Los bailes de salón siguen de moda: descubre cómo iniciarte en esta disciplina
Te olvidas de todo, es también un espacio de relajación

Películas como 'Dirty Dancing' o 'Flashdance' nos han hecho soñar con mover nuestro cuerpo al ritmo de la música. Pero, ¿acaso vamos a tener la misma suerte que Baby Houseman y en unas vacaciones de verano con nuestras padres conoceremos a un Johnny Castle que ... además de alegrarnos la vista nos enseñe a bailar ?
Mejor ser realistas y apuntarnos a una escuela de baile, porque sí, los bailes de salón siguen de moda y hay muchas academias donde puedes iniciarte en esta disciplina.
En la Escuela de Baile de Salón de Eva Muñoz , dividen estos bailes en ritmos latinos ( merengue, salsa, bachata, kizomba y chachachá ) y los más clásicos ( vals, tango, pasodoble, swing, fox ...). El abanico es muy amplio y se va abriendo como si fuera un árbol. De hecho, el tango tiene tres modalidades: tango, milonga y valsecito (una especie de vals con música de tango).
La directora de la escuela, Eva Muñoz, que lleva bailando desde pequeñas e inició su trabajo como profesora en 1988, señala la importancia de tener conocimiento de todos los bailes, porque cada uno tiene una movilidad y marcaje diferente, ayudando el aprendizaje de uno en la iniciación de otro.
«Por otro lado, a nivel de movilidad , ejercicio y salud es increíble, porque haces aeróbicos sin agotarte; no tienes que machacarte en el gimnasio o en una clase de spinning», comparte Muñoz. En el rock and roll, por ejemplo, las clases están formadas principalmente por jóvenes de veintitantos años que acaban agotados. «Mucha gente lo asocia como algo retro o antiguo, pero no, depende mucho del baile y de la música. Hay cantidad de temas actuales, y no solo de bachata, sino también de rock, swing...».
No obstante, los bailes de salón tienen tres dificultades : aprender los pasos, que no deja de ser mecánica pura; ir al ritmo de la música; y adaptarte a bailar en pareja, que es algo complejo.
En una iniciación, la idea es apuntarte para tener una primera toma de contacto, coger las herramientas que necesitas para bailar y conocer si te gusta y va contigo. En la escuela de Eva Muñoz se empieza por aprender merengue, vals, tango, pasodoble, swing, salsa y chachachá; «y siempre está mezclado un baile de más caña con otro de menor intensidad».
«Por ejemplo, en el vals se empieza aprendiendo el paso básico tú solo frente al espejo, para después practicarlo con música», explica la profesora de baile. Una vez conseguido esto, se hacen parejas y se practican esos pasos que ya se habían aprendido solos, para trabajar además giros y figuras.
Aunque hay academias que exigen tener que acudir con una pareja a este tipo de clases, en esta escuela no es así. «Lo que sí hago es equilibrar los cursos, igual número de hombres que de mujeres. Y si falta alguno, hago yo de comodín».
Por otra parte, se pueden practicar estos bailes con ropa de calle . No obstante, si conforme vayas subiendo de nivel te apetece, puede comprarte unos zapatos de baile, pues son más cómodos. «Si solo practicas uno o dos días a la semana, no vale la pena, porque son pocas horas y son muy caros».
Con los bailes de salón mueves todo el cuerpo , desde los dedos de los pies hasta la cabeza. Y, además, te olvidas de todo, por lo que es también un espacio de relajación. Igualmente, le das mucha agilidad a la mente y cada vez lo vas cogiendo todo más rápido.
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