Dieta mediterránea: definitivamente la clave de la longevidad según la ciencia
Tras años de modas y mensajes contradictorios, finalmente la comunidad científica señala que seguir una Dieta Mediterránea es la mejor opción para nuestra salud
La alimentación es uno de los principales determinantes de nuestra salud. Numerosos estudios científicos demuestran que los malos hábitos dietéticos provocan, en gran medida, la aparición de las enfermedades crónicas más frecuentes, como patologías cardiovasculares y neurológicas. En este sentido, y según el doctor Ramón Estruch, coordinador científico del estudio Predimed (PREvención con DIeta MEDiterránea), y presidente de la Fundación para la Investigación del Vino y la Nutrición (FIVIN), los dos países más longevos del mundo son España e Italia, mientras que Japón ha pasado a ocupar el cuarto puesto. “Estos primeros puestos de España e Italia se atribuyen principalmente al estilo de vida mediterráneo y, más concretamente, a nuestra dieta tradicional, la dieta mediterránea”, afirma.
Dentro de esta dieta, el vino consumido con moderación ocupa un papel muy importante. La vid, junto con el trigo y el olivo, son los tres cultivos que definen lo mediterráneo desde tiempos inmemoriales y el vino, que se ha consumido en la Península Ibérica desde que llegaron los romanos hace más de 2000 años, es parte de esta dieta tradicional.
La ciencia defiende que su consumo, acompañado de alimentos saludables como frutas, verduras y pescados, no solo enriquece la experiencia gastronómica, sino que ayuda a que tengamos un mejor estado de salud en general.
“El vino es el responsable del 20% de los efectos saludables de la Dieta Mediterránea por sus sinergias con otros alimentos claves de este modelo de alimentación y estilo de vida”, afirma el doctor Estruch y agrega que “La mayor longevidad que presentan los bebedores moderados de vino se asocia tanto a su bajo contenido en alcohol como a su riqueza en polifenoles, como el resveratrol, entre otros”.
“A ello hay que añadir un efecto reductor de la presión arterial al estimular la síntesis de óxido nítrico, un potente vasodilatador, y la mejora del perfil lipídico al aumentar el colesterol HDL (bueno) y reducir el colesterol LDL (malo)”, explica el doctor.
También, señala el Dr. Estruch, el vino “tiene un efecto de sensibilización a la insulina, que mejora el metabolismo de la glucosa y con ello disminuye la incidencia de diabetes. Finalmente, tiene también un efecto antitrombótico al disminuir la agregación de las plaquetas, inhibir la formación de coágulos y facilitar su disolución en caso de producirse, que constituye un mecanismo adicional de protección frente al infarto de miocardio, el ictus y la arteriopatía periférica”.
Investigaciones recientes han explorado también el impacto del vino en la ralentización de enfermedades neurodegenerativas como el alzhéimer.
Moderación y responsabilidad, la mejor forma de disfrutar del vino
El vino debe consumirse siempre en pequeñas cantidades, preferiblemente durante las comidas y siguiendo las pautas de consumo moderado que establece la dieta mediterránea.
Según el doctor, “en la definición de consumo moderado se diferencia entre hombres y mujeres. Actualmente, se considera un consumo moderado de alcohol hasta 1 o 2 copas al día para las mujeres y hasta 2 o 3 copas al día para los varones. Idealmente siempre con las comidas y dejando uno o dos días sin consumir alcohol”.
Para llevar mejor a los consumidores este mensaje, el sector vitivinícola español participa, por ejemplo, en iniciativas como Wine in Moderation, un programa internacional que promueve esta manera de disfrutar del vino.
Además, el sector español cuenta con el Código de Comunicación Comercial del Vino, para asegurar que la comunicación de este producto en nuestro país siempre vaya acompañada de mensajes de moderación y responsabilidad.
Un espacio científico para reflexionar
Con el objetivo de que científicos procedentes de todo el mundo reflexionaran, debatieran y colaboraran en torno a la relación entre el vino y la salud, FIVIN y la entidad europea Wine Information Council (WIC), organizaron en Toledo en 2023, el Congreso Lifestyle, Diet, Wine and Health.
Una iniciativa que contó con la presencia de 30 ponentes internacionales que compartieron sus conocimientos en las diferentes sesiones, conferencias y mesas redondas, y donde se dieron cita más de 250 profesionales del sector de la salud, la nutrición, la medicina y el sector agroalimentario.
El objetivo de la cita, que se celebrará de nuevo en Roma en 2025, es era reflejar de la forma que se merece, la voz de la comunidad científica internacional, generando conocimiento en diversas disciplinas dirigido a ofrecer una visión imparcial sobre el futuro de la alimentación en la que un consumo moderado de vino dentro de la Dieta Mediterránea es compatible con un estilo de vida saludable.
En definitiva, como ha quedado patente en este artículo, está claro que el vino es mucho más que una bebida, es todo un símbolo de nuestro patrimonio cultural y un gran aliado para una longevidad de calidad cuando se consume de manera moderada.