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Llega el propósito de casi todos los años, apuntarse al gimnasio: ¿merece la pena una cuota anual?

Como todos sabemos, a veces lo barato sale caro

Quiero ponerme a dieta: ¿Acudo a un dietista o a un nutricionista? 

Gama de mancuernas de un gimnasio FOTO UNSPLASH
Alfonso M. Arce

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El mercado de los gimnasios es plenamente conocedor de la existencia de ciertos momentos valle en los que parece que a sus socios se les pasa su entusiasmo, pero también son conscientes de aquellas fechas claves para la captación de nuevos clientes. Septiembre es tradicionalmente ... un buen mes, hay que quemar los excesos del verano y retomar rutinas. Abril es otro buen momento, el verano se ve más cerca y empezamos a guardar los abrigos y a dejar un poco más a la vista nuestras curvas de felicidad. Llegan las prisas y los gimnasios se llenan. Pero si hay algo simbólico y poderoso en nuestras mentes es el cambio de año, los grandes propósitos. Seré mejor persona, dejaré de fumar, visitaré más a mi tía Paqui y haré ejercicio. Todas son buenas intenciones, pero la de proponerse hacer ejercicio es algo que parece resistirse a muchas personas.

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