La prueba de los Lacasitos que aclara si comprendes la 'teoría de la mente'
Los psicólogos Jesús Matos y Silvia González, del equipo de 'En equilibrio mental' explican los experimentos psicológicos que ayudan a comprender o incluso a anticipar la conducta de los otros
La tendencia natural de «leer la mente de los demás» nos ayuda a comprender la conducta de los otros, a anticiparla y a coordinarla de forma coherente con nuestra propia conducta. En definitiva, nos ayuda a organizar el mundo y a vivir en él.
El término 'teoría de la mente', por tanto, es la habilidad para comprender, explicar, predecir y manipular las acciones mediante la atribución de estados mentales a los demás y a uno mismo.
La tarea de la creencia falsa es la prueba más común que se ha utilizado para evaluar la 'teoría de la mente'. Esta tarea se diseñó para comprobar que los niños de entre 3 y 6 años son capaces de comprender que las creencias, incluyendo las propias, pueden ser falsas.
En este sentido la teoría de la mente se puede evaluar mediante una gran variedad de tareas, por ejemplo, tareas clásicas como la falsa creencia o tareas que miden emociones secundarias por transgresión de normas socio-convencionales y morales o incluso con las historias extrañas de Happé , que evaluarían la comprensión de la ironía, la mentira y la mentira piadosa mediante una serie de viñetas cuyos personajes son niños.
La prueba de los Lacasitos (Perner, Frith, Leslie y Leekman, 1989) o prueba de cambio de contenido consiste en un primer momento y antes que el niño entre en la clase, la investigadora quita los chocolates del tubo de Lacasitos y pone un pequeño lápiz dentro. A continuación, se le pregunta: «¿Qué crees que hay dentro?» Se apunta la cara de sorpresa o no cuando descubre que hay un lápiz. Una vez haya respondido a la pregunta se vuelve a poner el lápiz dentro del bote, se tapa y se pregunta: «Si ahora entrase (póngase aquí el nombre de un niño de la clase), ¿Qué crees que dirá que hay dentro?» Si el niño tiene desarrollada la 'teoría de la mente' contestará que la otra persona respondería que el bote contiene Lacasitos. Pero si el niño no tiene desarrollada la 'teoría de la mente' dirá que otra persona respondería a esta pregunta diciendo que habría un lápiz.
Esta prueba de los Lacasitos es muy parecida al 'test Sally and Anne' que fue desarrollado por Wimmer y Perner en 1983 y es el más utilizado en la literatura. En él se presentan dos personajes, Sally y Anne, y se explica a un niño la siguiente historia: «Sally tiene una pelota que guarda en la cesta y se va. A continuación, Anne, que permanece en la habitación, cambia la pelota de la cesta a una caja, y se va también». Tras contarle la historia se le hace una pregunta del tipo: «¿Dónde buscará la pelota Sally?» Si el niño/a tiene la teoría de la mente ya desarrollada, deberá decir que Sally buscará la pelota en la cesta donde ella la guardó. Si no tiene desarrollada la teoría de la mente, indicará que Sally buscará la pelota en la caja, donde realmente está.
Estas habilidades se adquieren en edades tempranas y facilitan el aprendizaje de funciones cognitivas más complejas que permitirán el desarrollo del pensamiento social. Cuando aparecen dificultades en alguna de estas áreas, existe riesgo de alteraciones futuras en la comunicación y en la 'teoría de la mente'. Un déficit de esta teoría implica mayor dificultad para desarrollar las habilidades sociales correspondientes a la edad, con lo que resultará más complejo interactuar con los demás de la forma esperada y poder establecer relaciones sociales positivas.
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