Un huerto en casa: cómo tener un jardín comestible y qué plantas evitar porque son tóxicas
Alegra tu hogar con un par de plantas que no solo serán aire puro, también tu fuente de alimentación
Las plantas de tu casa hacen más por ti de lo que crees
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Reconozcámoslo: una casa con plantas es más alegre. Y aquellos hogares que además cuentan con terraza o un pequeño balcón y está repleto de macetas, es como tener un pulmón de aire puro y fresco. Y ahora con las buenas temperaturas los viveros y ... las floristerías reciben más visitas que durante el resto del año porque son muchas las personas que quieren cuidar de estos seres vivos que tanta vida dan. Mientras unos optan por cualquier tipo de plantas, otros empiezan a crear un pequeño huerto urbano.
Desde que el ser humano pasó de ser nómada a establecer sus primeros asentamientos, el origen de los huertos urbanos ha estado vinculado al consumo de alimentos a lo largo de la historia. Esta tradición milenaria de crear jardines comestibles es hoy tendencia. En los últimos tiempos, los expertos destacan la demanda por diseñar estos espacios nutritivos en los hogares o en proyectos vinculados con la gastronomía.
Jardín comestible
Un plan de cultivo requiere combinar el diseño con la agricultura sostenible, manteniendo además un equilibrio con la estética del paisaje. Por ello, para cada espacio que se va a transformar, el paisajista Fernando Pozuelo proyecta cómo debe ser esa zona natural en la que se va a trabajar y qué paso a paso se debe seguir.
En primer lugar se debe conocer el espacio del cual se dispone, ya que dependiendo del tamaño dedicado a esta zona, se pueden diseñar diferentes tipos de huertos. Para aquellas zonas reducidas, se puede realizar pequeños huertos urbanos en jardineras elevadas o jardines verticales, empleando plantas de huerta que puedan ser colgadas -como el tomate o el guisante-. Si el espacio es mayor, se puede desarrollar una composición con pequeños parterres o canteros que permiten delimitar la plantación. En los espacios amplios, se puede realizar una huerta donde no sea necesario ningún elemento contenedor y la plantación de especies comestibles puede ser mayor.
El paisajista detalla los aspectos a tener en cuenta para crear un jardín comestible:
- Sol directo durante seis u ocho horas, clave. Es necesario evaluar la luz solar que incidirá sobre el terreno así como las horas de luz, con el objetivo de que las especiales vegetales puedan crecer y evolucionar correctamente. El potencial de floración y consecuente fructificación de las hortícolas de sol es proporcional a su exposición al astro rey.
Si el terreno no recibe luz solar suficiente, el experto recomienda plantar especies con menos requerimientos o incluso adaptadas a zonas umbrías como la hierbabuena o Mentha spicata, la grosella o el arándano -plantas acidófilas-.
- Tipología de la tierra. Desde el estudio de Fernando Pozuelo se recomienda que el terreno que utilicemos para la creación de nuestro jardín nutritivo sea rico en materia orgánica y además suelto, aireado, drenante y limpio de especies adventicias, vulgarmente llamadas «malas hierbas».
- El ciclo de cultivo. A la hora de empezar con la siembra, es necesario entender las necesidades que puede llegar a tener un huerto e identificar cuál es el momento del año apropiado para plantar las especies seleccionadas. Así, podemos encontrarnos con hortícolas de primavera como el tomate, pepino, berenjena, pimientos, guisantes o judías; la col, coliflor, rabanitos, acelgas o espinacas, propias de época fría como el otoño y el invierno. Con un poco de práctica y lectura, se podrá llegar a hacer ciclos de cultivos estacionales, donde unas especies creen sinergias simbióticas con otras..
¿Cómo mantener el jardín comestible? Para poder mantener nuestra huerta viva, es conveniente mantenerla limpia de hierbas, con las plantas trepadoras encañadas, con el estado de recolección o cosecha al día para evitar que los frutos caigan al suelo, y contar con un sistema de riego localizado por goteo que permite acceder a la zona radicular de cada planta pero con un reducido consumo hídrico. Además, es necesario seguir un exhaustivo control de plagas y prevenir enfermedades del huerto con tratamientos ecológicos con productos naturales como la piretrina -Piretro-, la rotenona -Derris elliptica- o la nicotina -planta del Tabaco- para un jardín sano.
«La siembra es una tradición ligada a los orígenes del ser humano que logra conectarnos de manera plena con la naturaleza. En estos jardines nutritivos podemos crear composiciones ornamentales o 'potager', combinando especies hortícolas y plantas no aplicadas al consumo. De esta manera, creamos una zona donde aunamos la belleza del paisajismo con la actividad recreativa del cuidado hortícola», explica Fernando Pozuelo.
Qué plantas evitar
Sus beneficios son innegables ya que purifican el aire, reducen la sequedad en el ambiente, hacen el entorno más bonito y acogedor y contribuyen al bienestar emocional con su belleza. A pesar de ello, hay algunas especies que son peligrosas para la salud, ya sea porque son venenosas o tóxicas, o porque producen alergias. Según los datos que maneja Kronos Homes, promotora inmobiliaria, en España hay catalogadas más de 60 plantas que pueden afectar a la salud humana y animal. Por ello, identificar cuáles son es fundamental para estar al tanto de sus riesgos y así poder evitarlos.
Algunas de las plantas más comunes en hogares y jardines no son aptas para casas con mascotas, niños o personas alérgicas. Las personas que quieran evitar riesgos deberían prescindir de ellas y sustituirlas por otras que no causen problemas para la salud. Por ello, los expertos de Kronos Homes nos muestran cuáles son las plantas de interior y exterior que es mejor no tener cerca.
Plantas tóxicas de interior. Existen preciosas plantas de interior que, a pesar de su belleza y su indiscutible potencial estético para la decoración del hogar, son venenosas. Una condición que constituye un peligro para niños pequeños y mascotas, que podrían llevárselas a la boca en un descuido. Estas son algunas de las plantas más peligrosas de interior:
- Monstera Deliciosa. También conocida como «costilla de Adán», esta planta llama la atención por sus llamativas hojas que, sin embargo, puede provocar síntomas graves si es ingerida, como hinchazón de lengua y faringe, dificultad respiratoria y convulsiones.
- Espatifilo. A esta planta se la conoce como «cuna de Moisés» o «lirio de la paz», y en muchas casas es utilizada como purificador del aire y para refrescar el ambiente. Sin embargo, su ingesta puede traducirse en vómitos, náuseas, diarrea, y dificultad para hablar o tragar. En los perros afecta a las mucosas y produce trastornos digestivos.
- Aloe Vera. Muchas personas tienen en sus casas aloe vera por sus propiedades medicinales, pero en perros y gatos puede causar una intoxicación grave tras su ingesta.
- Flor de Pascua. La Flor de Pascua es muy típica en los hogares en la época navideña, pero, al igual que ocurre con el acebo y el muérdago, es una planta tóxica para los humanos y venenosa para perros y gatos.
Plantas venenosas de exterior. Los expertos de Kronos Homes apuntan que las plantas venenosas de exterior hay que evitar tenerlas tanto en la terraza, como en el jardín. Algunas de ellas son también muy utilizadas como paisajismo urbano, por lo que a veces se colocan en jardines comunitarios de urbanizaciones. En este caso, se podría hablar con la comunidad de vecinos para valorar la posibilidad que fueran retiradas y trasplantadas en un lugar más seguro, y cambiarlas por otras plantas que no fueran un potencial riesgo para la salud. Estas son algunas de las plantas de exterior que son tóxicas o venenosas:
- Estrella de Belén. En muchos jardines se encuentra esta preciosa planta, que tiene como nombre técnico Ornithogalum Umbellatum. Al ser ingerida afecta, sobre todo, al sistema nervioso. Asimismo, es foco de plagas, ya que atrae a las moscas blancas y las babosas.
- Adelfa. Las adelfas, también conocidas como «laurel de flor», adornan muchos jardines comunitarios y, sin embargo, es una de las plantas más venenosas que existen. Un mínimo consumo de las hojas o flores de esta planta, que presentan un delicioso olor, puede causar convulsiones, vómitos, diarrea y taquicardias. Y si se ingiere una cantidad abundante podría causar incluso la muerte.
- Hortensia. La hortensia también es una planta típica de numerosos jardines por su vistosidad, pero la ingesta de hojas y flores produce efectos parecidos al consumo de cianuro. En dosis pequeñas hará que el individuo padezca desagradables efectos secundarios, pero en dosis altas puede causar paros cardiacos e incluso la muerte.
- Hiedra venenosa. La hiedra venenosa a veces es utilizada en fachadas y jardines por su carácter ornamental. Ingerir sus frutos altera el sistema nervioso, y su contacto puede provocar dermatitis, inflamación y ampollas.
Consejos sobre plantas peligrosas
A la hora de tener plantas en el hogar o en el jardín, conviene seguir las siguientes recomendaciones que dan los expertos de Kronos Homes:
En lugares de difícil acceso. En principio, cualquier planta debería estar lejos del alcance de las mascotas y los niños, para evitar que puedan ingerirlas. Bastaría con colocarlas en un lugar de difícil acceso para evitar sustos innecesarios, porque un descuido puede ser fatal.
Cuidado con los más pequeños. La intoxicación en los niños de 1 a 3 años es más frecuente de lo que parece, ya que a estas edades comienzan a ser autónomos y tienen la tendencia de llevarse todo a la boca para saciar su curiosidad.
Atención a la tierra. Si el niño o la mascota ha comido algo de tierra, lo mejor sería limpiarle la boca con agua y llamar al Servicio de información Toxicológica, indicando la planta y la cantidad que se cree que ha ingerido. Si el niño ha tocado una planta tóxica, lo mejor es lavar la zona con agua fresca o aplicar hielo, y acudir al médico.
Acudir al veterinario con una muestra. Los perros suelen morder plantas cuando tienen molestias digestivas, y los gatos por juego, aburrimiento o simple curiosidad. Si el animal ha comido la planta, hay que llevarlo a un veterinario, preferiblemente con una muestra de la planta ingerida. Provocar el vómito o hacer que el animal beba leche puede empeorar su estado.
«La mejor prevención es no tener plantas peligrosas en la vivienda. Y ante la duda, lo mejor es consultar previamente si son tóxicas, venenosas, irritantes o perjudiciales de alguna manera para las personas con dermatitis atópica o alergias», señalan desde Kronos Homes. «También habrá que conocer si son venenosas para los animales que se tienen en casa y tener especial cuidado con los niños en edades tempranas, quienes no pueden comprender el peligro que suponen».
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