Ronquidos, ahogos y jadeos: qué es la apnea del sueño y cómo afecta
Las personas que padecen este trastorno del descanso, uno de los más frecuentes junto con el insomnio, sufren una disminución en la cantidad y calidad del sueño que se traduce en cansancio y somnolencia
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![Las personas que padecen apnea del sueño reducen la cantidad y la calidad de su descanso.](https://s1.abcstatics.com/abc/www/multimedia/bienestar/2024/03/15/apnea-sueno-RdlGy1OYLdD5kEYa2jYfXCI-1200x840@diario_abc.jpg)
La apnea obstructiva del sueño es, junto con el insomnio, uno de los trastornos más frecuentes relacionado con el descanso, pues afecta a casi 950 millones de personas en el mundo. En España, actualmente se calcula que entre dos y tres millones de personas conviven con esta dolencia, aunque apenas entre un 25% y un 30% de están diagnosticados y siguen un tratamiento.
Este trastorno se produce cuando las vías respiratorias se obstruyen de manera repetitiva durante el sueño y, tal como explica el Dr. Raúl Pérez, Doctor en Medicina y Cirugía por la Universidad de Zaragoza y Medical Advisor de Esteve Teijin, para que sea considerada, a priori, como patológica cada evento de apnea debe tener una duración de 10 segundos o más. Algunos de los síntomas, según revela el experto, son la presencia de ronquidos, apneas o pausas respiratorias y una disminución en la cantidad y calidad del sueño. Y todo esto hace que las personas que lo padecen sufran a lo largo del día episodios de somnolencia y cansancio.
Consecuencias para la salud
Las principales consecuencias de este trastorno son hipoxia (falta de oxígeno en el organismo) y fragmentación del sueño causado por los microdespertares, según revela el Dr. Pérez. Las personas que lo padecen, por tanto, no pueden dormir ni descansar convenientemente, lo que hace que sufran somnolencia diurna o incluso irritabilidad. Esto hace, a su vez, que estos pacientes puedan estar más expuestos al riesgo de sufrir accidentes de tráfico o laborales.
A medio o largo plazo, pueden aparecer efectos más graves de la apnea del sueño como pérdida de memoria, enfermedades cardiovasculares incluyendo ictus, el agravamiento de otras patologías o incluso cuadros depresivos, según describe el experto, quien también asegura que últimamente se ha llegado a relacionar con algún tipo de cáncer.
El Dr. Pérez recuerda además que el sueño reparador es una necesidad biológica vital para la salud, como puede ser una alimentación saludable o realizar ejercicio. «Cuando dormimos, no sólo el cerebro y el resto del organismo descansan y se regeneran, sino que, además, los órganos y los procesos internos, sobre todo celulares, trabajan intensamente», revela.
En cuanto a la duración y la regularidad aclara que, si bien las necesidades individuales de sueño varían, es recomendable que las personas adultas duerman entre 7 y 8 horas por noche, de forma regular, para favorecer una salud óptima.
¿Cómo afecta al descanso?
Durante el sueño, las personas que sufren apneas del sueño suelen experimentar ronquidos, episodios de jadeo o ahogo junto con pausas en la respiración con despertares bruscos. Eso hace que no disfruten de un sueño reparador.
Lo más habitual es que se despierten con cansancio y con dolores de cabeza, incluso pueden tener problemas de concentración y memoria, además de la somnolencia diurna ya citada.
Hábitos que empeoran el trastorno
Beber alcohol, por ser depresor del sistema nervioso y fumar, por ser irritante de las vías respiratorias, pueden incrementar el riesgo de apnea del sueño o agravarla si ya se padece, tal como revela el asesor médico de Esteve Teijin. «El alcohol puede relajar los músculos de la vía respiratoria alta (faringe, velo del paladar, etc.) disminuyendo u obstruyendo el calibre de la esta vía aérea superior y provocando un aumento de los ronquidos y de las apneas», aclara.
Por otro lado, el tabaco puede causar inflamación en la vía aérea superior favoreciendo los ronquidos y propiciando el desarrollo de trastornos respiratorios durante el sueño.
