San Valentín
Cómo acertar al elegir pareja con la «regla de las cuatro patas de la mesa»
La psicóloga Ana Asensio, doctora en Neurociencia y fundadora de Vidas en positivo, explica los pilares sobre los que se sostiene una relación de amor exitosa
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Elegir pareja es algo muy personal y, aunque muchas veces se hace de una forma menos consciente de lo que creemos, lo cierto es en esta elección influyen matices biológicos, emocionales y racionales. El primer impacto se produce a nivel visual y olfativo pero también se tienen en cuenta matices inconscientes y aspectos relacionados con el lenguaje verbal o no verbal que influyen en el deseo y la atracción sexual. Pero además, como explica la psicóloga Ana Asensio, doctora en Neurociencia y fundadora de 'Vidas en positivo' (@vidasenpositivo_anaasensio) influyen los matices emocionales (que explican esa especia de atontamiento propio del enamoramiento) y esa especie de placer anestésico), así como los matices racionales (aunque en primera instancia sean los que menos pesen), que son los intereses compartidos y esa evaluación que se hace sobre una persona para saber si esa persona se acerca a lo que busco o no o si realmente me conviene.
Lo que sí parece claro, según aclara Asensio, es que para tener pareja una persona debe estar abierta a conocer y debe atreverse a crear esos primeros vínculos sin exigirse que nos guste para siempre o en la primera cita, sin la presión de tener que formalizarla y, por supuesto, sin tener prisa en establecer lazos con ella.
La clave en la actualidad es que el concepto de «media naranja» se ha agotado y que esa especie de «romanticismo irreal» es más propio del cine y de la fantasía de soñar que de la realidad, porque, tal como propone la psicóloga, en las parejas «más vale ser naranjas enteras que se relacionan, se eligen y se complementan sin que ninguno tenga que cubrir aspectos vacíos del otro y sin que ninguno pretenda cambiar al otro». De hecho, como explica Asensio, en muchas ocasiones, uno no sabe lo que se busca y eso es precisamente lo que hace recomendable desarrollar el poder de ensayar y aprender al menos de aquello que no se busca de modo que nos sirva como ejercicio para afinar lo que entendemos por «naranja complementaria».
«más vale ser naranjas enteras que se relacionan, se eligen y se complementan sin que ninguno tenga que cubrir aspectos vacíos del otro y sin que ninguno pretenda cambiar al otro»
Ana Asensio
Doctora en Neurociencia
Una pareja como vía para el autoconocimiento
Por otro lado y partiendo de la base de que prácticamente «no pensamos en nada» cuando elegimos pareja y que lo que sucede es que cuando nos queremos dar cuenta ya hay un enganche emocional y un apego, lo que es interesante es que, según aconseja la psicóloga, nos planteemos tomar la relación de pareja como una de las mayores vías de autoconocimiento y crecimiento personal que tenemos a nuestra disposición. Así, en el caso de que, a pesar de que surja ese enganche emocional, ya no se quiera continuar esa persona tendrá las herramientas para dar el paso que le permita dejar la relación y, si lo que desea es seguir con esa relación, entenderá que lo mejor es ir avanzando y madurando con la pareja siempre que no surjan incompatibilidades o toques de indiferencia que hagan, de alguna manera, que el amor se acabe terminando por no usarlo.
Dicho esto, la experta incide en que hay varios aspectos en torno a la atracción y a la elección de pareja que conviene saber:
Aspectos que conviene tener en cuenta a la hora de elegir pareja
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Nos suele atraer lo diferente y lo que identificamos como complemento a lo que nos falta, pero en realidad acabamos sintonizando y quedándonos con lo que nos resulta familiar y similar.
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No todo te va a gustar de tu pareja, pero también es importante que no entremos en una creyendo que lo vas a cambiar.
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Hasta un 20% o incluso un 30% de la posible pareja puede no gustarte y, aún así, es posible tener una relación con salud pero lo que sí es necesario es que ese porcentaje que no te guste de tu pareja no vaya contra tu ADN o lo que para ti es importante, es decir, no debe atentar contra tus valores, principios o tu forma de ver, sentir y vivir la vida.
La regla de las cuatro patas de la mesa
Una vez que se han sentado algunas de las bases relacionadas con la búsqueda de pareja, Asensio propone tener siempre en mente lo que ella denomina «la regla de las cuatro patas de la mesa» para saber cuáles son los pilares sobre los que se debe asentar una relación sentimental para que llegue a buen puerto:
Pilares básicos para asentar una relación sentimental
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1. Atracción y deseo. Se dará más al principio y con la convivencia y los años irá disminuyendo, pero para que la otra persona sea tu pareja sentimental tiene que tener ese atractivo especial para ti.
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2. Valores comunes. Es importante que podáis hablar el mismo idioma en valores porque eso evitará que, más adelante, tengáis encontronazos y no os resulte posible entenderos a la hora de trazar vuestras acciones de vida. «Ser honesto y compartir los valores importantes para cada uno es un facilitador del camino, si bien es cierto que este aspecto se desarrolla y se flexibiliza en la superación de las crisis de pareja», plantea.
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3. Compatibilidad de caracteres. Es vital para entenderse, comunicarse, gustarse, conversar juntos, divertirse, caerse bien y empatizar con facilidad.
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4. Proyecto vital común. Esta es una piedra angular actual porque es una de las bases del compromiso. Si nos fijamos en el nivel de separaciones que hay podemos deducir que la palabra compromiso parece asustar mucho y que son muchas las personas que prefieren no converger con nadie en un proyecto vital. Sin embargo, como precisa la psicóloga, es necesario saber que para que una relación sea sana, duradera y pueda adquirir una dimensión profunda, el proyecto vital compartido necesitará ser atendido.
Pero entonces, ¿Qué sucede si en una relación falta alguna de estas patas? Lo que explica la psicóloga es que estaremos ante otros tipos de relación, pero no ante una relación sólida. «Si quitamos alguna de estas patas, la mesa cojeará y serán otro tipo de relaciones pero no de pareja sentimental, revela.
«Ser honesto y compartir los valores importantes para cada uno es un facilitador del camino, si bien es cierto que este aspecto se desarrolla y se flexibiliza en la superación de las crisis de pareja»
Ana Asensio
Doctora en Neurociencia
Así, si quitamos la atracción y dejamos las otras tres se parecerá más a una amistad. Si quitamos el proyecto común, la relación no evolucionará y en algún momento morirá, si quitamos la compatibilidad de caracteres será una batalla campal y estaremos ante lo que llamamos relación tóxica. Si quitamos los valores comunes la pareja se encontrará con muchas tormentas difícilmente solucionables. Eso sí, en este caso concreto es posible que, con honestidad por ambas partes y en muchos casos con ayuda terapéutica a tiempo, sea posible volver a renegociar y «recomenzar» tras las crisis de pareja que se vayan dando.
En definitiva, como plantea la fundadora de Vidas en positivo, para que una relación de pareja sea exitosa, debe tener esas «cuatro patas de la mesa» bien firmes.
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