprendedores y con mucho que aportar
Fundación MAPFRE presenta su IV Mapa de Talento Sénior para romper clichés y prejuicios sobre la participación en el mercado laboral de los mayores de 55 años
Los mitos y prejuicios tienen profundas raíces en la psicología humana, y solo los datos y el análisis riguroso permiten deshacerse de ellos. Fundación MAPFRE, a través de su Centro de Investigación Ageingnomics, lleva varios años empeñada en esta tarea en lo relativo a la importancia económica de los sénior, la población de más de 55 años. A esta cohorte de población, que tendrá cada vez más protagonismo en sociedades que están ganando longevidad, el centro de estudios le ha dedicado ya cuatro Mapas de Talento, el último centrado en la brecha de género dentro de este colectivo.
Este fenómeno se define como la postergación que históricamente ha venido sufriendo la mujer en numerosos ámbitos sociales y económicos, se ha ido reduciendo paulatinamente en los últimos años. Sin embargo, constata el informe, entre los sénior esta brecha muestra mayor resistencia a la extinción: aún hay importantes diferencias en materia de salarios, empleo, desempleo y emprendimiento. Pero lo primero es poner en contexto y dar cifras sobre este grupo de población y su participación en el mercado laboral.
Tal y como refleja el estudio de Fundación MAPFRE, rompiendo así el primer cliché, la población sénior presenta unos datos de actividad superiores incluso a los de los jóvenes. En total, hay más de 5 millones de sénior activos en el mercado laboral-lo que supone una quinta parte de todas las personas activas en España-mientras que en las cohortes más jóvenes son 3 millones. De esos 5 millones de sénior que aportan su esfuerzo en el mercado laboral, más de un millón lo hacen como autónomos. En el caso de los jóvenes menores de 29 años, la cifra ronda los 180.000. No solo los sénior están más activos de lo que pensamos, sino que son tanto o incluso más emprendedores que los jóvenes.
La población sénior presenta unos datos de actividad superiores incluso a los de los jóvenes
Año tras año, los datos del Mapa de Talento sénior destacan la proactividad y el emprendimiento de este grupo poblacional. Pero el estudio no cae en la autocomplacencia y en la edición de este año, los hallazgos indican que, por desgracia, es mayor en esta cohorte la brecha de género en el ámbito laboral. Tal y como se desprende de este estudio Centro de Investigación Ageingnomics, a más edad aumenta la brecha salarial; disminuyen el número de directivas y mujeres en puestos de responsabilidad y también el nivel de formación en la población femenina.
Mayor diferencia de género a más edad
En este sentido, lo primero que constata el informe es que sigue habiendo más hombres activos y ocupados que mujeres. En todos los tramos de edad sénior, las tasas de actividad y ocupación femeninas son inferiores a las masculinas. La tasa de actividad de los hombres sénior se sitúa alrededor del 40%, mientras que en las mujeres de esa misma franja de edad la tasa es diez puntos inferior. Esto sucede a pesar de que las mujeres presentan niveles de educación superior, muy especialmente en de formación universitaria.
Es cierto que el mercado laboral de los mayores va progresivamente feminizándose. Entre 2008 y 2023 la ocupación de las mujeres creció más que la de los hombres, reduciendo la diferencia entre ambos sexos, que hoy es inferior a medio millón de personas. Hace dieciséis años los hombres representaban el 65% de los ocupados sénior, mientras que en 2023 el porcentaje había descendido hasta el 55%.
En líneas generales, ellas trabajan menos por cuenta propia y más en las actividades a tiempo parcial y en el sector público. De hecho, hay casi el doble de hombres sénior que de mujeres dados de alta como autónomos. Solamente un 38% de los sénior autónomos son mujeres.
Hay algunos sectores-sanidad, educación, hostelería-en el que los empleos sénior los ocupan mujeres hasta en un 90%. Ocurre lo contrario en los proyectos de emprendimiento vinculados con la tecnología, donde la presencia masculina entre los sénior es aplastante. El informe recoge que, entre los proyectos de emprendimiento sénior con un nivel tecnológico medio o alto, solamente el 8,7% son iniciativa de mujeres.
Todo esto repercute en el salario recibido por mujeres y hombres, dando lugar a que la mayor brecha salarial entre hombres y mujeres se de en los senior. Aunque esta diferencia ha ido atenuándose en la última década, la brecha salarial entre hombres y mujeres sigue estando por encima del 14% en los mayores de 55 años. En 2016 esta brecha presentaba puntuaciones por encima del 22 %.
La brecha salarial es mayor entre los sénior que en cualquier otro grupo de población
Si nos fijamos en las tasas de desempleo, también las mujeres se llevan la peor parte. Mientras que en 2008 ellos presentaban datos de paro mayores que los de las mujeres, en 2023 las tornas han cambiado. Tanto en cifras absolutas como relativas, las mujeres padecen más el desempleo con independencia de su nivel educativo.
Año tras año, el Mapa de Talento Sénior incluye también aspectos positivos y posibles medidas para paliar las desigualdades. En esta ocasión, el informe ha detectado hasta cinco estrategias diferentes implementadas por un buen puñado de empresas con el objeto de retener y fomentar el talento sénior femenino. Para las mujeres sigue habiendo numerosos incentivos que las empujan a abandonar su actividad profesional de forma prematura: falta de motivación por la ausencia de desarrollo profesional o su implicación en los cuidados de familiares.
Esto se manifiesta, por ejemplo, en la escasa representación femenina en los puestos de dirección de las compañías. El número de hombres que ocupan este tipo de cargos son dos veces y media más que de mujeres. Ellos llegan a estos puestos tras años de experiencia, conocimientos y agenda relacional, a la que ellas deben renunciar a edades tempranas, con frecuencia para dedicarse a los cuidados. “Es una diferencia que se reduce”, constata el estudio, “pero a la que quedan muchas jornadas para alcanzar una mayor igualdad”.
Para tratar de remediar esta situación, el informe incluye una serie de recomendaciones como fomentar los trabajos a tiempo parcial, incentivar el trabajo autónomo, buscar fórmulas para sacar de la economía sumergida los trabajos de cuidados o instaurar medidas para garantizar el reciclaje de las profesionales mayores con programas de formación.
“En esta capa de población”, concluye Antonio Huertas, presidente de Fundación MAPFRE, “sigue siendo importante, por desgracia, la brecha entre hombres y mujeres en materia de pensiones; en el impacto de los cuidados, tanto en los cuidadores como en quienes los reciben; y en el nivel de integración y de las condiciones de la mujer mayor de 55 años en el mundo laboral”.
En términos generales, el informe arroja una imagen positiva y esperanzadora de nuestro mercado laboral y del papel de los sénior en el mismo. De su lectura se concluye que se trata de un grupo poblacional activo, emprendedor y experimentado, pero aún lastrado por la brecha de género tanto en actividad como en salario y responsabilidad. Sin embargo, los datos avalan que la dirección es la correcta. Paulatinamente esa diferencia va estrechándose, lo que significa avanzar hacia una economía más próspera y una sociedad más justa.