Juguetes eróticos: ¿Oportunidad para el placer, amenaza o accesorio inútil?

Una de las ventajas que aporta el uso de accesorios eróticos tanto en solitario como en pareja es facilitar el desarrollo de la creatividad durante las relaciones íntimas

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El uso de juguetes eróticos favorece el autoconocimiento y la creatividad sexual.

06/10/2023
Actualizado 10/10/2023 a las 11:00h.

Cuando se hace referencia al uso de juguetes sexuales se dan, además de alguna que otra mueca o sonrisa, tres tipos de reacciones: para algunas personas despierta curiosidad y apetito sexual, en el caso de otras se percibe una cierta resistencia a utilizarlos con argumentos del tipo «yo no los necesito para disfrutar» o «son demasiado artificiales y prefiero lo natural»; e incluso algunas personas viven esa experiencia como una especie de amenaza, como si su uso implicase poner en duda la valía sexual de uno o de otro cuando se juega en compañía. Sin embargo, tal como explica la sexóloga de Diversual, Lucía Jiménez, una de las ventajas que aporta el uso de juguetes eróticos tanto en solitario como en pareja es facilitar el desarrollo de la creatividad durante el sexo así como el aumento de la confianza y el descubrimiento del potencial del propio cuerpo a la hora de sentir placer en la práctica sexual.

Ritual de iniciación

Lo cierto es que como sucede con muchas de las cuestiones relacionadas con la sexualidad el uso de accesorios durante la práctica es algo más relacionado con los gustos particulares que con otra cosa y, tal como explica la sexóloga es «completamente normal» sentir un poco de recelo ante lo que se desconoce. En este sentido la experta recuerda que el primer órgano que interesa excitar siempre es el cerebro, por lo que una ceremonia previa a la introducción de un juguete erótico en la vida de una pareja puede ser tan estimulante como su propio uso. Así, la sexóloga explica que un ritual de iniciación podría comenzar normalizando su presencia, pues con ello se pueden descifrar nuevas aristas de la sexualidad, a través de la combinación de distintos estímulos que permiten alcanzar zonas eróticas sensibles a las que tal vez sería más difícil llegar si no se usan este tipo de accesorios. «Generando expectativas y deseo se envía al cerebro una señal positiva respecto al juguete de modo que cuando llegue el momento de probarlo se habrá construido toda una estela de imágenes a su alrededor que servirán de afrodisiaco», propone Jiménez.

Algo que puede resultar útil si nunca se ha probado uno de estos artículos es buscar información sobre los distintos tipos de juguetes que existen, observar sus formas, consultar los usos y echar mano de la imaginación para recrear las situaciones en las que podrían utilizarse. Puede ser en compañía o a solas, de vacaciones lejos del estrés de la rutina o tras una larga jornada de trabajo... La clave es elegir el contexto en el que la idea de jugar con estos accesorios nos parezca sugerente y atractiva.

Manual básico de uso

Según asegura la sexóloga, la mayoría de los juguetes eróticos de autoestimulación pueden usarse tanto en compañía como de manera individual para masturbarse. Aquellos que están más pensados para el autoerotismo, no obstante, se caracterizan por ofrecer variedad de ritmos, de velocidades y de superficies de estimulación. En este sentido la experta de Diversual apunta que para las personas con vulva puede ser interesante la opción de usar un vibrador, ya que la estructura del clítoris es más grande de lo que se observa a simple vista y ese artilugio puede llegar a zonas más profundas. «La parte externa del clítoris, la que se puede masturbar directamente con juguetes como los succionadores, es solo una pequeña parte de la estructura completa. Además del glande, que se encuentra más o menos tapado por el prepucio, el clítoris está compuesto de los bulbos, los tallos y los pilares, unas estructuras alargadas que irrigan toda la zona y que abrazan la cavidad vaginal, siendo responsables de que pueda ser placentera la penetración», revela. Por eso la sexóloga explica que, en este caso, disponer de un juguete que permita masturbar el clítoris tanto externa como internamente a través de la vagina, amplificará las sensaciones.

