La histórica nave Voyager 2 vuelve a 'latir' tras varios días incomunicada más allá del Sistema Solar
La veterana sonda de la NASA no ha podido recibir comandos ni transmitir datos a la Tierra, si bien reestablecido la señal 'in extremis' en las últimas horas
La Voyager 2 de la NASA se adentra en las profundidades del desconocido espacio interestelar
![Representación de una sonda Voyager en el espacio](https://s3.abcstatics.com/abc/www/multimedia/ciencia/2023/08/01/Voyager_spacecraft-RVVe5XfFbMvwYtkSIf2RHkI-1200x840@abc.jpg)
Partió hace casi medio siglo, pero aún funciona. De hecho, la Voyager 2 ahora mismo se encuentra surcando el espacio interestelar desconocido, más allá del Sistema Solar. No ha sido un camino fácil y, de hecho, ahora acaba de superar un problema más: durante varios días no ha podido recibir ni transmitir datos a la Tierra como resultado de una serie de comandos planificados pero enviados «involuntariamente» a la nave, según han explicado desde la NASA. Estas instrucciones provocaron que la antena de la sonda apuntase a 2 grados de la Tierra, lo que revirtió en las comunicaciones. Pero ha podido solventarlo 'in extremis'.
La Voyager 2 se encuentra en el espacio interestelar, a casi 19.900 millones de kilómetros de la Tierra, y este cambio ha interrumpido la comunicación entre la Voyager 2 y las antenas terrestres de Deep Space Network (DSN). Los datos que envíbaa la nave espacial ya no llegaban al DSN y la nave espacial no recibía comandos de los controladores terrestres.
La Voyager 2, lanzada el 20 de agosto de 1977, está programada para restablecer su orientación varias veces al año para mantener su antena apuntando a la Tierra; el próximo reinicio ocurrirá el 15 de octubre, una fecha que se esperaba para solucionar el problema. Sin embargo, la directora del proyecto Voyager, Suzanne Dodd, explicó a la AFP que el equipo hizo un último esfuerzo por restablecer el contacto con la ayuda de Deep Space Network, un conjunto internacional de antenas de radio gigantes, y de otras que orbitan la Tierra. Y, para su sorpresa, dio resultado.
"Observamos la señal del 'latido' de la nave espacial, así que sabemos que esta viva y en funcionamiento", declaró Dodd. Aunque no todo está resuelto, ya que, aunque se han dado nuevas instrucciones a la sonda para que la antena vuelva a apuntar hacia nuestro planeta, "existe una baja probabilidad de que funcione". Por lo tanto, habrá que esperar seguramente hasta el próximo mes de octubre para reestablecer por completo las comunicaciones.
La Voyager 1, que se encuentra a casi 24.000 millones de kilómetros) de la Tierra, sigue funcionando con normalidad.
Un viaje de miles de años
Ambas sondas Voyager ya han pasado la heliosfera, la zona más allá del Sistema Solar en el que aún se puede sentir el influjo del Sol y de la que no se sabe casi nada. Aunque la zona dominada por el viento solar se extiende hasta unas 120 UAs, la región dominada por la gravedad del Sol podría llegar hasta las 100.000 UAs, formando lo que se conoce como nube de Oort, un campo de escombros casi sin perturbar desde el nacimiento de nuestro vecindario cósmico.
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Las sondas Voyager se adentran en lo desconocido, a un ritmo aproximado de tres UAs por año. Los científicos esperan poder hacer medidas del medio interestelar puro, no influido por el Sol, antes de que los generadores de radioisótopos de plutonio-238 de abordo se agoten, quizás durante esta década. Sea como sea, todo indica que las Voyager, ya muertas y apagadas, sobrevivirán a la humanidad.
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