Psicología
¿Por qué hay personas que encuentran placer o calma en la limpieza?
En las tareas repetitivas podemos entrar en estado de «flow», clave para descansar la mente

Pocas cosas hay más divisorias que la limpieza: hay quienes odian «con todo su alma» las tareas del hogar , y quienes afirman que encuentran un cierto gusto en lavar los platos, pasar la aspiradora, o planchar.
Pero, ¿cómo puede ser que en tareas ... que con normalidad dan pereza, y son aburridas, haya quienes encuentren confort? Francisca Barba Colmenero, directora del Centro de Psicología Lmental y miembro de Top Doctors. explica que limpiar, por lo general puede ser «una forma de relajarse y de regularse emocionalmente cuando más estresados nos encontramos». «Ayuda a concentranos en esa tarea concreta y a no dejarnos llevar por pensamientos intrusivos negativos, que nos generan malestar», explica.
Aída Rubio, psicóloga y coordinadora del equipo de psicólogos de TherapyChat comenta que, en el momento que se encuentra placer o calma en estas tareas, lo que se experimenta es lo que se conoce como estado de flow . «Esto es un estado mental en que la mente fluye, desconecta y descansa. Está centrado en la tarea y el tiempo vuela. También puede ocurrir con otras actividades, como cuidar del jardín, cocinar o leer», dice la profesional. Por otro lado, apunta que las tareas del hogar tienen otro componente distintivo respecto de las otras: ordenar y limpiar el mundo físico puede funcionar como una metáfora de ordenar y limpiar la mente. «El desorden exterior no ayuda al orden interior, y viceversa», añade.
Repetición para encontrar la calma
La clave de esta concentración, es que nos encontramos ante una tarea repetitiva. Aída Rubio desarrolla más la idea del estado de flow : «Es un concepto de la Psicología Positiva que hace referencia al "estado en el que la persona se encuentra completamente absorta en una actividad para su propio placer y disfrute, durante la cual el tiempo vuela y las acciones, pensamientos y movimientos se suceden unos a otros sin pausa". Se trata al final de obtener la felicidad a través de la acción».
Por otro lado, el gusto que podamos sentir con la limpieza, también puede ir relacionado no solo con la ejecución de la tarea, sino con el fin. «El hecho de tener nuestro espacio limpio y ordenado, aporta bienestar psicológico en forma de tranquilidad , placer, paz, confianza, orden mental y emocional», desarrolla Francisca Barba Colmenero, que añade que por ejemplo, el olor a jabón puede desencadenar un estado de ánimo positivo.
Momentos de «flow» diarios
Aun así, ambas profesionales coinciden en que, lo realmente beneficioso es el estado de flow a la hora de limpiar, pues tal como apunta Barba Colmenero, es una manera de «transformar cualquier tarea cotidiana en una técnica de relajación o meditación». «Lo más valioso es el descanso mental», asegura Rubio, que apunta que, buscar momentos de flow a lo largo de la semana tiene grandes beneficios, como «reducción de ansiedad, mejora de la autoestima, mayor motivación interna, aprendizaje y creatividad, y, finalmente, felicidad».
Por último, la psicóloga Aída Rubio habla sobre el otro lado del espectro: las personas que aborrecen realizar tareas domésticas. «En la cultura occidental tenemos muy asociadas las tareas del hogar con las responsabilidades, como si fueran un trabajo más. Muchas veces se rigen además por motivaciones externas como tener la casa presentable para las visitas, en lugar de por motivaciones internas como "valoro vivir en un entorno limpio"», explica. Para terminar, apunta que los pensamientos y las emociones van de la mano. «Si tú piensas mal acerca de los conceptos limpiar y ordenar, te sentirás mal cuando vayas a hacerlo. Por el contrario, si trabajas el generar pensamientos nuevos y positivos hacia estas tareas, acabarás sintiéndote mejor hacia ellas y cogiéndoles el gusto o por lo menos haciéndolas sin malestar», concluye.
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