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Por qué algunas personas sudan más de lo normal

Con el aumento de las temperaturas se multiplica la producción de sudor. Es algo fisiológicamente necesario pero, ¿qué pasa cuando se convierte en algo persistente o un problema incómodo?

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Así es el domo de calor: el fenómeno 'desconocido' que provoca episodios de altas temperaturas

Raquel Alcolea

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Emociones fuertes, actividad física, temperaturas abrasadoras... En primavera y verano el sudor nos acompaña hasta bien entrada la noche. Pero aunque a veces pueda resultar molesta, la sudoración es un fenómeno fisiológico absolutamente necesario, tal como explica la farmacéutica y experta en dermocosmética Belén Acero: «Las zonas más propensas a la sudoración son, sobre todo, las axilas, las manos, la planta de los pies, la frente, el pecho o la espalda. Puede que la idea de cambiarnos de ropa constantemente nos resulte molesta, pero lo cierto es que esta reacción fisiológica nos mantiene en buen estado de salud, en particular evacuando el calor de nuestro cuerpo, cuando éste se enfrenta a altas temperaturas».

No es coincidencia que las saunas, los hammam y otras técnicas que promueven la transpiración hayan existido durante miles de años. La transpiración es la evacuación del sudor a través de los poros de la piel. Es manejado en el cerebro por el hipotálamo que juega un papel fundamental en la regulación de la temperatura corporal. la función principal de la transpiración es permitir que la temperatura en la superficie de la piel se mantenga en 32°C y que internamente no supere los 37°C. En otras palabras, en la piel están las glándulas sudoríparas y justo debajo de ellas tienes circulación sanguínea. Las glándulas sudoríparas medirán, por tanto, la temperatura del cuerpo y, en función de ella, secretarán sudor para permitir evacuar el exceso de calor.

Sudar es saludable

Pero sudar no solo tiene como función mantener la temperatura corporal, sino que también ayudará a limpiar los poros evacuando el exceso de sebo y formará una película protectora en el exterior de la piel para protegerla. De hecho, tal como explica Acero, el sudor contiene poderosos péptidos antimicrobianos, que brindan a la piel una protección natural contra los agentes que causan el acné, como los gérmenes y las bacterias. Sin embargo, la experta aclara que no hay que dejar que la transpiración se acumule y se seque en la piel, porque si eso sucede, puede dar lugar a imperfecciones.

Uno de los daños colaterales de la sudoración excesiva es el acné, tanto facial como corporal. El 80% de los adolescentes lo padecen, pero también el 40% de las mujeres adultas. Y es que, las espinillas son el gran caballo de batalla, pero tienen solución, siempre y cuando se utilicen los principios activos adecuados, según revela la farmacéutica. El ácido salicílico o los retinoides son los mayores aliados para pieles acneicas, fruto de la sudoración excesiva. Ayudan a reducir los comedones, calmar la hinchazón y atenuar las cicatrices. El ácido azelaico también es una buena solución ya que se tolera mejor y reduce tanto las lesiones propias del acné, como las manchas que muchas veces van asociadas a este problema cutáneo.

Por qué se produce la sudoración excesiva

Hablamos de sudoración excesiva cuando ésta interfiere con las actividades diarias y causa angustia emocional. Detrás de este exceso de sudor puede haber varias razones:

Los trastornos de las glándulas sudoríparas son la causa común de cualquier problema relacionado con el sudor y pueden provocar sudoración excesiva, disminución de la sudoración e incluso ausencia total de sudoración.

La hiperhidrosis no es una afección potencialmente mortal, pero puede tener un impacto negativo en la calidad de vida y provocar aislamiento social y sentimientos de timidez. Puede afectar a la mayor parte del cuerpo, pero comúnmente afecta a las axilas, las manos y los pies.

La menopausia y el embarazo también aumentan la probabilidad de experimentar sus efectos adversos, como sofocos y una sudoración extra.

Las condiciones médicas subyacentes, como tener una tiroides hiperactiva (hipertiroidismo), diabetes o niveles bajos de azúcar en la sangre (hipoglucemia) también pueden provocar sudoración excesiva, sudores nocturnos e intolerancia al calor.

La obesidad y el alcoholismo también pueden desencadenar episodios de sudoración intensa.

Cómo resolver el exceso de sudor

La experta en dermocosmética y titular de Farmacia Avenida América aporta una guía de pasos a seguir para controlar la sudoración excesiva este verano:

1. Hidratación, hidratación y más hidratación. Beber agua es fundamental para mantener el cuerpo fresco en altas temperaturas. Por ello, la clave reside en ingerir suficientes líquidos.

2. Hazte con un vaporizador o atomizador. Ayuda al sistema de enfriamiento natural del cuerpo usando un vaporizador o atomizador para rociar una ligera neblina de agua sobre la piel. A medida que el agua se evapora, el cuerpo se enfriará naturalmente.

3. La importancia de la ropa. Se recomienda usar prendas sueltas, ligeras y con tejidos naturales y transpirables para permitir que el sudor se evapore. De este modo, en la zona de las axilas el sudor se absorberá. En cuanto al calzado, opta por sandalias abiertas y zapatillas de malla transpirables para hacer deporte. Usar calcetines absorbentes, ropa blanca y negra también puede ayudar a disimular los efectos de la sudoración intensa y, aunque no es una opción permanente, puede hacerte sentir mejor.

4. La higiene es fundamental. Con la piel limpia, aplica dos veces al día, una por la mañana y otra por la noche, desodorante antitranspirante. Se ha demostrado que su aplicación en las axilas (¡o en otras áreas también!) es muy eficaz para controlar el exceso de sudor.

5. Alcanza el zen. La ansiedad puede aumentar la producción de sudor. Controla la ansiedad respirando profundamente y concentrándote internamente.

6. Evita las comidas picantes. El picante o la cafeína aumentan el proceso de sudoración con las temperaturas altas.

7. Evita el ejercicio físico a mediodía. Cuando el sol está en pleno apogeo, el cuerpo es más propenso a sudar. Así que, aprovecha los largos días de verano y planea tu entrenamiento a primera hora de la mañana o a última hora de la noche.

8. Conoce tus medicamentos. Hay una serie de medicamentos comunes que pueden incrementar la sudoración. Asegúrate de consultar con tu farmacéutico antes de comenzar cualquier medicamento nuevo, especialmente durante los meses más cálidos del verano.

9. Bótox como remedio a la hiperhidrosis. Cuando los antitranspirantes no son efectivos para controlar la sudoración excesiva, un médico especialista puede administrar un tratamiento con bótox. Los resultados duran alrededor de cinco y siete meses, depende de cada persona.

10. Utilizar para las zonas de mayor sudoración, como las axilas, un gel de ducha específico que, además de limpiador, sea desodorante para que sea capaz de mantener el equilibrio de la flora cutánea y controlar los malos olores.

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