La ESA quiere poner un servicio de GPS en la Luna
La misión Lunar Pathfinder, que se lanzará a finales de 2023, intentará demostrar que la tecnología está lista

Que existe una nueva carrera espacial a la Luna es innegable: la NASA perfila los preparativos del programa Artemis , deudor del programa Apolo y que intentará poner de nuevo al hombre (y a la primera mujer) sobre la superficie lunar; China, después ... de lograr aterrizar de forma pionera sobre la cara oculta , ha empezado los preparativos para llevar a sus propios astronautas a nuestro satélite, y planea crear su propia estación lunar en colaboración con Rusia ; y Europa no se quiere quedar atrás , por lo que la Agencia Espacial Europea (ESA) acaba de anunciar que apoyará a dos consorcios de empresas para diseñar proyectos concretos que proporcionen servicios de telecomunicaciones y navegación para misiones lunares. Es decir, Europa quiere tener su propio GPS que funcione en la Luna.
En realidad, la ESA quiere sacar rédito a su propio GPS, el sistema Galileo . La idea es probar la tecnología en la misión Lunar Pathfinde r , que se enviará a finales de 2023 y cuyo objetivo es demostrar que la geolocalización en la Luna es posible. Después, tocará desplegar una red de satélites que den cobertura a toda la superficie lunar. Sin embargo, la tecnología concreta aún se está ideando, pues prestar este servicio en otro mundo plantea una serie de retos: por ejemplo, la Luna a veces está protegida por nuestro escudo contra la radicación solar, el campo magnético terrestre . Pero a veces está fuera de él, por lo que los satélites que proporcionen esta geolocalización tendrían que estar preparados para intensas radiaciones procedentes del Sol. O también tendrá que afrontar el problema creciente de la basura espacial , ya que aunque la mayoría de los restos se encuentran orbitando la Tierra a más bajas altitudes, otras agencias espaciales, como la NASA, ya preparan sus propios sistemas para navegar en la Luna.
Aún así, la ESA quiere ser el primer proveedor de este servicio en la Luna, tal y como han asegurado los responsables del proyecto en rueda de prensa online. «La Luna es un lugar muy interesante para explorar y cada vez habrá más misiones que incluso se solaparán entre ellas», ha explicado David Parker , director de Exploración Humana y Robótica de la ESA. «En un futuro cercano, se convertirán en viajes regulares al satélite natural de la Tierra en lugar de expediciones puntuales, por lo que este proyecto es un gran reto que podría hacer más eficiente la exploración espacial».
Las ventajas del GPS lunar
Un servicio de navegación y comunicaciones en la Luna permitiría a las misiones, por ejemplo, aterrizar donde quisieran. Los radioastrónomos podrían establecer observatorios en el lado oculto o los vehículos exploradores podrían rodar sobre la superficie lunar más rápidamente. Incluso podría permitir dirigir a los rovers y otros equipos desde la Tierra . Y en el momento en el que se construyan bases lunares, éstas podrían tener un entramado de telecomunicaciones propio. «Podrían saber qué están haciendo en el otro lado al instante», ha explicado Paul Verhoef , director de Navegación de la ESA. «El uso de un servicio compartido de telecomunicaciones y navegación reduciría la complejidad del diseño de futuras misiones individuales y las haría más livianas, liberando espacio para más instrumentos científicos u otra carga, haciendo que cada misión individual sea más rentable».
Además, podría reducir el precio del billete a la Luna , lo que sería un impulso para que los estados miembros de la ESA lanzaran sus propias misiones a nuestro satélite. «Incluso con un presupuesto relativamente bajo, una nación espacial emergente podría enviar una misión científica CubeSat a la Luna, inspirando a la próxima generación de científicos e ingenieros», afirman desde la agencia.
Y, más allá de las misiones espaciales y científicas, no habría que perder de vista el componente empresarial . Las compañías podrían utilizar tecnologías innovadoras desarrolladas para la Luna para crear nuevos servicios y productos en la Tierra, lo que crearía nuevos puestos de trabajo. También podrían identificar nuevos servicios y productos habilitados para la Luna, como juegos de realidad virtual en los que los jugadores manipulan robots lunares o ven a través de los ojos de los astronautas lunares.
Colaboración con la NASA y el programa Artemis
El proyecto se enmarca dentro de la iniciativa Moonlight, que intenta «lograr un vínculo duradero con la Luna». Es por ello que encaja muy bien en el programa Artemis de la NASA, para los que la ESA aportará el módulo de comunicaciones ESPRIT para las viviendas de los astronautas en el portal lunar y la construcción del Lunar Pathfinder, «mostrando la provisión de servicios de comunicaciones lunares al brindar servicios iniciales a las primeras misiones lunares, incluida una demostración completa de navegación lunar en órbita».
Esta colaboración público-privada está formada por dos consorcios. El primero lo liderará Surrey Satellite Technology Limited , que probará la capacidad principal de servicios a través de su marca de servicios lunares SSTL Lunar como como fabricante de satélites. El consorcio también incluye: el fabricante de satélites Airbus; los proveedores de redes de satélite SES, con sede en Luxemburgo, y Kongsberg Satellite Services, con sede en Noruega; la estación terrena de Goonhilly en el Reino Unido; y la empresa británica de navegación por satélite GMV-NSL.
El otro consorcio estará encabezado por Telespazio (una empresa conjunta entre Leonardo 67% y Thales 33%), en colaboración con: el fabricante de satélites Thales Alenia Space (una empresa conjunta entre Thales 67% y Leonardo 33%); el operador de satélites Inmarsat, con sede en el Reino Unido; La empresa canadiense de tecnología espacial MDA; Telespazio Alemania y el fabricante de satélites OHB Systems en Alemania; El operador de satélites español Hispasat; y la Compañía Italiana de Ingeniería de Tecnología de Logística Aeroespacial (ALTEC), la compañía de ingeniería aeroespacial Argotec, Nanoracks Europe, el Politecnico Milano y la Università commerciale Luigi Bocconi.
Los contratos han sido firmados en nombre de la ESA por Elodie Viau , directora de Telecomunicaciones y Aplicaciones Integradas, en presencia de David Parker y Paul Verhoef. En palabras de Viau: «Un sistema de navegación y telecomunicaciones robusto, confiable y eficiente hará que las docenas de misiones individuales planeadas para la Luna sean más rentables y permitirá que los países más pequeños se conviertan en naciones con viajes espaciales, inspirando a la próxima generación de científicos e ingenieros».
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