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Mirar más allá de la diabetes: prevención y abordaje del edema macular diabético

El edema macular diabético no solo empeora la visión, sino también disminuye la independencia de quienes lo padecen. Prevenirlo y tratarlo a tiempo es esencial para reducir su impacto tanto en los pacientes como en el sistema sanitario.

Laura Fortuño

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Abres los ojos una mañana y descubres que algo ha cambiado. Los colores ya no vibran como antes. Los contornos de los objetos empiezan a desdibujarse. El marco de la puerta ya no parece estar recto. Y ese reloj que reposa sobre tu mesita de noche ahora muestra una hora ilegible. En la calle, el rostro del vecino que te saluda se convierte en una figura borrosa, imposible de reconocer. Es como si el mundo entero hubiese perdido su nitidez.

Esto, que parece una pesadilla inquietante, para muchas personas es una realidad con nombre y apellido: edema macular diabético (EMD), una patología oftalmológica que no solo empeora la visión, sino también genera inseguridad y falta de  independencia a quienes la padecen. El EMD es una complicación de la diabetes mellitus. La diabetes aumenta la probabilidad de algunas complicaciones oculares como las cataratas o glaucoma pero además, puede derivar en retinopatía diabética o edema macular diabético; este es, por tanto, una complicación de la diabetes  que afecta a la visión y puede causar pérdida de agudeza visual pudiendo aparecer en cualquier fase de progresión de la retinopatía diabética. Visibilizar el edema macular diabético es mucho más que informar sobre una complicación, es entender, prevenir y apoyar, porque cuidar la vista es proteger nuestra manera de conectar con el mundo y con quienes más queremos.

La importancia de la prevención

«El 12,5% de los mayores de 18 años en España tiene diabetes, y de ellos, aproximadamente el 6% presenta edema macular diabético (1). Estas cifras demuestran que se trata de un importante problema de salud, y lo que es peor, se espera un importante ascenso de las personas afectadas en los próximos 20 años por el previsible incremento de la diabetes», explica el doctor Enrique Rodríguez de la Rúa Franch, jefe del servicio de oftalmología del Hospital Universitario Virgen Macarena (Sevilla), quien añade: «Lo positivo es que  conocemos el problema y tenemos información sobre su posible incremento, por lo tanto, tenemos la oportunidad de planificar un esfuerzo de prevención e ir invirtiendo en preparar a nuestro sistema sanitario para afrontar con éxito el incremento de tratamientos».

Visión borrosa, doble, pérdida de contraste o parches flotantes de pérdida de visión son los primeros síntomas que aparecen (2). La progresión de la enfermedad conlleva el empeoramiento de la visión, por eso es importante que las personas con diabetes acudan de manera periódica a sus revisiones con el oftalmólogo, tanto para la detección precoz de patologías oftalmológicas como para conseguir un mejor abordaje: «La frecuencia de las revisiones depende del tipo de diabetes y del tiempo de evolución. Las personas con diabetes tipo 1 deben acudir al oftalmólogo por primera vez a los cinco años del diagnóstico, mientras que las personas con diabetes tipo 2 lo tienen que hacer en el momento del diagnóstico. A partir de ahí, dependiendo del grado de afectación y de si están siendo sometidas a tratamiento, la periodicidad varía. Por ejemplo, si se trata de un edema macular que necesita de terapia intravítrea (inyecciones intraoculares), las revisiones son muy frecuentes al principio y una vez que se estabiliza el proceso comienzan a espaciarse», explica el doctor Dr. Álvaro Fernández-Vega Sanz, jefe de servicio de la unidad de retina y vítreo del Instituto Oftalmológico Universitario Fernández-Vega.

Es importante que las personas con diabetes acudan de manera periódica a sus revisiones con el oftalmólogo, tanto para la detección precoz de patologías oftalmológicas como para conseguir un mejor abordaje.

Sin embargo, muchas veces los pacientes con diabetes no son conscientes de la importancia de acudir de forma periódica al oftalmólogo, especialmente aquellos que llevan más tiempo conviviendo con esta patología crónica: «Es algo comprensible, ya que en ocasiones la información no les llega adecuadamente, o deciden centrarse en cuestiones más inmediatas antes que en posibles complicaciones futuras. Ahí está también la labor de las asociaciones para hacerles comprender la importancia de detectar las complicaciones a tiempo. Además, encontramos una segunda barrera en Atención Primaria, desde donde no siempre se proporciona la información sobre las revisiones oftalmológicas que necesitan», explican desde la Federación Española de Personas con Diabetes (FEDE).

