Cómo un accidente con una chocolatina cambió la forma en que nos alimentamos
ciencia por serendipia
Muchos de los grandes avances en campos como la biología molecular, la física de partículas y la nanotecnología se han producido gracias a descubrimientos accidentales
¿Sabías que el microondas se inventó para detectar los bombardeos nazis?
![El microondas, inventado en los años 40. En el círculo, su creador, Percy Spencer](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/ciencia/2024/11/04/newspaint-1730715857054-1200x840-RaQIRQ2Ks0oU7riqAFKnsLJ-1200x840@diario_abc.jpg)
La serendipia, en términos simples, es ese momento mágico en el que un descubrimiento importante se produce de manera accidental. Es como encontrar un tesoro mientras buscas una aguja en un pajar, pero en lugar de una aguja encontramos una nueva galaxia.
Horace Walpole, un escritor inglés, fue el primero en utilizar este término en el siglo XVIII. Lo tomó de un cuento persa que hablaba de tres príncipes de Sri Lanka –la antigua Ceilán– que siempre encontraban lo que no buscaban.
La serendipia no es solo cuestión de suerte. Si bien es cierto que el azar juega un papel importante, también lo hace una mente preparada. Un científico curioso y observador tiene más probabilidades de reconocer la importancia de un hallazgo accidental.
Y es que los grandes pensadores son, ante todo, curiosos; siempre están preguntando por qué y cómo. Un buen científico observa todo, incluso los detalles más pequeños, es precisamente la serendipia lo que permite conectar ideas que a primera vista no parecen relacionadas.
La serendipia nos recuerda que la ciencia no es un proceso lineal y predecible, y que no consiste únicamente en memorizar fórmulas, es un proceso creativo que requiere de imaginación y pensamiento lateral. Además, los errores son parte del proceso científico, al permitir que los investigadores se equivoquen se crea un ambiente propicio para que la serendipia aflore.
Otro escenario muy propicio para que aflore la serendipia es unir a científicos de diferentes campos, ya que se incrementan las posibilidades de que se produzcan conexiones inesperadas.
Serendipia en nuestras cocinas
La historia del microondas es un ejemplo clásico de serendipia en la ciencia, una de esas historias que nos recuerdan que los grandes descubrimientos a veces surgen de los lugares más inesperados.
El microondas, ese aparato que hoy en día forma parte de nuestra rutina diaria, nació de un suceso totalmente fortuito. En 1945, Percy Spencer, un ingeniero estadounidense que trabajaba en el desarrollo de radares para la empresa Raytheon, estaba realizando experimentos con un magnetrón, un dispositivo que genera microondas.
Durante una de estas pruebas Spencer notó algo peculiar: la chocolatina que llevaba en el bolsillo se había derretido por completo. Intrigado por este hecho, comenzó a experimentar con otros alimentos, como maíz y huevos, y observó el mismo fenómeno.
Las microondas emitidas por el magnetrón estaban calentando los alimentos de manera rápida y eficiente.
Spencer se dio cuenta de que había descubierto algo revolucionario. A partir de este hallazgo, comenzó a desarrollar un dispositivo que pudiera aprovechar el poder de las microondas para cocinar alimentos. Así nació un invento que cambiaría para siempre la forma en que nos alimentamos.
Cuatro ingredientes básicos
La historia del microondas es un ejemplo perfecto de serendipia, en donde cuatro ingredientes forman parte de la tormenta perfecta: descubrimiento accidental, observación aguda, curiosidad y experimentación.
Spencer no estaba buscando una nueva forma de cocinar cuando se topó con el efecto de las microondas en los alimentos. Su descubrimiento fue completamente fortuito y fue capaz de notar un detalle aparentemente insignificante, como una chocolatina derretida, y de relacionarlo con el fenómeno que estaba estudiando. Su desbordante curiosidad lo llevó a realizar experimentos adicionales para confirmar su hipótesis y desarrollar una aplicación práctica para su descubrimiento.
MÁS INFORMACIÓN
El descubrimiento del microondas tuvo un impacto profundo en la sociedad. Gracias a este invento, cocinar se volvió más rápido y fácil, lo que cambió la forma en que las personas preparaban sus alimentos. Además, el microondas abrió las puertas a nuevas tecnologías y aplicaciones, como la esterilización de alimentos y la aparición de nuevos equipos médicos.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete