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Amor por lo rural

JIM Sports, sin socios ni fondos de inversión, pero con un equipo humano entusiasta que sueña con desarrollar su carrera sin moverse de su pueblo.

un proyecto con

REPORTAJE

Marta Pérez

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Jim Graña siente pasión por el deporte, pero también por su tierra, la Galicia rural. Desde Palas de Rei, un municipio de Lugo que no supera los 3.500 habitantes, dirige su holding empresarial, Grupo Jim Sports, sin socios ni fondos de inversión, pero con un equipo humano entusiasta que sueña con desarrollar su carrera sin moverse de su pueblo. El año pasado facturaron 47 millones de euros.

Cuando con 25 años decidió emprender, Jim Graña tenía dos cosas claras: que su vida laboral debía de estar ligada al deporte y que no quería abandonar su tierra. Ahora, con 52, el empresario gallego sigue al frente de JIM Sports, una empresa que cuenta con más de un centenar de empleados, factura 47 millones de euros al año y puede presumir de ser el mayor proveedor de material deportivo del territorio nacional. Y todo sin moverse de Palas de Rei, un municipio que no supera los 3.500 habitantes en la provincia de Lugo.

Palas de Rei es un municipio que pertenece a la Comarca de Ulloa, en la provincia de Lugo, y forma parte del Camino de Santiago Francés. Es habitual encontrarse con peregrinos con ganas de conocer el municipio y probar su gastronomía. La historia de Palas de Rei está íntimamente unida a la cultura castrense, conservando todavía hoy numerosos restos arqueológicos testigos de un remoto asentamiento.

Jim Graña es un apasionado del baloncesto. Tanto, que estudió Ciencias del Deporte, una carrera que actualmente cursan dos de sus tres hijos. Todavía no sabe si seguirán sus pasos, pero él solo quiere que hagan algo que les llene y les motive. Graña lleva 27 años al frente de su empresa y reconoce que sigue disfrutando de su trabajo y marcándose retos. Para 2030 quiere pasar de facturar 47 a 100 millones de euros.

La trayectoria de Jim es tan singular como reseñable. Estudió Ciencias del Deporte, entró en un instituto privado como profesor de educación física, pero no terminaba de sentirse a gusto. Fue entonces cuando empezó a pensar en un plan B, y lo encontró: importar balones de baloncesto. “Pedí ayuda a mis padres, tiré de ahorros y pedí un crédito. Esto fue en el año 97 y las comunicaciones con China eran vía fax, imagínate. Justo un mes después de encargar los balones, aprobé las oposiciones para entrar en un instituto público y decidí compatibilizar la empresa con la enseñanza. De hecho estuve 12 años así. Fui capaz de facturar tres millones de euros y tener 15 empleados mientras continuaba con las clases”.

Imagen individual

Para Jim, estar en la Galicia rural es un valor añadido. “Cuando empecé yo podría haber montado la empresa en cualquier sitio, pero yo vivo en el rural y lo vivo con pasión. La calidad de vida es innegable. Y por otro lado, a nivel logístico y aunque la gente piense lo contrario, también es una suerte. A los pueblos de esta zona, los camiones siempre llegan llenos -con alimentos, con todo tipo de bienes de consumo-, pero se vuelven vacíos a las grandes ciudades. Yo aprovecho que se vuelven sin carga para sacar un buen precio en el porte y que distribuyan nuestros productos. En Madrid es más difícil conseguir ese buen precio porque el transporte sale lleno con mercancías para toda España”, nos explica.

Imagen individual

El grupo JIM Sports no solo proporciona material deportivo, también cuenta con fábrica propia para estructuras y equipamientos, y otra división para la construcción de instalaciones deportivas. “¿Sabías que despachan un millón de gorros de agua al año?”

También asegura que ha sido una suerte quedarse en Palas de Rei por el gran equipo humano que le rodea. “Yo conozco a toda la gente que trabaja aquí, el 95 por ciento es de este entorno. Incluso he sido profesor de algunos de ellos. La mayoría de los trabajadores quiere hacer carrera en la empresa, seguir en su tierra. Nosotros estamos centrados en darles un trabajo de calidad y ofrecer mejoras, en lo posible, en sus condiciones. Estoy tremendamente orgulloso del equipo, tenemos una relación muy cercana, mi despacho está siempre abierto”. El buen ambiente de JIM Sports se palpa en cuanto pisas las oficinas, donde hay mucha gente joven, pero también continúan los que se unieron a Jim en sus comienzos, como Pedro López, el primer empleado. “Me acuerdo que hacíamos de todo, era una aventura. Por supuesto que me quiero jubilar aquí. Yo vivo los éxitos y los fracasos de JIM Sports como si fueran míos”, explica orgulloso.

Cuando en 1997 Jim decidió arriesgar comprando un contenedor de balones de baloncesto a China, pocos podrían imaginar una trayectoria que no ha parado de crecer. Sus padres fueron los que más le ayudaron entonces. “Ahora me siguen ayudando, pero de otra manera”, explica.

Pedro López fue el primer empleado de JIM Sports, algo que lleva con mucho orgullo. Es toda una institución y tiene claro que se jubilará en esta empresa que asegura que siente como suya.

La oficina de Palas de Rei cuenta con mucha gente joven que busca labrarse una carrera profesional sin tener que abandonar la Galicia rural. Dicen que la calidad de vida es innegable y la mayoría se planta en la oficina en menos de diez minutos.

A pesar del tiempo transcurrido, Graña asegura que los valores de la empresa siguen siendo los mismos. “Democratizar el deporte. Mi intención siempre ha sido poner en el mercado un producto deportivo con una calidad razonable al mejor precio posible. Tener sensibilidad en cuanto al producto, pero también en cuanto a la fabricación. Y por eso conozco todas las fábricas con las que trabajamos. Me preocupa si hay explotación infantil y, si tengo la más mínima duda, cambio. En el deporte hay que saber ganar y perder, y esa filosofía también la he aplicado siempre a la empresa. Ha sido un camino duro llegar hasta aquí”.

La nave cuenta con un gimnasio para que los empleados se despejen practicando deporte.

Jim asegura que mantiene un trato muy cercano con su equipo. “Mi despacho siempre está abierto”.

Uno de los operarios, cortando cuerda para componer una cancha.

En la imagen, el precioso Castillo de Pambre

Las palas de pádel de su firma Softee funcionan muy bien en el mercado por su precio y durabilidad.

El amor por el baloncesto se respira en toda la oficina.

La nave de Palas de Rei cuenta con 17.000 referencias deportivas.

Justo el mismo día, Graña ponía rumbo a China junto al mediano de sus tres hijos, que también estudia Ciencias del Deporte. Jim asegura que no sabe si sus hijos se pondrán al frente del negocio el día de mañana, pero es algo que no le quita el sueño. “No es obligatorio. Si a ellos les gusta, les apetece y les llena, que sigan. Si no, no pasa nada”, explica. El empresario cuenta que gestiona bien el estrés y que practicar deporte sigue siendo un básico en su vida. “Lo práctico siete días a la semana. Me ayuda en todo”, una pasión que intenta contagiar a sus trabajadores. La empresa cuenta con un gimnasio, fisio y nutricionista, y el equipo tiene flexibilidad horaria a la hora de entrar y salir para poder usar sus instalaciones.

Imagen individual

En julio de 2025, la empresa abrirá una nueva nave y se han puesto como reto aumentar sus cifras de exportación. “El 80 por ciento de nuestra facturación actual sucede en España, y nos gustaría que creciera el 20 por ciento que se factura fuera”. Con la ilusión intacta, Jim tiene en mente otro gran objetivo para 2030. “Queremos pasar de facturar 47 a 100 millones. Y estamos seguros de que lo vamos a conseguir”.

Hay vida empresarial más allá de las grandes ciudades de nuestro país. Por eso, desde Banco Sabadell y en asociación con Vocento, queremos hacer un recorrido por algunas de esas empresas españolas que no están en el centro y cuyos productos usamos en nuestro día a día, o son esenciales para que nuestra sociedad funcione.

Vamos a narrar historias con un gran componente humano en compañía de empresas que han apostado por sus raíces y quedarse en los márgenes de las grandes capitales. Relatos con recorrido para negocios que han sabido adaptarse y reactivar, en ocasiones, la economía y sociedad de la zona.

un proyecto con

Créditos

Brand strategy

Jorge Guillén

Content strategy

Aurora Yañez

Inmaculada Oliva

Dirección de arte diseño ui

Alessandro Marra

Desarrollo

Pelayo Trives

Gonzalo Cachón

Jim Sports

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JIM Sports, sin socios ni fondos de inversión, pero con un equipo humano entusiasta que sueña con desarrollar su carrera sin moverse de su pueblo.