También hay que tener en cuenta que la estimulación se puede ejercer sobre cualquier parte del cuerpo, y que las vibraciones en los pezones, las caricias o pellizcos y la masturbación anal, que a veces suelen relegarse a un segundo plano, pueden ser invitados de honor en la experiencia sexual.

También en el caso de las personas con pene es posible practicar el autoerotismo usando juguetes sexuales. Desde aquellos que simulan el sexo oral, los orificios vaginales o anales, hasta el uso de vibradores y dildos para ser introducidos, o para acariciar superficialmente el área testicular, el glande o los pezones. Lo cierto es que, como revela Jiménez, los masturbadores masculinos han ido sumando protagonismo en los últimos años. De hecho asegura que cada vez son más los hombres que se atreven a ir un poco más allá experimentando con estimuladores prostáticos. «Puedes empezar acariciando la zona del perineo para después ir introduciéndolo poco a poco usando, eso sí, un lubricante, ya que el ano no lubrica de manera natural. Cabe destacar que el ano cuenta con una gran cantidad de terminaciones nerviosas y se encuentra conectado a la próstata y al clítoris, por lo que puede ser una gran opción a la hora de elegir juguete«, aconseja.

Los más adecuados para usar en pareja

Los grandes protagonistas de la experiencia en pareja son los juguetes que se pueden controlar a distancia, con un mando o desde una app que se descarga en el dispositivo móvil. «Esto permite observar que el uso de los juguetes va mucho más allá de la estimulación física, pues con ellos se puede sorprender a la pareja, jugar con sus expectativas manteniéndola en un estado de alerta y de espera del placer, o incluso activar el vibrador en cualquier momento provocando una descarga de placer generada por la suma de la excitación mental previa más el efecto del juguete», comenta la sexóloga de Diversual.

Los juguetes eróticos permiten acceder a zonas más sensibles que, de otra manera, cuesta más alcanzar.

Otro de los juguetes preferidos por las parejas son los vibradores en forma de pinza que suelen usarse simultáneamente durante la penetración vaginal y anal. Así, la persona con pene sentirá las vibraciones a la vez que la persona con vulva, que también recibirá estimulación en la parte externa del clítoris. «El punto fuerte de este tipo de juguetes es que logra que ambas personas experimenten las mismas sensaciones sumadas a las de la penetración y eso ayuda a conectar más con la otra parte y a aumentar la excitación a ritmos acompasados«, revela Jiménez.

Por último cabe destacar una práctica conocida como «pegging«, que es cada vez más frecuente y que consiste en que una persona con vulva penetra a otra utilizando un arnés que lleva incorporado un dildo. «Puede ser un complemento indispensable para las parejas de personas con vulva que disfruten de la penetración o para las parejas en las que ambos integrantes disfruten de la penetración anal y quieran cambiar los roles«, recomienda la experta.

El mundo de la juguetería erótica es inmenso y no se reduce únicamente a la masturbación genital, pues la masturbación masculina y femenina es mucho más amplia y compleja. Por eso la sexóloga explica que dar con el juguete idóneo puede ayudar a despertar nuevas sensaciones el cuerpo que nunca antes se habían experimentado: a veces una vela con cera que se derrite (especialmente pensada para esta práctica) y se convierte en aceite de masaje, unas pinzas para pezones, o un kit BDSM para inmovilizar a tu pareja de forma consensuada o para bloquear alguno de los sentidos puede ser suficiente para provocar un nuevo estado de desinhibición. «Siempre es un buen momento para experimentar cosas nuevas y para aprender de qué manera tu cuerpo prefiere sentir y dar placer. Y para percibir la juguetería erótica no como una amenaza, sino como una oportunidad», concluye.

Sobre el autor Raquel Alcolea

Periodista y Máster en Marketing Digital. Tras dos décadas en diarios, emisoras y revistas, ahora estoy al frente de ABC Bienestar, donde escribo y hablo sobre temas que ayuden a vivir más y mejor.