Elevan a 19 años la pena para el acusado de matar con una navaja a otro hombre en Alborea
Elegidos los nueve miembros del jurado popular que decidirán su cumpabilidad o inocencia
El juicio por el crimen de Alborea dio comienzo ayer con la selección de los nueve miembros del jurado popular que habrán de dictar un veredicto sobre G.R., rumano, de 60 años, único acusado, quien hace justo un año acabó con la vida de P.I.N., de 52 años de edad, clavándole una navaja que minutos antes había sacado la víctima, porque entre ellos se originó una pelea.
Los nueve miembros, seis mujeres y tres hombres, además de las dos mujeres suplentes que tendrán que asistir a la totalidad de las sesiones de la vista oral, fueron elegidos de entre un total de 26 candidatos en poco más de una hora. Curiosamente, proceden de distintas localidades; además de Albacete capital, algunos miembros residen en La Roda, Almansa, Tarazona de la Mancha, Hellín, Villamalea y Casas de Juan Núñez
La vista quedó suspendida hasta hoy, a las diez de la mañana, cuando se reinicie con la declaración del acusado y den comienzo las pruebas testificales.
El fiscal pide en principio 14 años de prisión para G.R., por un delito de homicidio, mientras la abogada de la acusación particular, María Dolores Perona, dijo ayer que pedirán que se considere un asesinato, «porque fue premeditado; hubo intención de matar y hay alevosía y abuso de superioridad», por lo que elevó la pena de cárcel solicitada a 19 años.
Según la letrada, el acusado, G.R., «fue detrás de la víctima cuando ya había acabado la pelea, lo mató y lo dejó abandonado». Relató que el fallecido, P.I.N., le había alquilado una vivienda a G.R. «y éste le debía dinero y, además, al parecer, al procesado le molestaba que dijera en el pueblo que tenía una deuda».
Mientras tanto, el abogado de la defensa, Jaime Pérez, aseguró que se trató de un acto de legítima defensa, y solicitarán la libre absolución. Indicó que «si no hubiera fallecido P.I.N., lo hubiera hecho mi cliente». Además, recordó, «fue el fallecido el que sacó la navaja».
Aún así, el abogado defensor planteó que había «una relación cordial» entre ambos y no es cierto que G.R. tuviera una deuda con el fallecido pero, «en cualquier caso, por 100 o 200 euros nadie mata a nadie», opinó.
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