Primer caso de adopción altruista entre simios
Investigadores observaron cómo dos hembras de bonobo acogieron a crías de otro grupo sin parentesco ni relación previa
![Marie sostiene a su cría adoptada (Flora, abajo a la derecha) y a uno de sus descendientes biológicos (Margaux, arriba a la izquierda)](https://s2.abcstatics.com/media/ciencia/2021/03/18/bonobos-kTFI--1248x698@abc.jpg)
Los bonobos, junto con los chimpancés, nuestros parientes vivos más cercanos , tienen fama de ser pacíficos, juguetones y sexualmente muy activos. También se ha demostrado que son considerados con los extraños , ayudándoles a obtener alimento sin esperar nada a cambio. Pero su bondad ... puede ir aún más allá. Un equipo de investigadores de la Universidad de Kyoto en Japón fue testigo de un caso de adopción nunca antes visto en ningún simio. En una expedición para estudiar a la especie en estado salvaje en la República Democrática del Congo, observaron cómo dos hembras de bonobo acogieron y cuidaron como suyas a crías llegadas de otro grupo sin parentesco ni relación previa.
Nahoko Tokuyama y sus colegas estudiaban bonobos salvajes entre abril de 2019 y marzo de 2020 en la Reserva Científica Luo en Wamba cuando se percataron del insólito intercambio social. Después de una semana sin realizar observaciones, cuando se acercaron a uno de los cuatro grupos que seguían se dieron cuenta de que Marie, una adulta de 18 años con dos crías pequeñas, sostenía a una nueva bebé, Flora, de 2,6 años, mientras que Chio, de unos 55 años y cuya propia descendencia había migrado a un grupo social diferente, hacía lo mismo con otra recién llegada, Ruby, de 3 años. Tanto Flora como Ruby pertenecían a un grupo distinto. «Sospechamos que hubo un encuentro entre grupos y las bebés, que posiblemente perdieron a sus madres biológicas y buscaban el cuidado de alguien, conocieron a sus madres adoptivas», explica Tokuyama a este diario.
![Marie acicalando a Flora](https://s3.abcstatics.com/media/ciencia/2021/03/18/Image3-kT3C--510x349@abc.jpg)
Comida, consuelo y aseo
Marie y Chio prodigaron a sus nuevas hijas las mismas atenciones que a sus crías biológicas. «Las cargaban, las aseaban, las consolaban, compartían su comida y dormían juntas por la noche. Una de ellas incluso dio de mamar a la adoptada», describe Tokuyama. Así, durante períodos de más de 18 y 12 meses, respectivamente. Según reflejan en 'Scientific Reports', los autores no observaron ninguna agresión por parte de las madres ni de los demás miembros del grupo hacia Flora o Ruby, que se integraron con toda normalidad.
Los hallazgos indican que la adopción en bonobos puede no solo involucrar casos en los que existan relaciones de parentesco o relaciones sociales preexistentes entre madres adoptivas y biológicas. «En los zoológicos, a veces trasladan a los bebés abandonados (las madres cautivas no siempre saben cómo cuidarlos) a otros centros para encontrarles buenas madres adoptivas. Pero la adopción entre grupos cruzados nunca antes se había observado en simios salvajes», señala la primatóloga.
Un deseo emocional
![Flora juega con otra cría de su grupo adoptivo](https://s1.abcstatics.com/media/ciencia/2021/03/18/Image5-kT3C--220x220@abc.jpg)
Entonces, ¿por qué Marie y Chio decidieron encargarse de unas crías a las que nada les unía? «La adopción en animales no humanos generalmente puede explicarse por el propio interés de la madre adoptiva o las relaciones sociales preexistentes. Por ejemplo, la adopción a menudo ocurre entre parientes. En el caso de estas bonobas no puede explicarse únicamente por el interés propio de las madres adoptivas, porque no estaban relacionadas genéticamente y no tenían fuertes relaciones sociales», argumenta la investigadora. A su juicio, estas adopciones «pueden explicarse por una preocupación desinteresada por los demás y un deseo emocional de ofrecer cuidados a alguien con quien no se tiene conexión previa, similar a la adopción en humanos».
Para Tokuyama, el comportamiento de estas madres adoptivas «se puede llamar altruista. «Cabe la posibilidad de que las hembras adoptadas sean compañeras sociales de las madres adoptivas cuando crezcan porque las hembras de los bonobos forman fuertes alianzas, pero es incierto si las crías adoptivas permanecerán en el grupo (las hembras bonobo suelen emigrar antes de dar a luz)», explica.
La investigadora cree que la adopción entre grupos puede deberse a otros rasgos de los bonobos que podrían haber sido beneficiosos durante el curso de su evolución, como por ejemplo «su fuerte atracción por los bebés y la tolerancia hacia los individuos que no pertenecen al grupo».
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete