Un gigantesco anillo de galaxias, de 1.300 millones de años luz de diámetro, desafía nuestra idea de cómo es el Universo
El objeto, que según el principio Cosmológico no debería existir, es la segunda gran estructura descubierta en tres años por el mismo equipo de cosmólogos
Un nuevo hallazgo sobre el agua obligará a reescribir los libros de texto
El hallazgo de un 'Arco gigante' de galaxias, de 3.300 millones de años luz de largo, pone en jaque a la Cosmología
![En la ilustración, el Gran anillo, en azul, y el Arco Giganta, en rojo, dos de las mayores estructuras observadas hasta ahora en el Universo](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/ciencia/2024/01/12/Gran-Anillo-Arco-gigante-RenHWYWLmRqIAmv0S6J83VO-1200x840@abc.jpg)
Sus dimensiones son difíciles de concebir para un ser humano. Una enorme estructura circular de más de mil millones de años luz de diámetro, un anillo gigantesco hecho de galaxias y que, si pudiéramos verlo desde la Tierra, tendría aproximadamente 15 veces el tamaño de ... la Luna llena. A pesar de su increíble tamaño, sin embargo, el anillo no se puede distinguir a simple vista. Para verlo, e identificar todas las galaxias que lo forman, han sido necesarios largos años de estudio y una enorme potencia de procesamiento informático.
Alexia López, de la Universidad de Central Lancashire, en Reino Unido, la astrónoma que lo descubrió, lo ha llamado simplemente 'The Big Ring', El Gran Anillo, y asegura que algo así, sencillamente, no debería de existir. A 9.200 millones de años luz de distancia de la Tierra, en efecto, el Gran Anillo tiene un diámetro de 1.300 millones de años luz y una circunferencia de más de 4.000 millones de años luz. López ha anunciado su sensacional hallazgo durante la 243 reunión de la Sociedad Astronómica Estadounidense (AAS), celebrada estos días en Nueva Orleans.
Es la segunda vez
Se da la circunstancia de que hace tres años, en junio de 2021, Alexia López también descubrió, en la misma región del Universo, otro 'objeto imposible' al que llamó 'Arco Gigante', una estructura curvada, también hecha de galaxias y que se extiende a lo largo de 3.300 millones de años luz en el espacio. Sorprendentemente, el Gran Anillo y el Arco Gigante se encuentran en el mismo vecindario cosmológico, (la constelación de Boötes): se ven a la misma distancia, en el mismo tiempo cósmico y están separados por sólo 12 grados en el cielo.
«Ninguna de estas dos estructuras ultra grandes es fácil de explicar según nuestra comprensión actual del Universo -dice Alexia López-. Y sus tamaños gigantescos, sus formas distintivas y su proximidad cosmológica la una de la otra seguramente nos están diciendo algo importante, pero ¿qué exactamente?«
De lo que sí podemos estar seguros es que estructuras como esas no deberían existir según el principio Cosmológico, uno de los ejes centrales de la cosmología moderna y según el cual, a escalas lo suficientemente grandes (iguales o superiores a 1.200 millones de años luz) la materia se distribuye suave y uniformemente por todas partes, de forma que el Universo debería verse igual en todas direcciones.
El Principio Cosmológico, basado en un número cada vez mayor de observaciones no resulta, sin embargo, evidente para nosotros, ya que a nuestra 'pequeña escala' la materia se acumula en planetas, estrellas y galaxias, objetos todos rodeados de inmensos vacíos y muy lejos, por tanto, de la uniformidad. Sólo a escalas mucho más grandes esa uniformidad se hace evidente. Sería como ver los granos de arena de una playa, separados e individuales a escalas milimétricas pero formando un todo uniforme y continuo a escalas mayores.
Altamente improbable
Preguntada sobre qué podrían significar sus dos descubrimientos, Alexia López afirma que «es realmente surrealista. Tengo que pellizcarme, porque hice estos descubrimientos accidentalmente, fueron hallazgos fortuitos. Pero se trata de algo grande y no puedo creer que sea yo la que esté hablando de eso».
Las primeras reacciones no se han hecho esperar. De hecho, ¿Qué posibilidades hay de encontrar dos estructuras tan enormes, y para colmo en la misma región del Universo? Algunos empiezan a pensar que los dos objetos podrían estar relacionados, y quizá incluso formar parte de algo aún mayor. En palabras de la propia Alexia López «la identificación de dos estructuras tan extraordinarias en una configuración tan cercana plantea la posibilidad de que, juntas, formen un sistema cosmológico aún más extraordinario».
Sea como fuere, hoy por hoy la Ciencia es incapaz de concebir un mecanismo que permita la formación de estructuras como esas. Puede que se trate de efectos topológicos, como las arrugas de una sábana, que Universo arrastra desde su principio, o quizá sean 'oscilaciones bariónicas acústicas' (BAOs), una especie de fluctuaciones en la densidad de la materia visible causadas por ondas en el plasma primordial del Universo primitivo... Los intentos de explicación se suceden, pero ninguno, hasta ahora, resulta del todo convincente.
Un desafío a lo que sabemos
Lo único cierto es que estructuras tan grandes (y existen otras encontradas por otros científicos, como la Gran Muralla Sloan, de 1.500 millones de años de longitud, o la Muralla del Polo Sur, que se extiende a lo largo de 1.400 millones de años luz) suponen un desafío a nuestra idea de cómo es el Universo.
El Gran Anillo hace honor a su nombre y aparece, en efecto, como un círculo casi perfecto en el cielo, pero un análisis más detallado revela que tiene más forma de espiral, como un sacacorchos, y que lo vemos así porque está alineado de frente con la Tierra. El Arco Gigante, por su parte, tan grande que ocupa aproximadamente 1/15 del radio del universo observable, se muestra como una enorme media luna, casi simétrica, de galaxias en el universo remoto.
«El principio Cosmológico -explica Alexia- supone que la parte del universo que podemos ver es una 'muestra fiel' de cómo esperamos que sea el resto del Universo. Esperamos que la materia esté distribuida uniformemente en todo el espacio cuando vemos el Universo a gran escala, por lo que no debería haber irregularidades perceptibles por encima de cierto tamaño». Pero los nuevos hallazgos parecen indicar que no es así.
MÁS INFORMACIÓN
«El Gran Anillo y el Arco Gigante -concluye López-, tanto individualmente como juntos, nos brindan un gran misterio cosmológico mientras seguimos trabajando para comprender el Universo y su desarrollo».
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