Así afecta el edema macular diabético a las personas y el sistema sanitario

La progresión de esta enfermedad conlleva el empeoramiento de la visión, que a su vez acarrea un impacto importante en la vida de los pacientes, sus familias y la sociedad(3): «El edema macular es una de las complicaciones oculares más temidas de la diabetes debido al impacto que tiene sobre la calidad de vida de las personas que lo padecen. Está considerado como la principal causa de discapacidad visual severa y a menudo incapacita para realizar actividades de la vida cotidiana de manera independiente, como leer, conducir e incluso poder llevar a cabo el autocontrol de la enfermedad. Resulta particularmente invalidante en los casos de afectación bilateral, tiene una gran repercusión en las personas en edad laboral activa y es por ello uno de los problemas de mayor trascendencia sociosanitaria», explica el doctor Álvaro Fernández-Vega, una idea con la que coincide el doctor Rodríguez de la Rúa: «Un estudio(4) publicado recientemente estima que, entre 2021 y 2030, el edema macular diabético supondrá un coste cercano a 20.000 millones de euros en España. Ante estas cifras, parece más que justificada una fuerte inversión en estrategias de prevención, que podrían reducir significativamente tanto el impacto personal como los costos económicos asociados».

Queda mucho por hacer

A pesar de que han mejorado las técnicas de imagen y se han producido avances en el tratamiento, el EMD sigue siendo una de las causas de pérdida de visión en la población en edad laboral de Occidente(5). «A menudo los pacientes desconocen la relación de la diabetes con la aparición del edema macular o la importancia que tiene llevar a cabo un buen control, tanto metabólico como de los factores de riesgo, en el desarrollo de las complicaciones y en la eficacia a largo plazo de los distintos tratamientos. Muchas veces acuden tarde, cuando la pérdida de visión ha empezado a producirse, y no son conscientes de la importancia que tiene ser rigurosos siendo adherentes  con el tratamiento», sostiene Fernández-Vega, que apunta como principales retos para los profesionales de la oftalmología: mantener la visión y mejorar la calidad de vida de los pacientes con edema macular, así como concienciarles de la importancia de controlar bien la diabetes para evitar que las complicaciones avancen y que pueden llevar una vida normal: «Estamos ante una enfermedad crónica y muy invalidante si se deja a su libre evolución, pero que es compatible con una vida normal si se lleva un buen control y se realizan revisiones periódicas».

“Estamos ante una enfermedad crónica y muy invalidante si se deja a su libre evolución, pero que es compatible con una vida normal si se lleva un buen control”. Fernández-Vega.

Rodríguez de la Rúa respalda esta postura al señalar que: «La pérdida de visión en general, y el edema macular diabético en particular (así como el glaucoma, la DMAE, las cataratas, entre otros), no reciben la atención que merecen por parte de la sociedad. Probablemente, esto se deba a que los profesionales que tratamos estos problemas no hemos alzado la voz con suficiente fuerza, quizá porque nuestras jornadas están intensamente ocupadas atendiendo pacientes, realizando investigaciones, entre otras labores. Sin embargo, gracias al papel clave de las asociaciones de pacientes, que han detectado esta falta de difusión, en los últimos años hemos tomado mayor conciencia de que también es nuestra responsabilidad alertar sobre el tremendo impacto de la pérdida de visión en nuestra sociedad, un problema que será aún mayor debido al envejecimiento de la población. Es fundamental transmitir este mensaje. Debemos enfatizar la necesidad de afrontar este enorme desafío, que no solo afecta gravemente la calidad de vida de millones de personas, sino que también puede generar un gasto económico considerable».

En conclusión, la educación de los pacientes sobre la relación entre la diabetes y la salud visual, la importancia de un control metabólico riguroso, las visitas regulares al oftalmólogo y la adherencia a los tratamientos son esenciales para cambiar el rumbo de esta enfermedad que acarrea un impacto importante en la vida de los pacientes, sus familias y la sociedad.

(1) Ruiz-Moreno JM, Gámez Lechuga M, Calvo P, Merino M, Martín Lorenzo T, Maravilla-Herrera P, Gil Jiménez B, Abraldes MJ. Burden of Disease Study of Patients with Diabetic Macular Oedema in Spain. Ophthalmol Ther. 2024 Jul;13(7):1937-1953. doi: 10.1007/s40123-024-00959-2. Epub 2024 May 21. PMID: 38771462; PMCID: PMC11178718.

(2) Facts about diabetic eye disease. https://nei.nih.gov/health/diabetic/retinopathy [last July 2019]

(3) https://www.scielo.org.mx/scielo.php?pid=S2604-12272021000700001&script=sci_arttext

(4) Pablo L, Garay-Aramburu G, García Layana A, Fernandez A, Vázquez I, Acebes X, Zulueta J, Balonga D, Salinas-Ortega L, Muñoz Á, Casado Gómez A, Casado MÁ, Salvador J, Bañón-Rodriguez I, Ruíz-Moreno JM. Assessing the economic burden of vision loss and irreversible legal blindness in Spain (2021-2030): a societal perspective. Health Econ Rev. 2024 Sep 3;14(1):70. doi: 10.1186/s13561-024-00546-y. PMID: 39225974; PMCID: PMC11370269.

(5) https://www.iapb.org/learn/resources/diabetic-retinopathy/