![Imagen - «Cuando dormimos, no sólo el cerebro y el resto del organismo descansan y se regeneran, sino que, además, los órganos y los procesos internos, sobre todo celulares, trabajan intensamente»](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/bienestar/2024/03/15/doctor-raul-perez-U22747863224FNN-170x170@diario_abc.jpg)
«Cuando dormimos, no sólo el cerebro y el resto del organismo descansan y se regeneran, sino que, además, los órganos y los procesos internos, sobre todo celulares, trabajan intensamente»
Dr. Raúl Pérez
Doctor en Medicina y Cirugía por la Universidad de Zaragoza y Medical Advisor de Esteve Teijin
Además, una alimentación poco saludable y un déficit de ejercicio físico que propicien algún grado de sobrepeso o de obesidad son especialmente importantes en la génesis y evolución de la apnea del sueño.
Factores de riesgo: ¿Qué personas lo sufren más?
Los principales factores de riesgo de la apnea obstructiva del sueño son el sexo, la edad avanzada y la presencia de sobrepeso. Por tanto, como informa el Dr. Pérez, la prevalencia de esta enfermedad es 6 veces mayor en personas de 70 años. La posibilidad de tener apnea del sueño es 1,5 veces mayor en el caso de los varones. Y en referencia a la obesidad, algunos estudios afirman que alrededor del 60-70% de personas con apnea obstructiva del sueño tienen sobrepeso.
En algunos casos, factores como determinadas alteraciones anatómicas de la boca, lengua, mandíbula o de la vía respiratoria también pueden ser determinantes.
La apnea del sueño puede aparecer a cualquier edad, pero la edad más avanzada hace que sea más deficiente el control del tono de los músculos de la faringe y de la lengua. También influyen los cambios que se producen de manera natural en la forma en que el cerebro controla la respiración durante el sueño. Además, a medida que envejecemos, se puede acumular tejido adiposo (grasa) en el cuello y la lengua aumentando, así, el riesgo de apnea del sueño.
La apnea del sueño es más común en los hombres que en las mujeres. Los hombres tienen más probabilidad de padecer apnea del sueño grave y la desarrollan a una edad más temprana que las mujeres. De hecho el doctor aclara que existen factores hormonales que pueden proteger a las mujeres durante su edad fértil.
¿Es una patología hereditaria?
Los antecedentes genéticos y familiares también pueden influir en el desarrollo de este cuadro. Más que la apnea del sueño sea hereditaria, pueden serlo las causas que la producen. «El tamaño y configuración de las estructuras craneales y de la vía respiratoria superior implicadas, la tendencia al sobrepeso u obesidad y otras. Además, los genes pueden aumentar el riesgo de padecer otras afecciones médicas que pueden conducir a apnea del sueño», argumenta el Dr. Pérez.
Afortunadamente, la apnea del sueño puede ser tratada y controlada. «Si un paciente tiene sospechas de sufrir apnea del sueño debe consultar con su médico para que le realice una prueba diagnóstica mediante un estudio del sueño que incluye una poligrafía o una polisomnografía», aconseja el Dr. Pérez. En caso afirmativo, el tratamiento de referencia es la CPAP. (presión positiva continua en la vía respiratoria). Se trata de un equipo que suministra un flujo continuo de aire evitando que la vía aérea superior se cierre durante el sueño. Este equipo permite a los pacientes con este trastorno poder disfrutar de un sueño reparador, tener menor somnolencia durante el día y disminuir el riesgo de complicaciones más severas.
De hecho, según explica Irene Serrano, fisioterapeuta de Esteve Tejin, la CPAP es un tratamiento muy eficaz que ha demostrado efectos muy beneficiosos más allá de los puramente relacionados con las condiciones respiratorias: Reducción del ronquido, disminución de los despertares nocturnos, mejora de la salud cardiovascular, mejor control de diabetes y de presión arterial, reducción de las cefaleas y de la sensación de cansancio o fatiga por no descansar bien y mejora en el estado de ánimo.
Además, los beneficios del tratamiento aparecen de forma casi inmediata, según asegura Serrano, especialmente si el paciente se adapta bien y rápido al uso de la mascarilla cuando duerme y si lo acompaña de hábitos saludables, como perder peso y dejar de fumar.
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