¿Puede ocurrir en España un terremoto tan devastador como el de Marruecos?
Nuestro país ha sufrido como promedio dos sismos catastróficos por siglo y ahora estamos «en tiempo de descuento». Una sacudida de magnitud similar a la de Marrakech, si se produce cerca de una población, podría cobrarse cientos de vidas
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El peligro continúa, ¿puede producirse una gran réplica?
Cuando se produce un terremoto, y más uno tan devastador y cercano como el de Marruecos, es inevitable preguntarse si puede ocurrir lo mismo en España. La respuesta es sí.
«Sin querer ser alarmista pero sí realista, podemos esperar un terremoto de esta magnitud (el de Marruecos alcanzó 6,8) que podría tener consecuencias bastante catastróficas», afirma Belén Benito, catedrática de Geofísica de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) y especialista en peligrosidad y riesgo sísmico.
En España, las zonas de mayor riesgo se encuentran en el sur y el Levante, concretamente en Andalucía, Murcia, Valencia y Alicante. En Cataluña-Pirineos y en Galicia también hay riesgo sísmico, pero es más moderado. El centro peninsular es la zona más estable.
«La peligrosidad sísmica que hay en Granada o Murcia es similar a la de la cordillera del Atlas», indica Juan Vicente Cantavella, sismólogo del Instituto Geográfico Nacional (IGN). En estas zonas los sismos tienen su origen último en el choque de dos placas tectónicas, la de Eurasia y la africana. Al converger las dos placas «acumulan tensiones que después se liberan en las fallas, debilidades del terreno, provocando el terremoto», explica. La mayor parte de los grandes temblores ocurren precisamente en los bordes de las placas tectónicas, pero el de Marrakech sucedió "a 500 km del borde de la placa, una zona donde no teníamos ningún registro de un gran sismo".
Los sistemas de fallas que en España podrían producir terremotos de una magnitud de entre 6,5 y 7 son los de Carboneras-Palomares (Almería), Alhama de Murcia, Carrascoy-Totana y Bajo Segura.
El terremoto de Andalucía
En nuestro país, como promedio, se han producido dos terremotos destructores por siglo. El último, con una intensidad entre IX y X y una magnitud estimada similar al de Marruecos, de 6,8, fue el de Arenas del Rey (Granada) en 1884. Conocido como terremoto de Andalucía, se cobró la vida de 1.200 personas y miles de casas quedaron destruidas.
«Llevamos más de 140 años sin sufrir ningún terremoto de esa magnitud, lo que significa que estamos en tiempo de descuento», advierte Benito. «Hay que ser conscientes, porque la ignorancia nos hace más vulnerables, de que podemos esperarlo y, por tanto, hay que prepararse para ello, para minimizar la catástrofe», indica. «En el siglo XX no ha habido ningún sismo, lo que ha hecho que perdamos la conciencia, y en el siglo XXI sufrimos el de Lorca (2011), un terremoto moderado de magnitud 5.1 pero que causó mucho daño por una confluencia de factores», añade. Murieron nueve personas, se registraron más de 300 heridos y un millar de viviendas tuvieron que ser demolidas.
Un terremoto de la misma magnitud que el de Marruecos resultaría en una catástrofe mucho mayor, «porque al sumar un grado la magnitud, la energía se multiplica por 30», dice. Pero la devastación «no depende únicamente de la magnitud del terremoto, también de la distancia a las poblaciones, de la profundidad del foco, si el terreno es sedimentario el movimiento se amplifica... Si tuviera el epicentro cerca de una población y fuera superficial, podríamos hablar de cientos de víctimas», asegura. En Marruecos ya cuentan 2.500.
Diseño antisísmico
También hay que tener en cuenta la vulnerabilidad de las construcciones. En Marruecos hay muchas edificaciones de adobe y mampostería que se vinieron abajo. «En España, las construcciones son mejores, pero todavía tenemos muchas edificaciones de mampostería, o de hormigón pero previas a las normativas sismorresistentes, que comenzaron en 1964», recuerda. La norma vigente de diseño antisísmico es de 2002 y se está trabajando para actualizarla. Es polémica porque la propuesta no recoge toda la normativa europea (Eurocode 8) de forma íntegra, cuestión que exigen los ingenieros sísmicos para que lograr un diseño seguro.
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Para estar preparados ante un gran terremoto, Benito subraya que, además de diseñar edificios sismorresistentes, «es muy importante que existan planes municipales de emergencia que se sustenten en estudios de riesgo sísmico y que digan cómo actuar en caso de terremoto». Sin embargo, «no se están haciendo en gran parte de los municipios donde son obligatorios, que son todos los de Andalucía, Murcia, parte de la Comunidad Valenciana y algunos otros en el resto del país», denuncia.
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