Las tres menores dicen que el acusado les «manoseó el culo»

El hombre acusado por el Ministerio Público de ser el autor de tres delitos de abusos sexual cometidos en tres niñas menores de edad en Caudete negó los hechos aunque las menores, por videoconferencia, han relatado los encuentros con el acusado en donde aprovechaba para «manosearles el culo» y una de ellas, cuando fue requerida para identificar al procesado, se emocionó al verlo.

El hombre, vecino de Caudete y trabajador en un supermercado muy conocido de la localidad albaceteña, J.R.L.S., reconoció ayer ante el Tribunal de la Sección 2ª de la Audiencia provincial que conoce «de vista» a las niñas, de ir al supermercado, pero negó que la noche de celebración del triunfo de España en el Mundial de Fútbol, el 11 de julio de 2010, estando en un pub de Caudete donde trabajan las madres de dos de las menores, coincidiera con las niñas. «Vi mucha gente cuando fuimos a celebrarlo» y «saludé a una de las madres», pero negó haber estado con las niñas, y menos a solas porque dijo que esa noche «iba con mi pareja, un amigo y otra pareja más».

Los acontecimientos

Sin embargo, las dos menores que declararon ante el Juzgado de Instrucción de Almansa haber sufrido abusos por parte del procesado, cuando contaban con ocho y diez años de edad, relataron por videoconferencia que ambas, primas, estaban juntas fuera del pub donde trabajan sus madres, y que se les acercó el hombre y les «manoseó el culo», primero a la que contaba con diez años de edad y que ésta, cuando lo notó, le dijo que qué hacía, a lo que el acusado respondió: «tú calla y mira», para seguidamente hacer lo mismo con su prima.

En ese momento, «salió mi madre del pub y se fue, no se volvió a acercar». Tras lo sucedido, una de las niñas contó lo ocurrido a su madre pero la otra, no, «por vergüenza», reconoció la madre. También dijo ante la Sala que no quiso denunciar porque no quería que su hija pasara por ese trance. Su cuñada, madre de la otra niña, explicó que vio al hombre hablar con las niñas y se «extrañó» por lo que quiso esperarse en la puerta pero el acusado en ese momento se marchó y ella volvió a entrar al pub. Fue en ese momento, cuando el hombre volvió a acercarse a las menores y provocar el incidente.

Otra de las niñas, que presuntamente sufrió abuso por parte del acusado, de diez años de edad cuando sucedió, relató que bajó al parque de Canalejas para jugar con su hermana y que estando en un banco sentada «se acercó y se sentó a mi lado colocando la mano en mi pierna». La niña se levantó y él la siguió para seguidamente «tocarme el culo», algo que hacía mientras le decía: «me mola tener una amiga como tú». Al poco rato, el acusado, con la excusa de que tenía que irse para comer, se marchó. La niña explicó que no sabía qué hacer porque «si me marchaba corriendo dejaba a mi hermana sola, que estaba jugando en la arena, y no quería que le hiciera nada». Al subir a casa, se lo relató a su madre diciéndole que era un conocido suyo que trabajaba en el supermercado al que acudían para comprar. Cuando el presidente de la Sala le pidió que se pusiera delante del monitor para que la niña pudiera identificarlo, ésta afirmó ser él y se puso a llorar.

Después declaró un policía local al que la niña le había informado que había visto al acusado en su colegio intentando sacar fotos de ella con el teléfono móvil. El juicio quedó visto para sentencia con la petición definitiva de siete años de prisión por tres delitos de abuso sexual por parte del fiscal y la prohibición de acercarse a las niñas a menos de 500 metros.