Síndrome de piernas cansadas: qué síntomas se tienen y cómo mejorar la circulación
Calambres, dolor, hormigueo... identifica si tienes mala circulación y piernas cansadas
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![Cómo mejorar la circulación y evitar las piernas cansadas.](https://s1.abcstatics.com/abc/www/multimedia/bienestar/2024/06/03/sindrome-piernas-cansadas-RVuhsGX7IG4LE68VvrKnPKM-1200x840@diario_abc.jpg)
Sentir las piernas cansadas, pesadas y con mala circulación es muy común en gran parte de la sociedad y especialmente cuando llega el buen tiempo. Con el calor, las piernas, incluyendo también tobillos, se hinchan con más facilidad y eso también aumenta la sensación de piernas fatigadas.
Quienes tienen piernas cansadas también pueden experimentar dolor, calambres y molestias en las mismas. Si esto ocurre ocasionalmente, es posible que puedan resolverse fácilmente los síntomas con reposo o movimientos suaves, pero si la pesadez implica síntomas adicionales más fuera de lo común y no tienen una causa aparente, puede ser el resultado de una afección que requiere tratamiento.
La mala circulación
Tener piernas cansadas tiene mucho que ver con la mala circulación. Tal como indica Juan José Vidal Insua, especialista en Angiología y cirujano vascular del Hospital Vithas Vigo, «debemos entender que hay dos conceptos que se engloban en la palabra circulación: por un lado está la circulación arterial, que alimenta a los músculos de las piernas y nos permite caminar sin detenernos a descansar en trayectos cortos y, por otro, está la circulación venosa, que es el flujo de retorno por las venas de esa sangre que ya ha hecho su función de aportar nutrientes y vuelve a oxigenarse a los pulmones».
La circulación puede mejorarse de distintas formas. La directora del área wellness del Instituto de Benito Eva Verdasco aconseja:
- Levantarse cada 2 horas y hacer una caminata de por lo menos 5 minutos, ya sea para ir al baño o para beber un vaso de agua.
- Practicar actividades físicas con regularidad , que dure, por lo menos, una hora, y se haga unas tres veces por semana.
- Colocar una almohada alta para mantener los pies más elevados que el resto del cuerpo.
- Ingerir una buena durante el día, evitando refrescos y preferiblemente agua, leche y jugos naturales. «Los zumos naturales son excelentes remedios caseros que ayudan a la circulación sanguínea, actúan como antiinflamatorios mejorando el paso de sangre por las arterias: piña y jengibre, sandía y limón o remolacha y naranja», dice la experta.
Masajear la zona también ayuda, y algunos tratamientos son necesarios si se quieren tener un buen flujo sanguíneo. Por ejemplo, en Royal Touch by Fernanda, expertas en masajes antiinflamatorios tienen una técnica 100% manual en la que se trabaja cada parte del cuerpo. Además, Ringana cuenta entre su gama de productos con una crema de frescor para las piernas cansadas y otra de relajante muscular.
Hay que prestar atención a varios factores, como el flujo sanguíneo, la alimentación y la actividad física. Nela Berlanga, farmacéutica y experta en Nutrición de KilosOut, comenta que un flujo sanguíneo inadecuado se debe a una mala circulación. «Las causas de una mala circulación pueden ser genética, colesterol alto, obesidad, embarazo o malos hábitos como fumar, comer mal y no practicar ejercicio. La buena noticia que todo menos la genética tiene solución.
Alimentación y piernas cansadas
Centrarse en la alimentación que llevamos a cabo para entender por qué nuestras piernas se muestran fatigadas es todo un acierto. Lo que comemos influye directamente en la energía de nuestro cuerpo, por lo que una vez encontremos el porqué de una mala circulación, hay que poner el ojo en esto.
La nutricionista María Eugenia Fernández dice que para evitar las piernas cansadas hay que evitar los alimentos altos en sodio e incluir en nuestra dieta los alimentos diuréticos. Estos son especialmente frutas y verduras que nos ayudan a eliminar el exceso de agua del organismo a través de la orina. «Si queremos incluirlos en nuestro día a día, podemos decantarnos por los alimentos considerados diuréticos naturales, como por ejemplo: pera, pepino, remolacha, apio, sandía o espárragos», dice.
Otros alimentos que mejoran la circulación y, por tanto, combaten las piernas cansadas, son el ajo, con efecto anticoagulante; el limón, que mejora la elasticidad ; la uva negra y los arándanos también ayudan a mejorar el tono venoso por sus antioxidantes y la vitamina C. «Las nueces gracias a el omega 3 son antinflamatorias y también contienen vitamina B3 que favorece la circulación», cuenta Nela Berlanga, de KilosOut, y añade que especies tan ricas en propiedades como la cúrcuma o la cola de caballo también nos ayudarán. «El jengibre, junto con los chiles, contiene capsaicina que promueven el riego sanguíneo y controlan la actividad cardíaca», dice.
Ejercicio y piernas cansadas
Si el ejercicio es recomendable para todos, adaptándolo a las condiciones de cada uno, este momento no iba a ser la excepción. Los expertos en fitness aseguran que puede ser normal que las piernas se sientan cansadas después de un ejercicio vigoroso, especialmente cuando una persona hace más ejercicio de lo normal. Eso sí, sin un descanso adecuado, los músculos, incluidos los de la parte inferior del cuerpo, no pueden recuperarse adecuadamente. Hacer ejercicio demasiado duro o sin descansar puede provocar una sensación de piernas cansadas y pesadas.
Las personas que están de pie todo el día para trabajar también corren el riesgo de sufrir síntomas relacionados con las piernas cansadas y pesadas. Si es posible, estas personas deben tomar descansos más frecuentes, pero en ningún caso dejar de ejercitarse. Por ejemplo, los deportes de bajo impacto son los mejores para mejorar el estado de nuestras piernas. Esto es la natación y el 'aguagym', perfectos para las épocas de más calor, así como el yoga, el 'spinning' o el patinaje.
Además, es interesante hacer baños contrastantes, que es un remedio clásico y efectivo. Un baño contrastante implica alternar entre agua caliente y fría, lo cual puede estimular la circulación y proporcionar alivio inmediato a las piernas cansadas. «Este simple ritual puede hacer maravillas para revitalizar tus piernas. El cambio de temperatura estimula el flujo sanguíneo y reduce la sensación de fatiga», comenta la especialista.
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