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universo

Marte, pasaporte emocional para el gran viaje

La Agencia Espacial Europea desarrolla el experimento «Mars 500», la simulación de un vuelo al Planeta rojo con una duración real, 520 días de ida y vuelta

judith de jorge

Llegará el día en el que un ser humano se vista con un traje espacial y suba la escalerilla de una nave con destino a Marte . Su viaje durará alrededor de 500 días, un año y cinco meses en los que convivirá en un módulo cerrado con varios compañeros que sufran su mismo estado de ansiedad. A las duras condiciones de aislamiento y a las dificultades de una convivencia obligada en un entorno limitado y poco salubre se unirán el temor a que se produzca un fallo que pueda poner en peligro sus vidas y la responsabilidad de ser los primeros hombres en pisar el planeta rojo.

Los astronautas que se enfrenten a semejante reto —quizá una realidad a partir del año 2030 — deberán conservar bajo su escafandra una cabeza especialmente amueblada. No solo se trata de habilidades técnicas y preparación científica, sino de la fuerza emocional para resistir una crisis psicológica grave tan lejos de casa.

Para conocer cómo el ser humano puede enfrentarse a estas duras condiciones, la Agencia Espacial Europea desarrolla un particular experimento llamado «Mars 500» , en el que seis voluntarios enclaustrados en una construcción de 550 metros cúbicos en el Instituto de Problemas Biomédicos de Moscú simulan un vuelo al Planeta rojo con una duración real, 520 días de ida y vuelta, en unas condiciones lo más fidedignas posibles. Los tripulantes sufren averías y situaciones extremas, preparadas a propósito para conocer su reacción. No hay contacto físico con el exterior y solo pueden ducharse cada diez días. Al que abandone, se le da por muerto. Ya llevan unos 300 días recluidos y el paado lunes se vistieron sus trajes espaciales y recrearon la llegada a Marte. Se pasearon por un decorado que parecía el terreno marciano y tomaron muestras, como si fuera real.

De momento, los psicólogos que siguen de cerca a los voluntarios —tres rusos, un italo-colombiano, un francés y un chino—, aseguran que estos no han sufrido bajones de ánimo y tienen un espíritu resistente. El momento más delicado se produjo en otoño, cuando «después de una fase inicial de entusiasmo, la rutina se instaló entre la tripulación, pero se solucionó con noticias del exterior y mensajes de amigos y familiares», explica a este periódico Jennifer Ngo-Anh, responsable de la misión y miembro del Directorado de Vuelos Tripulados de la ESA.

Como los mineros de Chile

Ngo-Anh asegura que tampoco se han producido «conflictos importantes» entre los voluntarios, algo extraño cuando se trata de un grupo pequeño que convive durante tanto tiempo. Todos tenemos en la cabeza a los concursantes de programas como «Gran hermano». Parece imposible que no se tiren los trastos a la cabeza. «Esto es muy diferente», apunta Rosa María Baños, catedrática de Psicopatología de la Universidad de Valencia y responsable de la única investigación española sobre el experimento.

ABC 

Según la experta, que lleva a cabo con los tripulantes un programa virtual de promoción del bienestar llamado «Earth of Well-being», la clave de la buena convivencia es que se trata «de un grupo muy estructurado, con un programa de actividades muy apretado y en el que cada uno tiene un rol distinto que cumplir». La psicóloga lo asemeja al caso de los 33 mineros atrapados durante 69 días en el yacimiento chileno de San José . «Una cosa que les benefició muchísimo es que tenían una situación jerárquica clara. El jefe de la cuadrilla, el enfermero..., cada uno cumplía un papel importante dentro del grupo», apunta. La situación en una nave espacial «es muy parecida a la de un quirófano. Las decisiones no se pueden tomar democráticamente, debe haber alguien que, asumiendo un riesgo, tenga la última palabra», añade la especialista.

Para la psicóloga, los astronautas que se enfrenten a un viaje interplanetario podrán tener un carácter diferente pero deberán destacar por un rasgo de personalidad común. «Serán personas con un gran fortaleza psicológica y emocional , que no se vean desbordadas por los acontecimientos, y que tengan resiliencia , es decir, que sean capaces de sacar partido a los problemas».

Además, como es lógico, serán «sanos y estables para superar las alteraciones en sus ritmos de vigilia-sueño y en la percepción del tiempo, algo que tiene una gran influencia en los estados de ánimo». Ese perfil tan severo no está reñido con humor. Preguntado antes de ser encerrado, uno de los voluntarios dijo que, si pudiera elegir, se llevaría como compañeros a Shakira y Angelina Jolie.

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