Defensa personal femenina
¿Y si fueras tú la que tuviese el control? Es posible enfrentarse a agresiones sexuales
La diferencia de tamaño y de peso que suelen presentar las mujeres frente a la mayoría de hombres conlleva que estas deban desarrollar ciertos mecanismos de defensa frente a situaciones de violencia para suplir esta desventaja física
Krav Maga o cómo ponerse en forma mientras se aprende defensa personal

La mayoría de las mujeres nos tenemos que enfrentar en ocasiones a situaciones que pueden resultar incómodas o violentas con un hombre. No tiene por qué llegar a ser algo dramático, sino que simplemente puede ser un acercamiento o un roce que no has ... consentido pero que tampoco sabes cómo parar, ya sea por vergüenza, pudor o miedo.
El miedo es algo que nos acompaña, sobre todo cuando vamos solas de noche y la inseguridad es la amiga que no se separa de nuestro lado. «Avisa cuando llegues a casa», es una de las frases más usadas para dar conocimiento de que estamos a salvo. Pero hasta entonces, andar rápido, cambiar de acera y llevar las llaves sujetas en el bolsillo pensamos que es lo que nos mantiene alejadas del peligro en la oscuridad de la noche.
Héctor Mateos, director del programa Woman Defense (@womandefense), opina que las situaciones a las que están expuestas las mujeres no son las mismas que a las que se enfrenta un hombre. «La diferencia de tamaño y de peso conlleva que la mujer tenga que desarrollar ciertos mecanismos de defensa más particulares que un hombre, pues casi siempre están en desventaja física».
Mateos sostiene que estas son circunstancias que un hombre no suele padecer, ya que es «muy raro que a un hombre lo intenten violar o que utilicen el tamaño para amedrentarle, acosarle o manosearle».
En este sentido, Woman Defense es un programa de defensa personal femenina que quiere dotar a las mujeres de unas herramientas con las que puedan hacer frente a situaciones reales de agresión o acoso. En función de cómo de violenta y extrema sea la situación, habrá ocasiones en las que haya que recurrir a la fuerza para defenderse de aquel que está atacando.
«La idea de esta iniciativa surge de las alumnas, no de mí», apunta Mateos, quien lleva muchos años practicando artes marciales y haciendo otros deportes de contacto. «Me he dado cuenta de que las herramientas que se aprenden y el tipo de enseñanza que se aplica en un deporte de contacto no es extrapolable a la vida real. Una situación real hay que afrontarla de una manera real».
La importancia de prevenir o anticiparse
«Cuando era joven mi padre siempre venía a buscarme si iba de fiesta o salía de noche, y esto a mis amigos chicos no les pasaba», cuenta Cristina Eiros, instructora en Woman Defense. Ella llevaba años queriendo aprender defensa personal porque a lo largo de su vida ha sufrido varias situaciones de acoso: «Ya en la universidad o en el trabajo un jefe nos acosaba. Era una situación incómoda... y no era verbal, era físico, en la sala de reuniones o cuando salíamos a tomar algo con el equipo de trabajo».
Y es que para Beatriz Gómez, jefa de instructores en Woman Defense, una agresión no tiene por qué ser algo exagerado o dramático, sino cualquier situación que esté en contra de nuestra voluntad y nos incomode, «pudiendo ser un acercamiento que invada tu espacio vital o un roce que no estás consintiendo».
El lenguaje no verbal en estos casos es mucho más claro que las palabras y es más fácil que la otra persona entienda la negación o rechazo con un solo gesto o mirada. En este sentido, Gómez aconseja entrar con una postura firme y aflojar la cuerda conforme cojamos confianza, en lugar de pecar de confianza y tener que reafirmar nuestra postura, pues «normalmente nos cuesta mucho más».
Dentro de cómo sea la agresión debemos conocer también las opciones que tenemos para reaccionar, y en base a ello elegir, ya que nuestra respuesta tendrá que ser proporcional a la situación que tengamos delante. En esto influirán además los límites que tengamos cada una.
Gómez se ha enfrentado también a varias situaciones incómodas e incluso violentas: «Pero gracias a la defensa personal femenina he ido desarrollando un instinto que me previene de muchas cosas que anteriormente me hubiesen atropellado y me las hubiera encontrado en un escenario más avanzado».
Aquí entra la importancia de prevenir o anticiparse a determinadas situaciones. Eiros, por ejemplo, nunca va por la calle con los auriculares puestos ni mirando el móvil ni por zonas oscuras. Además intenta no llevar nada en las manos por si tiene que defenderse de algún ataque.
El miedo puede hacer que ante situaciones de este tipo (un intento de secuestro o de violación, por ejemplo) nos quedemos paralizadas y no seamos capaces de hacer nada. Sin embargo, con la defensa personal será algo que forme parte de nosotras, nos active active y nos mantenga alerta, pero sin llegar a bloquearnos. «La seguridad que obtenemos en nosotras mismas nos otorga la posibilidad de controlar ese miedo y usarlo en reforzar nuestra fuerza, velocidad y nuestras capacidades», manifiesta Gómez.
«Yo cuando me encuentro en una situación de peligro me paro y miro, porque si no sé la situación a la que me enfrento, es muy difícil que acierte a la hora de reaccionar. Y eso es uno de los principios que me ha enseñado la defensa personal: ganar en espacio de visión, analizar el problema y ver si tengo que reaccionar y, en caso de que así sea, cómo tengo que hacerlo», explica la jefa de instructores de Woman Defense.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete