Ötzi, el hombre de hielo, ¿muerto por un coágulo en la cabeza?
Muestras del cerebro de la famosa momia confirman que sufrió una grave lesión en el cráneo antes de morir

Las circunstancias que rodearon la muerte de Ötzi, el famoso «hombre de hielo», han sido profusamente estudiadas como si de un caso de detectives se tratara, sin que todavía se haya conseguido aclarar qué mató exactamente a este cazador prehistórico del Tirol de hace 5.300 años . La hipótesis principal es que murió desangrado después de que una flecha le atravesara el cuerpo por la espalda y, además, recibiera un golpetazo en la cabeza , quizás en un cuerpo a cuerpo o quizás al resbalar y caerse cuando trataba de huir de alguien que lo hostigaba. Ahora, un nuevo estudio de las proteínas de muestras tomadas del cerebro de Ötzi por un equipo europeo, confirman firmemente que el hombre de la Edad del Cobre sufrió una grave lesión en la cabeza antes de quedar congelado hasta finales del siglo XX en los Alpes, cerca de la frontera entre Italia y Austria.
Anteriormente, científicos ya habían tomado radiografías y habían hecho escáneres del cráneo del hombre de hielo, en los que detectaron una inflamación de los tejidos blandos en la parte derecha, un posible signo de daño cerebral. Para la nueva investigación, expertos de la Academia Europea de Bolzano/Bozen (EURAC) y las universidades alemanas de Saarland y Kiel tomaron dos muestras de tamaño de una cabeza de alfiler retiradas en buen estado de conservación del tejido cerebral del hombre de hielo.
Estudio de proteínas
Los investigadores separaron las proteínas individuales de las muestras mediante espectrometría de masas, un método para la determinación de las masas y la estructura química de las moléculas. En total, el equipo identificó 502 proteínas diferentes en el tejido cerebral de Ötzi. Diez de ellas estaban relacionadas con la sangre y la coagulación, lo que sugiere fuertemente que grandes coágulos de sangre se formaron en el cerebro del cazador antes de su muerte. Sin embargo, lo que lo mató sigue siendo poco claro: ¿Tras recibir el flechazo tropezó y cayó, o recibió una paliza?
La momia de Ötzi, la más antigua del mundo y una de las más estudiadas por la ciencia, desvela poco a poco sus misterios. Los investigadores conocen desde hace tiempo la secuencia casi completa de su ADN y, por diferentes investigaciones, sabemos que sufría del corazón, una infección bacteriana, caries, periodontitis e intolerancia a la lactosa. Comía cabra, tenía los ojos castaños y sus «parientes» vivos más cercanos viven en Córcega y Cerdeña.
El nuevo estudio aparece publicado en Cellular and Molecular Life Sciences.
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