Desvelados los secretos de la misteriosa y enorme nube de Marte
El extraño fenómeno se extiende cada mañana desde el volcán Arsia Mons hasta los 1.800 kilómetros de distancia, para desaparecer de nuevo a penas unas horas después

Primavera en el hemisferio sur de Marte. Cada día durante esta estación, una nube de hielo de agua emerge hasta los 20 kilómetros de altura cerca del volcán Arsia Mons , situado muy cerca del ecuador marciano. Rápidamente se extiende varios cientos de kilómetros ... más. Pero, pasadas unas horas, desaparece. Hasta la mañana siguiente, cuando el fenómeno vuelve a surgir. Ahora, científicos de la Universidad del País Vasco (UPV) han conseguido desvelar parte de los secretos de esta misteriosa y efímera nube gracias a un 'arma secreta' de la sonda Mars Express Orbiter , de la Agencia Espacial Internacional (ESA). Los resultados acaban de publicarse en ' Journal of Geophysical Research '.
La zona en la que se produce el fenómeno es un lugar lleno de enigmas científicos. Arsia Mons es el único sitio a baja latitud donde se ven nubes, y el único entre los numerosos volcanes similares de esta región que presenta este tupido 'velo nuboso' durante esta época del año. Sin embargo, la nube es difícil de observar en su totalidad , debido a la rápida y cambiante dinámica de la atmósfera marciana, y las naves que orbitan sobre el terreno tienen limitaciones en sus órbitas, lo que hace difícil rastrear el fenómeno durante un largo periodo de tiempo para saber cómo se forma y por qué cambia con el tiempo esta extraña masa nubosa.
Un 'arma secreta' inesperada
«Para superar estos obstáculos, utilizamos una de las herramientas 'secretas' de la Mars Express: la Cámara de Monitorización Visual, o VMC», afirma Jorge Hernández Bernal de la Universidad del País Vasco y autor principal del estudio. En un principio, la VMC que tiene una resolución parecida a la de una 'webcam' casera, se instaló para confirmar visualmente que el módulo de aterrizaje Beagle 2 se había separado con éxito de Mars Express Orbiter en 2003. Desde entonces, el orbitador se encuentra operando sobre el espacio marciano. Sin embargo, el Beagle 2 no corrió tan buena suerte: se dio por perdido un año después y, en enero de 2015, fueron localizados sus restos siniestrados por el Mars Reconnaissance Orbiter , de la NASA .
Después de cumplir su función, la VMC se apagó. Pero unos años más tarde, la ESA decidió reactivarla para recopilar imágenes de Marte y usarlas con fines divulgativos, no científicos. Al ver su potencial, la agencia espacial europea la reclasificaba recientemente como herramienta científica de nuevo. «Aunque tiene una resolución espacial baja, posee un amplio campo de visión, esencial para observar el panorama general en diferentes momentos del día. Es maravillosa para rastrear la evolución de una característica durante un largo período de tiempo y en pequeños intervalos. Como resultado, pudimos estudiar toda la nube a lo largo de numerosos ciclos de vida», afirma Hernández Bernal. «Estos hallazgos realmente demuestran las fortalezas de Mars Express: su órbita única, su longevidad, calidad demostrada y capacidad de adaptación mientras aborda los misterios de Marte», afirma por su parte el científico del proyecto Mars Express de la ESA, Dmitrij Titov .
Para completar la visión de conjunto, el equipo combinó los datos de la VMC con otros instrumentos de la Mars Express y de otras naves espaciales, como la Mars Atmosphere and Vollatile Evolution (MAVEN) , MRO , y la Viking 2 , todas de la NASA; y la Mars Orbiter Mission (MOM) de la Organización de Investigación Espacial de la India. Y, buscando entre los datos, encontraron una sorpresa: «Fue muy emocionante encontrar observaciones de esta nube desde la Viking 2 ya en la década de 1970», señala el autor.
Nubes de 1.800 kilómetros de largo
Los hallazgos revelaron que la nube podía llegar a medir la friolera de 1.800 kilómetros de longitud por 150 kilómetros de ancho. Los investigadores piensan que se forma como resultado del viento, que es forzado a subir desde una zona más baja -base del volcán- a otra más alta -cima-, a semejanza de las nubes orográficas de la Tierra. En este caso, la altura del volcán Arsia Mons 'perturba' la atmósfera marciana, desencadenando la formación de la nube; luego, el aire húmedo sube por la ladera del volcán en corrientes ascendentes, para finalmente condersarse a altitudes más altas y mucho más frías.
Y este proceso se forma cada mañana marciana durante los meses de primavera y verano. Comienza a crecer antes del amanecer en la ladera occidental de Arsia Mons antes de expandirse hacia el oeste durante dos horas y media, creciendo notablemente rápido, a más de 600 km / h, a una altitud de 45 km. Después, deja de expandirse, se desprende de su ubicación inicial y es empujado aún más hacia el oeste por los vientos de gran altitud, antes de evaporarse al final de la mañana, cuando la temperatura del aire aumenta con el sol naciente. «Esta nube alargada se forma cada año marciano en esta época, alrededor del solsticio meridional , y se repite durante unos 80 días o más, siguiendo un rápido ciclo diario», indica el autor principal.

Se cree que ningún otro sistema climático del Sistema Solar es tan similar al de la Tierra como el marciano. Pero, aún así, los dos planetas presentan inquietantes diferencias . «Aunque las nubes orográficas se observan comúnmente en la Tierra, no alcanzan longitudes tan enormes ni muestran una dinámica tan vívida. Comprender esta nube nos brinda la oportunidad de intentar replicar su formación con modelos que mejorarán nuestro conocimiento de los sistemas climáticos tanto de Marte como de la Tierra», señala el coautor Agustín Sánchez-Lavega , también de la Universidad del País Vasco y responsable científico del VMC. Y la comprensión de estos fenómenos puede venir de la mano incluso de una nave que lleva casi dos décadas orbitando Marte.
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