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La costumbre humana de la micción en grupo puede ser heredada: los chimpancés también lo hacen

Una investigación con simios en cautividad en Japón descubre que cuando uno orina, otros le siguen. Lo han denominado «micciones contagiosas»

¿Quieren impresionarnos? Los chimpancés hacen mejor una tarea difícil si tienen público humano

Tres chimpancés en un recinto sosteniendo ramas con hojas Santuario de kumamoto

ABC

Madrid

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Investigadores del santuario de chimpancés de Kumamoto, en Japón, han descrito por primera vez entre esos primates un fenómeno típico de los humanos: la costumbre de ir al baño en grupo. El estudio, publicado en la revista 'Current Biology', muestra que cuando un chimpancé orina, es más probable que otros le sigan. Lo han denominado «micciones contagiosas». E

«En los humanos, orinar juntos puede considerarse un fenómeno social», afirma Ena Onishi, de la Universidad de Kioto. «Un proverbio italiano dice: 'Quien no orina en compañía es ladrón o espía', mientras que en japonés, el acto de orinar con otras personas se conoce como 'Tsureshon'. Este comportamiento está representado en el arte a lo largo de los siglos y culturas y sigue apareciendo en contextos sociales modernos. Nuestra investigación sugiere que este fenómeno puede tener profundas raíces evolutivas. Descubrimos que los chimpancés, nuestros parientes más cercanos, tienden a orinar en respuesta a la micción de individuos cercanos», explica.

Los investigadores decidieron estudiar este comportamiento después de notar que los chimpancés del santuario parecían orinar aproximadamente al mismo tiempo. Les recordaba al comportamiento humano y se preguntaron si podría ser comparable al bostezo contagioso. Para averiguarlo, documentaron los comportamientos de orinar de los chimpancés de Kumamoto durante más de 600 horas, incluidos 1.328 eventos de micción. Analizaron los datos de observación para ver si la micción entre los chimpancés estaba significativamente sincronizada en el tiempo. También exploraron si estaba influenciada por individuos cercanos o determinada por factores sociales.

Jerarquía social

La evidencia mostró que los eventos de micción estaban significativamente más sincronizados durante las observaciones de lo que se esperaría si los chimpancés simplemente orinaran en momentos aleatorios con respecto a los demás. La probabilidad de micción contagiosa también aumentó con la proximidad física al primero que lo hacía. Curiosamente, los individuos con rangos de dominio más bajos tenían más probabilidades de orinar cuando otros orinaban. El hallazgo sugiere que los patrones de micción están influenciados por la jerarquía social, con una tendencia a que el comportamiento «fluya hacia abajo» en la estructura de dominio, dicen los investigadores.

«Nos sorprendió descubrir que el patrón de contagio estaba influenciado por el rango social», dice Onishi. «Como no había estudios previos sobre la micción contagiosa en ninguna especie, establecimos paralelismos con el bostezo contagioso, otro comportamiento fisiológico semivoluntario. En base a esto, inicialmente esperábamos que cualquier influencia social pudiera parecerse a la observada en el bostezo, como un contagio más fuerte entre parejas socialmente cercanas. Sin embargo, nuestros resultados no mostraron evidencia de efectos relacionados con la proximidad social. En cambio, observamos una clara influencia del rango social, ya que los individuos de menor rango tenían más probabilidades de seguir la micción de otros».

«Este fue un resultado inesperado y fascinante, ya que abre múltiples posibilidades de interpretación», añade Shinya Yamamoto, también de la Universidad de Kioto. «Por ejemplo, podría reflejar un liderazgo oculto en la sincronización de actividades grupales, el refuerzo de vínculos sociales o un sesgo de atención entre individuos de menor rango. Estos hallazgos plantean preguntas intrigantes sobre las funciones sociales de este comportamiento».

Según los investigadores, los hallazgos pueden tener implicaciones importantes para comprender y explorar el papel de este comportamiento en el mantenimiento de la cohesión grupal, la facilitación de la coordinación o el fortalecimiento de los vínculos sociales dentro del grupo. Revela cómo este comportamiento aparentemente mundano y necesario puede tener una importancia social que se pasa por alto.

Los investigadores afirman que se necesitan más estudios para comprender las funciones y los mecanismos específicos que subyacen a la micción contagiosa en los chimpancés. También sienten curiosidad por saber si este fenómeno existe en otras especies.

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