Hazte premium Hazte premium

Neurofeedback, el entrenamiento del cerebro que puede ser eficaz en casos de ansiedad

Esta tecnología desarrollada por neurocientíficos permite acceder al funcionamiento eléctrico del cerebro entrenando las ondas cerebrales para que operen en frecuencias más estables

Un estudio desvela que las personas solteras tienen más probabilidad de sufrir depresión: hasta un 80 por ciento más

Cómo calmar la inseguridad y la ansiedad provocada por la tragedia de la DANA

Imagen del cerebro en una maqueta.
Raquel Alcolea

Esta funcionalidad es sólo para registrados

El impacto que la tragedia provocada por la DANA en Valencia ocasionará sobre la salud mental de miles de personas será clave en los próximos meses. Sus efectos se apreciarán en funciones diarias como la atención, la memoria o el rendimiento cognitivo, pero también se darán alteraciones en el sueño, un aumento de los trastornos obsesivos y episodios relacionados con la ansiedad o la depresión. En este contexto los expertos inciden en la necesidad de trabajar la mente para afrontar situaciones desfavorables, aunque respetando los tiempos y los plazos de cada persona. Una de las técnicas que cuenta con respaldo científico en este sentido es el 'neurofeedback'.

El neurofeedback es la aplicación de una tecnología desarrollada por neurocientíficos que permite acceder al funcionamiento eléctrico del cerebro mediante el entrenamiento de las ondas cerebrales para que operen en frecuencias más estables. Tal como destaca Mercedes Muñoz, Directora de Neurofeedback en Capital Psicólogos, se trata de un entrenamiento fácil, inocuo y cómodo para el paciente que mejora el rendimiento y consigue beneficios cognitivos y emocionales. «Imagina poder entrenar tu cerebro de la misma manera que entrenas los músculos en el gimnasio. Eso es justamente el neurofeedback. Un entrenamiento mental que ayuda a que el cerebro funcione mejor, optimizando y aumentando sus capacidades», asegura Muñoz.

Para aplicar esta técnica se realiza una evaluación inicial que permite obtener un mapa cerebral donde se pueden determinar las áreas que hay que trabajar. Después se colocan unos sensores en el cuero cabelludo que no producen electricidad sino que tienen como función capatar en tiempo real la actividad neuronal. Ésta se envía a un ordenador, que procesa la información y envía una respuesta ('feedback') a través de la pantalla para que lo vea el paciente. De esta manera la persona que está en tratamiento puede entrenar sus propias ondas cerebrales para obtener los datos deseados, creando así rutas neuronales más efectivas. «Por ejemplo, si estás estresado, los patrones cerebrales que se ven en la pantalla te lo indican y, con la ayuda del terapeuta, puedes empezar a entrenar para relajarte. Poco a poco, tu cerebro aprende a «calibrarse» para trabajar mejor, y puedes conseguir mejoras en concentración, control del estrés, sueño e incluso en el estado de ánimo», explica la psicóloga.

Este tipo de entrenamiento del cerebro se realiza a través de una metodología que hace trabajar al cerebro sin necesidad de conocimientos previos, por lo que puede realizarlo cualquier persona a cualquier edad, salvo los invidentes, pues en la actualidad este trabajo se realiza con estímulos oculares.

Cómo son las sesiones de 'neurofeedback'

Cada sesión dura entre 30 y 40 minutos y la dinámica es la siguiente, según explica Mercedes Muñoz. «Te sientas en una silla cómoda mientras el terapeuta coloca los sensores en tu cabeza. Estos son inocuos y no emiten nada, solo leen la actividad de las ondas cerebrales, como un radar que recoge información. Mientras tanto, verás en la pantalla animaciones o imágenes, como un juego de video, que hacen reaccionar a tu cerebro. El cerebro trabajará para adaptarse a estas imágenes especiales y para que se vean con menos interferencias. Así, de forma natural, tu cerebro empieza a aprender patrones más saludables, como quien aprende a andar en bici tras unas cuantas prácticas, describe. De hecho, como explica la terapeuta, lo más frecuente es que las sesiones se vivan como una experiencia entretenida.

Duración del tratamiento

Un entrenamiento básico consta de 20 sesiones, que permiten que el cerebro trabaje y aprenda nuevos patrones para conseguir una estabilidad mayor en las ondas cerebrales. Eso sí, tal como aclara la terapeuta, algunos problemas que requieren más sesiones por su complejidad, como es el caso del TDAH, ya que se pueden necesitar hasta 40 sesiones para lograr avances más profundos. Para algunas personas, los primeros cambios se notan después de unas pocas sesiones y suelen sentirse en forma de más claridad, menos cansancio mental, mejor concentración o menos angustia. Lo importante, como aclara Muñoz, es la paciencia, la constancia y el compromiso, ya que el progreso viene poco a poco.

En líneas generales suelen notarse cambios tras unas 10-15 sesiones, si bien algunas personas los sienten antes. La experta cita algunos ejemplos en este sentido pues algunas personas que sufrían estrés constante, como profesionales con jornadas exigentes, pueden empezar a sentir tras esas sesiones una «ligereza» que no sentían antes. Otros, como quienes luchan con la falta de concentración, describen que ya no se sienten tan dispersos. «Los resultados dependen de la frecuencia de las sesiones y de cómo responda cada persona, pero la mayoría de los pacientes sienten que su calidad de vida va mejorando con cada visita», asegura.

En cuanto a las personas que ya estén siendo tratadas psicológicamente, la terapeuta explica que el neurofeedback se puede combinar con cualquiera de ellas pues trabaja con un lenguaje diferente para el cerebro y plantea una manera distinta de hablar con la mente, por lo que además de ser compatible con cualquier terapia psicológica, asegura que mejora los aprendizajes y los cambios generados por esa terapia.

Aplicaciones y usos prácticos

Según explica la terapeuta de Capital Psicólogos, la técnica de 'neurofeedback' es adecuada para cualquier persona que quiera mejorar su salud mental, ya sea adulto, adolescente o niño (a partir de 5 años). «Personas con TDAH, ansiedad, insomnio o estrés crónico, pensamientos obsesivos o pesimistas y problemas de ansiedad suelen ser quienes más la buscan», asegura; aunque también es aconsejable para personas que aseguran que su mente «no se apaga» o para aquellos que desean mejorar su rendimiento mental, como estudiantes o personas que trabajan en entornos muy exigentes.

Tal como asegura la experta suele dar buenos resultados en los casos de TDAH, ansiedad, pensamientos obsesivos, estrés, problemas de concentración, trastornos del sueño y cefaleas, entre otros. En cuanto a los casos de esquizofrenia o trastornos de personalidad complejos, la experta asegura que puede suponer una ayuda pero son necesarias otras intervenciones adicionales.

Igualmente se utiliza para aumentar las capacidades cerebrales como la concentración, la atención, la memoria, el procesamiento mental y el control emocional.

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación