Europa quiere un cohete privado que lleve cargas a la estación espacial en 2028
La Agencia Espacial Europea (ESA) busca soluciones en Sevilla a su grave crisis de cohetes
Sobre la mesa, el futuro papel de la agencia en la nueva conquista del espacio y sus problemas y retrasos con lanzadores propios
Los científicos avisan: el espacio está en riesgo
![Explosión en pleno despegue de un cohete Vega-C](https://s1.abcstatics.com/abc/www/multimedia/ciencia/2023/11/06/aw-vega-c-rocket-RKkhDDKA23VIWBRcdPBFB3K-1200x840@abc.jpg)
Aprovechando la Presidencia española del Consejo de la UE, y con Sevilla como referente en el sector aeroespacial -no en vano la capital hispalense acoge la sede de la recién creada Agencia Espacial Española-, España intentará 'sacar pecho' en materia espacial durante la Semana ... del Espacio, la reunión anual en la que los ministros europeos se reúnen para sentar las bases de las estrategias para los próximos años más allá de nuestras fronteras terrestres.
Aunque, tal y como confirmaron fuentes ministeriales, el 'cónclave espacial' es una reunión preparatoria para guiar los objetivos hasta la reunión en Alemania de 2025, estos días se abordarán los principales temas que marcarán el futuro de la Agencia Espacial Europea (ESA), que ahora mismo se encuentra en un momento crucial: tendrá que decidir si no quiere quedarse atrás en la nueva carrera espacial y la exploración humana; qué puede aportar ante el cambio climático gracias a sus satélites pioneros; y cómo afrontará sus graves problemas en materia de lanzadores, que coloca a la ESA ante una encrucijada y sin capacidad para acceder al espacio con sus propios cohetes.
"En el espacio hay mucho en juego y mi pregunta es: ¿adónde quiere ir Europa?", cuestionó en una comparecencia previa a la reunión en la capital hispalense el jefe de la ESA, Joseph Aschbacher. "¿Quiere sumarse al auge económico del sector espacial o ser un cliente de los servicios que otros ofrecen?".
Una 'sangría' de cohetes
El propio Aschbacher reconocía a principios de año que Europa «se enfrenta a una verdadera crisis» en materia de lanzadores. Lo hacía después del fracaso en el despegue del cohete más prometedor, el Vega-C, fabricado por la italiana Avio, en su primer vuelo comercial, donde perdía los satélites franceses de observación de la tierra Pléiades Neo 5 y 6. No era la primera vez que un Vega explotaba: anteriormente, en lanzamientos de esta serie se perdieron el satélite francés TARANIS, los Falcon Eye 1 de Emiratos Árabes Unidos y el español SEOSAT-Ingenio.
El drama no terminaba ahí: apenas horas después de sus declaraciones de Aschbacher, el cohete Launcher One, el intento de la compañía británica Virgin Orbit por poner a Reino Unido en el mapa espacial no llegó a su objetivo, lo que motivó que en mayo la empresa -creada por el magnate Richard Branson-, echara el cierre definitivamente. Y el pasado mes de octubre, otro Vega que llevaba dos satélites de observación y diez pequeños nanosatélites y cubesats europeos, si bien aunque despegó de forma exitosa, no pudo desplegar dos de sus cargas correctamente. Entre ellas, el satélite español ANSER-Leader del INTA.
Todo esto sumado a los retrasos del nuevo Ariane 6, que acumula una demora de casi cuatro años y aún sin fecha de salida; además de la guerra de Rusia con Ucrania, por la que la ESA cortó toda relación con la agencia espacial rusa, Roscosmos, con cuyos cohetes Soyuz se pretendía suplir el vacío hasta la llegada de Ariane 6. Y sin olvidar que las empresas privadas, como SpaceX, y países emergentes como India o Emiratos Árabes, también quieren su trozo de pastel en un espacio cada vez más sobrecargado. Sin duda, un panorama complicado.
La estrategia de la ESA: subcontratar servicios
En la reunión mantenida en Sevilla, y para subsanar esta grave crisis, los ministros acordaron en las reuniones previas abrir un concurso entre las empresas aeroespaciales europeas para crear un vehículo, fundamentalmente de carga que entregará los suministros en la Estación Espacial Internacional (ISS, por sus siglas en inglés) a partir de 2028, si bien «podría evolucionar hasta convertirse en un vehículo tripulado y eventualmente servir a otros destinos, si los Estados miembros así lo desean», según explicaron en un comunicado desde la ESA. De momento, se ha conseguido financiación pública para las fases iniciales del proyecto, aunque también se buscará financiación privada.
En cuanto al futuro de los cohetes Ariane 6 y Vega-C, parece que la agencia espacial seguirá confiando en ellos: «Pronto garantizarán el acceso europeo al espacio -señalan-. Pero el paradigma del mercado de los lanzadores ha cambiado radicalmente». Es por ello que se lanza este concurso, con el objetivo de que «Europa recupere su posición comercial, reduzca la necesidad de financiación pública y conserve su lugar en el mundo haciendo de la ESA un cliente ancla y facilitador de actividades y servicios espaciales comerciales».
Algún rayo de luz
Entre tantos fracasos sí que ha habido algún rayo de esperanza. El flamante James Webb, el telescopio espacial más avanzado (y también más delicado) puesto en órbita hasta la fecha, despegó empaquetado dentro de un Ariane 5 el día de Navidad de 2021. El lanzamiento, que estaba medido al milímetro, fue tan exitoso que aumentó la vida útil del observatorio más allá de la década prevista.
Más recientemente, la compañía española PLD Space hacía historia al lanzar con éxito desde Huelva su Miura 1, el primer prototipo 100% 'made in Spain' con el que España entró en el selecto grupo de países con microlanzadores que podrían poner sus propias cargas -y las ajenas bajo previo pago- en el espacio con su propio diseño y construyéndolo aquí, en nuestro país. Si bien el Miura 1 puede portar hasta 100 kilos, la idea es probar en los próximos años el Miura 5, que quintuplica la capacidad.
España 'saca pecho' en Sevilla
Aparte del éxito del Miura 1, España quiere 'sacar pecho' en esta cumbre y fue la ministra de Ciencia e Innovación en funciones, Diana Morant, la encargada de dar pistoletazo de salida a la Semana del Espacio, celebrada en el marco de la Presidencia española del Consejo de la UE. La ministra destacó el «salto cualitativo» que el Gobierno de España está dando en el sector espacial «para aumentar nuestra autonomía estratégica en servicios esenciales». Acompañada de los dos nuevos astronautas españoles, Pablo Álvarez (astronauta de carrera, actualmente preparándose en el centro alemán de la ESA) y Sara García (astronauta suplente), Morant recordó que España se ha adherido al programa Artemis, el nuevo esfuerzo de la NASA por volver a la Luna y crear bases permanentes.
Asimismo, España está desarrollando, junto con Portugal, la Constelación Atlántica, formada por 16 pequeños satélites cuyo objetivo es la observación terrestre, aumentando la frecuencia de muestreo y, por tanto, la frecuencia con la que podemos obtener datos de lo que está pasando en nuestro país para poder luchar, por ejemplo, contra un incendio o contra fenómenos como el volcán de La Palma.
La Semana del Espacio es un acontecimiento que reúne anualmente a todas las voces de la comunidad espacial de Europa: gestores espaciales, empresarios, emprendedores, inversores, investigadores, tecnólogos y organizaciones sociales. En total, se celebrarán 15 eventos internacionales relacionados con el espacio, 11 reuniones de alto nivel y cuatro actos sociales de muy distinta naturaleza y alcance.
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Además, se organizará un encuentro entre los ministros de la Unión Europea del Espacio y representantes de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños.
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